GÉNESIS 1
1En el principio creó Dios el cielo y la
tierra. 2Y la tierra estaba desordenada y vacía, y las
tinieblas estaban sobre la faz del abismo, y el Espíritu de Dios se movía sobre
la faz de las aguas. 3Y dijo Dios: Sea la luz; y fue la luz. 4Y vio Dios
que la luz era buena y separó Dios la luz de las tinieblas. 5Y llamó Dios
a la luz Día, y a las tinieblas llamó Noche. Y fue la tarde y la mañana el
primer día. 6Y dijo Dios: Haya un firmamento en medio de las
aguas, y separe las aguas de las aguas. 7E hizo Dios
el firmamento, y apartó las aguas que estaban debajo del firmamento, de las
aguas que estaban sobre el firmamento. Y fue así. 8Y llamó Dios
al firmamento Cielos. Y fue la tarde y la mañana el segundo día. 9Y dijo Dios:
Júntense las aguas que están debajo de los cielos en un lugar, y descúbrase lo
seco. Y fue así. 10Y llamó Dios a lo seco Tierra, y a la reunión de
las aguas llamó Mares. Y vio Dios que era bueno. 11Y dijo Dios:
Produzca la tierra hierba verde, hierba que dé semilla; árbol de fruto que dé
fruto según su género, que su semilla esté en él, sobre la tierra. Y fue
así. 12Y produjo la tierra hierba verde, hierba que da
semilla según su naturaleza, y árbol que da fruto, cuya semilla está en él,
según su género. Y vio Dios que era bueno.13Y fue la
tarde y la mañana el tercer día. 14Y dijo Dios:
Haya lumbreras en el firmamento de los cielos para separar el día de la noche;
y sean por señales, y para las estaciones, y para días y años; 15y sean por
lumbreras en el firmamento de los cielos para alumbrar sobre la tierra. Y fue
así. 16E hizo Dios las dos grandes lumbreras; la lumbrera
mayor para que señorease en el día, y la lumbrera menor para que señorease en
la noche; hizo también las estrellas.17Y las puso
Dios en el firmamento de los cielos, para alumbrar sobre la tierra, 18y para
señorear en el día y en la noche, y para apartar la luz y las tinieblas. Y vio
Dios que era bueno. 19Y fue la tarde y la mañana el cuarto día. 20Y dijo Dios:
Produzcan las aguas criaturas que se mueven y tienen vida, y aves que vuelen
sobre la tierra, en el firmamento abierto de los cielos. 21Y creó Dios
las grandes ballenas, y toda criatura que se mueve, que las aguas produjeron
según su género, y toda ave alada según su género. Y vio Dios que era
bueno. 22Y Dios los bendijo, diciendo: Fructificad y
multiplicaos, y llenad las aguas en los mares, y las aves se multipliquen en la
tierra. 23Y fue la tarde y la mañana el quinto día. 24Y dijo Dios:
Produzca la tierra seres vivientes según su género, bestias y reptiles y animales
de la tierra según su género. Y fue así. 25E hizo Dios
animales de la tierra según su género, y ganado según su género, y todo animal
que se arrastra sobre la tierra según su género. Y vio Dios que era
bueno. 26Y dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen,
conforme a nuestra semejanza; y señoree sobre los peces del mar, sobre las aves
de los cielos, sobre las bestias, sobre toda la tierra, y sobre todo reptil que
se arrastra sobre la tierra.27Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios
lo creó; varón y hembra los creó. 28Y los bendijo
Dios; y les dijo Dios: Fructificad y multiplicaos, llenad la tierra y
sojuzgadla, y señoread sobre los peces del mar, y sobre las aves de los cielos
y sobre todas las bestias que se mueven sobre la tierra. 29Y dijo Dios:
He aquí que os he dado toda planta que da semilla, que está sobre la faz de
toda la tierra; y todo árbol en que hay fruto de árbol que da semilla, os será
para comer. 30Y os he dado a toda bestia de la tierra, y a todas
las aves de los cielos, y a todo lo que se mueve sobre la tierra en que hay
vida; y toda planta verde les será para comer. Y fue así. 31Y vio Dios
todo lo que había hecho, y he aquí que era bueno en gran manera. Y fue la tarde
y la mañana el sexto día.
GÉNESIS 2
1Y fueron acabados los cielos y la tierra, y todo el
ejército de ellos. 2Y acabó Dios en el séptimo día su obra que había
hecho, y reposó en el séptimo día de toda su obra que había hecho. 3Y bendijo
Dios al día séptimo, y lo santificó, porque en él reposó de toda su obra que
Dios había creado y hecho. 4Éstos son los
orígenes de los cielos y de la tierra cuando fueron creados, el día que Jehová
Dios hizo la tierra y los cielos, 5y toda planta
del campo antes que fuese en la tierra, y toda hierba del campo antes que
naciese; porque aún no había Jehová Dios hecho llover sobre la tierra, ni había
hombre para que labrase la tierra,6sino que
subía de la tierra un vapor, que regaba toda la faz de la tierra. 7Formó, pues,
Jehová Dios al hombre del polvo de la tierra, y sopló en su nariz aliento de
vida; y fue el hombre un alma viviente. 8Y Jehová Dios
plantó un huerto en Edén, al oriente, y puso allí al hombre que había
formado. 9Y Jehová Dios hizo nacer de la tierra todo árbol
delicioso a la vista, y bueno para comer: también el árbol de la vida en medio
del huerto, y el árbol del conocimiento del bien y el mal. 10Y salía de
Edén un río para regar el huerto, y de allí se repartía en cuatro
ramales. 11El nombre del uno era Pisón; éste es el que rodea
toda la tierra de Havila, donde hay oro; 12y el oro de
aquella tierra es bueno; hay allí también bedelio y piedra ónice.13El nombre del
segundo río es Gihón: éste es el que rodea toda la tierra de Etiopía. 14Y el nombre
del tercer río es Hidekel; éste es el que va delante de Asiria. Y el cuarto río
es el Éufrates. 15Tomó, pues, Jehová Dios al hombre, y le puso en el
huerto de Edén, para que lo labrara y lo guardase. 16Y mandó
Jehová Dios al hombre, diciendo: De todo árbol del huerto libremente podrás
comer; 17pero del árbol del conocimiento del bien y el mal
no comerás; porque el día que de él comieres, ciertamente morirás. 18Y dijo Jehová
Dios: No es bueno que el hombre esté solo; le haré ayuda idónea para él. 19Formó, pues,
Jehová Dios de la tierra toda bestia del campo, y toda ave de los cielos, y las
trajo a Adán, para que viese cómo les había de llamar; y de la manera que Adán
llamó a los animales vivientes, ése es su nombre. 20Y puso
nombres a toda bestia y ave de los cielos y a todo animal del campo: mas para
Adán no se halló ayuda idónea para él. 21Y Jehová Dios
hizo caer sueño profundo sobre Adán, y se quedó dormido; entonces tomó una de
sus costillas, y cerró la carne en su lugar;22Y de la
costilla que Jehová Dios tomó del hombre, hizo una mujer, y la trajo al
hombre. 23Y dijo Adán: Ésta es ahora hueso de mis huesos, y
carne de mi carne; ella será llamada Varona, porque del varón fue tomada. 24Por tanto,
dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su esposa, y serán una
sola carne. 25Y estaban ambos desnudos, Adán y su esposa, y no se
avergonzaban.
GÉNESIS 3
1Pero la serpiente era astuta, más que todos los
animales del campo que Jehová Dios había hecho; la cual dijo a la mujer:
¿Conque Dios os ha dicho: No comáis de todo árbol del huerto? 2Y la mujer
respondió a la serpiente: Del fruto de los árboles del huerto podemos
comer; 3pero del fruto del árbol que está en medio del
huerto dijo Dios: No comeréis de él, ni le tocaréis, para que no muráis. 4Entonces la
serpiente dijo a la mujer: No moriréis; 5mas sabe Dios
que el día que comiereis de él, serán abiertos vuestros ojos, y seréis como
dioses sabiendo el bien y el mal. 6Y vio la
mujer que el árbol era bueno para comer, y que era agradable a los ojos, y
árbol codiciable para alcanzar la sabiduría; y tomó de su fruto, y comió; y dio
también a su marido y él comió con ella. 7Y fueron
abiertos los ojos de ambos, y conocieron que estaban desnudos; entonces
cosieron hojas de higuera, y se hicieron delantales. 8Y oyeron la
voz de Jehová Dios que se paseaba en el huerto al aire del día; y Adán y su
esposa se escondieron de la presencia de Jehová Dios entre los árboles del
huerto.9Y llamó Jehová Dios a Adán, y le dijo: ¿Dónde estás
tú? 10Y él respondió: Oí tu voz en el huerto, y tuve
miedo, porque estaba desnudo; y me escondí. 11Y le dijo
Dios: ¿Quién te enseñó que estabas desnudo? ¿Has comido del árbol de que yo te
mandé no comieses? 12Y el hombre respondió: La mujer que me diste por
compañera me dio del árbol, y yo comí.13Entonces
Jehová Dios dijo a la mujer: ¿Qué es lo que has hecho? Y dijo la mujer: La
serpiente me engañó, y comí. 14Y Jehová Dios
dijo a la serpiente: Por cuanto esto hiciste, maldita serás entre todas las
bestias y entre todos los animales del campo; sobre tu pecho andarás, y polvo
comerás todos los días de tu vida: 15Y pondré
enemistad entre ti y la mujer, y entre tu simiente y su simiente; Él te herirá
en la cabeza, y tú le herirás en el calcañar. 16A la mujer
dijo: Multiplicaré en gran manera tus dolores y tus preñeces; con dolor darás a
luz los hijos; y tu deseo será para tu marido, y él señoreará sobre ti. 17Y al hombre
dijo: Por cuanto obedeciste a la voz de tu esposa, y comiste del árbol de que
te mandé, diciendo: No comerás de él; maldita será la tierra por tu causa; con
dolor comerás de ella todos los días de tu vida;18espinos y
cardos te producirá, y comerás plantas del campo. 19Con el sudor
de tu rostro comerás el pan hasta que vuelvas a la tierra, porque de ella
fuiste tomado; pues polvo eres, y al polvo volverás. 20Y llamó Adán
el nombre de su esposa, Eva; por cuanto ella era madre de todos los
vivientes. 21Y Jehová Dios hizo al hombre y a su esposa túnicas
de pieles, y los vistió. 22Y dijo Jehová Dios: He aquí el hombre es como uno
de Nosotros, sabiendo el bien y el mal; ahora, pues, que no alargue su mano, y
tome también del árbol de la vida, y coma, y viva para siempre: 23Y lo sacó
Jehová del huerto de Edén, para que labrase la tierra de que fue tomado. 24Echó, pues,
fuera al hombre, y puso al oriente del huerto de Edén querubines, y una espada
encendida que se revolvía por todos lados para guardar el camino del árbol de
la vida.
GÉNESIS 4
1Y conoció Adán a su esposa Eva, la cual concibió y
dio a luz a Caín, y dijo: He adquirido varón de parte de Jehová. 2Y después dio
a luz a su hermano Abel. Y Abel fue pastor de ovejas, y Caín fue labrador de la
tierra. 3Y aconteció en el transcurrir del tiempo, que Caín
trajo del fruto de la tierra una ofrenda a Jehová.4Y Abel trajo
también de los primogénitos de sus ovejas, y de su grosura. Y miró Jehová con
agrado a Abel y a su ofrenda; 5mas no miró
con agrado a Caín y a su ofrenda. Y se ensañó Caín en gran manera, y decayó su
semblante. 6Entonces Jehová dijo a Caín: ¿Por qué te has
ensañado, y por qué ha decaído tu rostro? 7Si bien
hicieres, ¿no serás exaltado? Y si no hicieres bien, el pecado está a la
puerta; con todo esto, a ti será su deseo, y tú señorearás sobre él. 8Y habló Caín
con su hermano Abel. Y aconteció que estando ellos en el campo, Caín se levantó
contra su hermano Abel, y le mató. 9Y Jehová dijo
a Caín: ¿Dónde está Abel tu hermano? Y él respondió: No sé. ¿Acaso soy yo
guarda de mi hermano? 10Y Él le dijo: ¿Qué has hecho? La voz de la sangre
de tu hermano clama a mí desde la tierra. 11Ahora pues,
maldito seas tú de la tierra que abrió su boca para recibir de tu mano la
sangre de tu hermano:12Cuando labrares la tierra, no te volverá a dar su
fuerza: errante y extranjero serás en la tierra. 13Y dijo Caín a
Jehová: Mi castigo es más grande de lo que puedo soportar. 14He aquí me
echas hoy de la faz de la tierra, y de tu presencia me esconderé; y seré
fugitivo y vagabundo en la tierra; y sucederá que cualquiera que me hallare, me
matará. 15Y le respondió Jehová: Ciertamente que cualquiera
que matare a Caín, siete veces será castigado. Entonces Jehová puso señal en
Caín, para que no lo matase cualquiera que le hallara. 16Y Caín se fue
de la presencia de Jehová, y habitó en tierra de Nod, al oriente de Edén. 17Y conoció
Caín a su esposa, la cual concibió y dio a luz a Enoc: y edificó una ciudad, y
llamó el nombre de la ciudad del nombre de su hijo, Enoc. 18Y a Enoc
nació Irad, e Irad engendró a Mehujael, y Mehujael engendró a Matusael, y
Matusael engendró a Lamec. 19Y tomó para
sí Lamec dos esposas; el nombre de la una fue Ada, y el nombre de la otra
Zila. 20Y Ada dio a luz a Jabal, el cual fue padre de los
que habitan en tiendas y crían ganado.21Y el nombre
de su hermano fue Jubal, el cual fue padre de todos los que tocan arpa y
órgano. 22Y Zila también dio a luz a Tubal-caín, artífice de
toda obra de bronce y de hierro; y la hermana de Tubal-caín fue Naama. 23Y dijo Lamec
a sus esposas: Ada y Zila, oíd mi voz; esposas de Lamec, escuchad mi dicho: Que
a un varón maté por mi herida, y a un joven por mi golpe: 24Si siete
veces será vengado Caín, Lamec en verdad setenta veces siete lo será. 25Y conoció de
nuevo Adán a su esposa, la cual dio a luz un hijo, y llamó su nombre Set:
Porque Dios dijo ella me ha sustituido otro hijo en lugar de Abel, a quien mató
Caín.26Y a Set también le nació un hijo, y llamó su nombre
Enós. Entonces los hombres comenzaron a invocar el nombre de Jehová.
GÉNESIS 5
1Éste es el libro de las generaciones de Adán. El
día en que creó Dios al hombre, a la semejanza de Dios lo hizo; 2Varón y
hembra los creó; y los bendijo, y llamó el nombre de ellos Adán, el día en que
fueron creados.3Y vivió Adán ciento treinta años, y engendró un
hijo a su semejanza, conforme a su imagen, y llamó su nombre Set. 4Y fueron los
días de Adán, después que engendró a Set, ochocientos años, y engendró hijos e
hijas. 5Y fueron todos los días que vivió Adán novecientos
treinta años, y murió. 6Y vivió Set ciento cinco años, y engendró a
Enós. 7Y vivió Set, después que engendró a Enós,
ochocientos siete años, y engendró hijos e hijas. 8Y fueron
todos los días de Set novecientos doce años; y murió. 9Y vivió Enós
noventa años, y engendró a Cainán. 10Y vivió Enós
después que engendró a Cainán, ochocientos quince años, y engendró hijos e
hijas. 11Y fueron todos los días de Enós novecientos cinco
años; y murió. 12Y vivió Cainán setenta años, y engendró a
Mahalaleel. 13Y vivió Cainán, después que engendró a Mahalaleel,
ochocientos cuarenta años, y engendró hijos e hijas. 14Y fueron
todos los días de Cainán novecientos diez años; y murió. 15Y vivió
Mahalaleel sesenta y cinco años, y engendró a Jared. 16Y vivió
Mahalaleel, después que engendró a Jared, ochocientos treinta años, y engendró
hijos e hijas.17Y fueron todos los días de Mahalaleel ochocientos
noventa y cinco años; y murió. 18Y vivió Jared
ciento sesenta y dos años, y engendró a Enoc. 19Y vivió
Jared, después que engendró a Enoc, ochocientos años, y engendró hijos e
hijas. 20Y fueron todos los días de Jared novecientos
sesenta y dos años; y murió. 21Y vivió Enoc
sesenta y cinco años, y engendró a Matusalén. 22Y caminó Enoc
con Dios, después que engendró a Matusalén, trescientos años, y engendró hijos
e hijas. 23Y fueron todos los días de Enoc trescientos sesenta
y cinco años. 24Caminó, pues, Enoc con Dios, y desapareció, porque
le llevó Dios. 25Y vivió Matusalén ciento ochenta y siete años, y
engendró a Lamec. 26Y vivió Matusalén, después que engendró a Lamec,
setecientos ochenta y dos años, y engendró hijos e hijas. 27Fueron, pues,
todos los días de Matusalén, novecientos sesenta y nueve años; y murió. 28Y vivió Lamec
ciento ochenta y dos años, y engendró un hijo: 29Y llamó su
nombre Noé, diciendo: Éste nos aliviará de nuestras obras, y del trabajo de
nuestras manos, a causa de la tierra que Jehová maldijo. 30Y vivió
Lamec, después que engendró a Noé, quinientos noventa y cinco años: y engendró
hijos e hijas. 31Y fueron todos los días de Lamec setecientos
setenta y siete años; y murió. 32Y siendo Noé
de quinientos años, engendró a Sem, Cam, y a Jafet.
GÉNESIS 6
1Y aconteció que cuando comenzaron los hombres a
multiplicarse sobre la faz de la tierra, y les nacieron hijas, 2viendo los
hijos de Dios que las hijas de los hombres eran hermosas, se tomaron mujeres,
escogiendo entre todas. 3Y dijo Jehová: No contenderá mi Espíritu con el
hombre para siempre, porque ciertamente él es carne; mas serán sus días ciento
veinte años. 4Había gigantes en la tierra en aquellos días, y
también después que entraron los hijos de Dios a las hijas de los hombres, y
les engendraron hijos: Éstos fueron los valientes que desde la antigüedad
fueron varones de renombre. 5Y vio Jehová
que la maldad de los hombres era mucha en la tierra, y que todo designio de los
pensamientos del corazón de ellos era de continuo solamente el mal.6Y se arrepintió
Jehová de haber hecho hombre en la tierra, y le pesó en su corazón. 7Y dijo
Jehová: Raeré de sobre la faz de la tierra, a los hombres que he creado, desde
el hombre hasta la bestia, y hasta el reptil y las aves del cielo, porque me
arrepiento de haberlos hecho. 8Pero Noé
halló gracia en los ojos de Jehová. 9Éstas son las
generaciones de Noé: Noé, varón justo, perfecto fue en sus generaciones; con
Dios caminó Noé. 10Y engendró Noé tres hijos: a Sem, a Cam y a
Jafet. 11Y se corrompió la tierra delante de Dios, y estaba
la tierra llena de violencia.12Y miró Dios la tierra, y he aquí que estaba
corrompida; porque toda carne había corrompido su camino sobre la tierra. 13Y dijo Dios a
Noé: El fin de toda carne ha venido delante de mí; porque la tierra está llena
de violencia a causa de ellos; y he aquí que yo los destruiré con la
tierra. 14Hazte un arca de madera de gofer; harás
compartimentos en el arca y la calafatearás con brea por dentro y por
fuera. 15Y de esta manera la harás: De trescientos codos la
longitud del arca, de cincuenta codos su anchura, y de treinta codos su
altura. 16Una ventana harás al arca, y la acabarás a un codo
de elevación por la parte de arriba: y pondrás la puerta del arca a su lado; y
le harás piso bajo, segundo y tercero. 17Y he aquí que
yo traigo un diluvio de aguas sobre la tierra, para destruir toda carne en que
haya espíritu de vida debajo del cielo; todo lo que hay en la tierra
morirá. 18Mas estableceré mi pacto contigo, y entrarás en el
arca tú, tus hijos, tu esposa, y las esposas de tus hijos contigo.19Y de todo lo
que vive, de toda carne, dos de cada especie meterás en el arca, para
preservarles la vida contigo; macho y hembra serán. 20De las aves
según su especie, y de las bestias según su especie, de todo reptil de la
tierra según su especie, dos de cada especie entrarán contigo para preservarles
la vida. 21Y toma contigo de todo alimento que se come, y
almacénalo para ti; y servirá de alimento para ti y para ellos. 22Y lo hizo así
Noé; hizo conforme a todo lo que Dios le mandó.
GÉNESIS 7
1Y Jehová dijo a Noé: Entra tú y toda tu casa en el
arca porque a ti he visto justo delante de mí en esta generación. 2De todo
animal limpio tomarás de siete en siete, macho y su hembra; mas de los animales
que no son limpios, una pareja, el macho y su hembra.3También de
las aves de los cielos, siete parejas, macho y hembra, para guardar viva la
simiente sobre la faz de toda la tierra. 4Porque
pasados aún siete días, yo haré llover sobre la tierra cuarenta días y cuarenta
noches; y raeré de sobre la faz de la tierra a todo ser viviente que
hice. 5E hizo Noé conforme a todo lo que le mandó
Jehová. 6Y era Noé de seiscientos años cuando el diluvio de
las aguas vino sobre la tierra. 7Y Noé entró
en el arca, con sus hijos, su esposa, y las esposas de sus hijos, por causa de
las aguas del diluvio. 8De los animales limpios, y de los animales que no
eran limpios, y de las aves, y de todo lo que se arrastra sobre la
tierra, 9de dos en dos entraron con Noé en el arca; macho y
hembra, como mandó Dios a Noé. 10Y sucedió
después de siete días que las aguas del diluvio vinieron sobre la tierra. 11El año
seiscientos de la vida de Noé, en el mes segundo, a los diecisiete días del
mes, aquel día fueron rotas todas las fuentes del grande abismo, y las
cataratas de los cielos fueron abiertas; 12y hubo lluvia
sobre la tierra cuarenta días y cuarenta noches.13En este mismo
día entró Noé en el arca, y con él Sem, Cam y Jafet, hijos de Noé, la esposa de
Noé, y las tres esposas de sus hijos. 14Ellos, y
todos los animales silvestres según su especie, y todos los animales mansos
según su especie, y todo reptil que se arrastra sobre la tierra según su
especie, y toda ave según su especie, y todo pájaro, de toda especie.15Y entraron
con Noé al arca, de dos en dos de toda carne en que había espíritu de
vida. 16Y los que entraron, macho y hembra de toda carne
entraron, como le había mandado Dios. Y Jehová le cerró la puerta. 17Y fue el
diluvio cuarenta días sobre la tierra; y las aguas crecieron, y alzaron el
arca, y se elevó sobre la tierra. 18Y
prevalecieron las aguas, y crecieron en gran manera sobre la tierra; y flotaba
el arca sobre la faz de las aguas. 19Y las aguas
prevalecieron mucho en extremo sobre la tierra; y todas las altas montañas que
había debajo de todos los cielos, fueron cubiertas. 20Quince codos
más alto subieron las aguas; y fueron cubiertas las montañas.21Y murió toda
carne que se mueve sobre la tierra, así de aves como de ganado, y de bestias, y
de todo reptil que se arrastra sobre la tierra, y todo hombre:22Todo lo que
tenía aliento de espíritu de vida en sus narices, de todo lo que había en la
tierra, murió.23Así fue destruido todo ser viviente de sobre la faz
de la tierra, desde el hombre hasta la bestia, y los reptiles, y las aves del
cielo; y fueron raídos de la tierra; y quedó solamente Noé, y los que con él
estaban en el arca. 24Y prevalecieron las aguas sobre la tierra ciento
cincuenta días.
GÉNESIS 8
1Y se acordó Dios de Noé, y de todos los animales, y
de todas las bestias que estaban con él en el arca; e hizo pasar Dios un viento
sobre la tierra, y disminuyeron las aguas. 2Y se cerraron
las fuentes del abismo, y las cataratas de los cielos; y la lluvia de los
cielos fue detenida. 3Y las aguas retornaron gradualmente de sobre la
tierra; y al cabo de ciento cincuenta días, las aguas decrecieron. 4Y reposó el
arca en el mes séptimo, a los diecisiete días del mes, sobre los montes de
Ararat. 5Y las aguas fueron decreciendo hasta el mes décimo;
en el décimo, al primer día del mes, se descubrieron las cimas de los
montes. 6Y sucedió que al cabo de cuarenta días abrió Noé la
ventana del arca que había hecho, 7y envió un
cuervo, el cual salió, y estuvo yendo y volviendo hasta que se secaron las
aguas de sobre la tierra. 8Envió también de sí una paloma, para ver si las
aguas se habían retirado de sobre la faz de la tierra; 9Y no halló la
paloma donde sentar la planta de su pie, y se volvió a él al arca, porque las
aguas estaban aún sobre la faz de toda la tierra; entonces él extendió su mano
y tomándola, la hizo entrar consigo en el arca. 10Y esperó aún
otros siete días, y volvió a enviar la paloma fuera del arca. 11Y la paloma
volvió a él a la hora de la tarde; y he aquí que traía una hoja de olivo tomada
en su pico; y entendió Noé que las aguas se habían retirado de sobre la
tierra. 12Y esperó aún otros siete días, y envió la paloma,
la cual no volvió ya más a él. 13Y sucedió que
en el año seiscientos uno de Noé, en el mes primero, al primer día del mes, las
aguas se secaron de sobre la tierra. Y quitó Noé la cubierta del arca, y miró,
y he aquí que la faz de la tierra estaba seca. 14Y en el mes
segundo, a los veintisiete días del mes, se secó la tierra. 15Y habló Dios
a Noé, diciendo: 16Sal del arca tú, y tu esposa, y tus hijos, y las
esposas de tus hijos contigo.17Todos los animales que están contigo de toda carne,
de aves y de bestias y de todo reptil que se arrastra sobre la tierra, sacarás
contigo; y vayan por la tierra, y fructifiquen, y multiplíquense sobre la
tierra.18Entonces salió Noé, y sus hijos, y su esposa, y las
esposas de sus hijos con él. 19Todos los
animales, y todo reptil y toda ave, todo lo que se mueve sobre la tierra según
sus especies, salieron del arca. 20Y edificó Noé
un altar a Jehová y tomó de todo animal limpio y de toda ave limpia, y ofreció
holocausto en el altar. 21Y percibió Jehová perfume grato; y dijo Jehová en
su corazón: Nunca más volveré a maldecir la tierra por causa del hombre; porque
el intento del corazón del hombre es malo desde su juventud; ni volveré más a
destruir todo viviente, como he hecho.22Mientras la
tierra permanezca, no cesarán la sementera y la siega, el frío y el calor, el
verano y el invierno, y el día y la noche
GÉNESIS 9
1Y bendijo Dios a Noé y a sus hijos, y les dijo:
Fructificad y multiplicaos, y llenad la tierra. 2Y el temor y
el pavor de vosotros estarán sobre todo animal de la tierra, y sobre toda ave
de los cielos, en todo lo que se mueva sobre la tierra, y en todos los peces
del mar. En vuestra mano son entregados.3Todo lo que
se mueve y vive, os será para mantenimiento; así como las legumbres y plantas
verdes; os lo he dado todo. 4Pero carne
con su vida, que es su sangre, no comeréis. 5Porque
ciertamente demandaré la sangre de vuestras vidas; de mano de todo animal la
demandaré, y de mano del hombre; de mano del varón su hermano demandaré la vida
del hombre. 6El que derramare sangre del hombre, por el hombre
su sangre será derramada; porque a imagen de Dios es hecho el hombre. 7Mas vosotros
fructificad, y multiplicaos; procread abundantemente en la tierra, y
multiplicaos en ella. 8Y habló Dios a Noé y a sus hijos con él,
diciendo: 9He aquí que yo establezco mi pacto con vosotros, y
con vuestra simiente después de vosotros; 10Y con toda
alma viviente que está con vosotros, de aves, de animales, y de toda bestia de
la tierra que está con vosotros; desde todos los que salieron del arca hasta
todo animal de la tierra. 11Y estableceré mi pacto con vosotros, y no será
exterminada ya más toda carne con aguas de diluvio; ni habrá más diluvio para
destruir la tierra. 12Y dijo Dios: Ésta es la señal del pacto que yo
establezco con vosotros y con todo ser viviente que está con vosotros, por
perpetuas generaciones.13Mi arco pondré en las nubes, el cual será por señal
del pacto entre mí y la tierra. 14Y será que
cuando haré venir nubes sobre la tierra, se dejará ver entonces mi arco en las
nubes. 15Y me acordaré de mi pacto, que hay entre mí y
vosotros y todo ser viviente de toda carne; y no serán más las aguas por
diluvio para destruir toda carne. 16Y estará el
arco en las nubes, y lo veré, y me acordaré del pacto eterno entre Dios y todo
ser viviente de toda carne que hay sobre la tierra.17Y dijo Dios a
Noé: Ésta es la señal del pacto que he establecido entre mí y toda carne que
está sobre la tierra. 18Y los hijos de Noé que salieron del arca fueron
Sem, Cam y Jafet: y Cam es el padre de Canaán. 19Estos tres
son los hijos de Noé; y de ellos fue llena toda la tierra. 20Y comenzó Noé
a labrar la tierra, y plantó una viña; 21y bebió del
vino, y se embriagó, y estaba descubierto en medio de su tienda.22Y Cam, padre
de Canaán, vio la desnudez de su padre, y lo dijo a sus dos hermanos que
estaban afuera. 23Entonces Sem y Jafet tomaron la ropa, y la pusieron
sobre sus propios hombros, y andando hacia atrás, cubrieron la desnudez de su
padre teniendo vueltos sus rostros, y así no vieron la desnudez de su
padre. 24Y despertó Noé de su vino, y supo lo que había
hecho con él su hijo el más joven; 25Y dijo:
Maldito sea Canaán; Siervo de siervos será a sus hermanos. 26Dijo más: Bendito
sea Jehová el Dios de Sem, y sea Canaán su siervo. 27Engrandezca
Dios a Jafet, y habite en las tiendas de Sem, y sea Canaán su siervo. 28Y vivió Noé
después del diluvio trescientos cincuenta años. 29Y fueron
todos los días de Noé novecientos cincuenta años; y murió.
GÉNESIS 10
1Éstas son las generaciones de los hijos de Noé:
Sem, Cam y Jafet, a quienes les nacieron hijos después del diluvio. 2Los hijos de
Jafet: Gomer, Magog, Madai, Javán, Tubal, Mesec y Tiras. 3Y los hijos
de Gomer: Askenaz, Rifat y Togarma. 4Y los hijos
de Javán: Elisa, Tarsis, Quitim y Dodanim. 5Por éstos
fueron repartidas las islas de los gentiles en sus tierras, cada cual según su
lengua, conforme a sus familias en sus naciones. 6Los hijos de
Cam: Cus, Mizraim, Fut y Canaán. 7Y los hijos
de Cus: Seba, Havila, Sabta, Raama y Sabteca. Y los hijos de Raama: Seba y
Dedán. 8Y Cus engendró a Nimrod, éste comenzó a ser
poderoso en la tierra. 9Éste fue vigoroso cazador delante de Jehová; por lo
cual se dice: Así como Nimrod, vigoroso cazador delante de Jehová. 10Y fue la
cabecera de su reino Babel, Erec, Acad y Calne, en la tierra de Sinar. 11De esta
tierra salió Asur, y edificó a Nínive, y la ciudad de Rehobot, a Cala, 12y Resén entre
Nínive y Cala; la cual es ciudad grande. 13Y Mizraim
engendró a Ludim, a Anamim, a Lehabim, a Naftuhim, 14a Patrusim, a
Casluhim de donde salieron los filisteos, y a Caftorim.15Y Canaán
engendró a Sidón, su primogénito, a Het,16al jebuseo,
al amorreo, al gergeseo, 17al heveo, al araceo, al sineo, 18al arvadeo,
al samareo y al hamateo; y después se dispersaron las familias de los
cananeos. 19Y fue el término de los cananeos desde Sidón,
viniendo a Gerar hasta Gaza, hasta entrar en Sodoma y Gomorra, Adma y Zeboim
hasta Lasa.20Éstos son los hijos de Cam por sus familias, por
sus lenguas, en sus tierras, en sus naciones.21También le
nacieron hijos a Sem, padre de todos los hijos de Heber, y hermano mayor de
Jafet. 22Y los hijos de Sem: Elam, Asur, Arfaxad, Lud y
Aram.23Y los hijos de Aram: Uz, Hul, Geter y Mas. 24Y Arfaxad
engendró a Sala, y Sala engendró a Heber.25Y a Heber
nacieron dos hijos: el nombre de uno fue Peleg, porque en sus días fue
repartida la tierra; y el nombre de su hermano, Joctán. 26Y Joctán
engendró a Almodad, a Selef, a Hazarmavet, a Jera, 27a Hadoram, a
Uzal, a Dicla, 28a Obal, a Abimael, a Seba, 29a Ofir, a
Havila y a Jobad; todos éstos fueron hijos de Joctán. 30Y fue su
habitación desde Mesa viniendo de Sefar, región montañosa del oriente.31Éstos fueron
los hijos de Sem por sus familias, por sus lenguas, en sus tierras, en sus
naciones. 32Éstas son las familias de los hijos de Noé por sus
descendencias en sus naciones; y por éstos fueron divididas las naciones en la
tierra después del diluvio.
GÉNESIS 11
1Tenía entonces toda la tierra un solo lenguaje y
unas mismas palabras. 2Y aconteció que, cuando partieron de oriente,
hallaron una llanura en la tierra de Sinar, y asentaron allí. 3Y se dijeron
unos a otros: Vamos, hagamos ladrillo y cozámoslo con fuego. Y les fue el
ladrillo en lugar de piedra, y el betún en lugar de mezcla. 4Y dijeron:
Vamos, edifiquémonos una ciudad y una torre, cuya cúspide llegue al cielo; y
hagámonos un nombre, por si fuéremos esparcidos sobre la faz de toda la
tierra. 5Y descendió Jehová para ver la ciudad y la torre
que edificaban los hijos de los hombres. 6Y dijo
Jehová: He aquí el pueblo es uno, y todos estos tienen un solo lenguaje; y han
comenzado a obrar, y nada les retraerá ahora de lo que han pensado hacer. 7Ahora, pues,
descendamos, y confundamos allí su lengua, para que ninguno entienda el habla
de su compañero. 8Así los esparció Jehová desde allí sobre la faz de
toda la tierra, y dejaron de edificar la ciudad. 9Por esto fue
llamado el nombre de ella Babel, porque allí confundió Jehová el lenguaje de
toda la tierra, y desde allí los esparció sobre la faz de toda la tierra. 10Éstas son las
generaciones de Sem: Sem, de edad de cien años, engendró a Arfaxad, dos años
después del diluvio.11Y vivió Sem, después que engendró a Arfaxad
quinientos años, y engendró hijos e hijas. 12Y Arfaxad
vivió treinta y cinco años, y engendró a Sala.13Y vivió
Arfaxad, después que engendró a Sala, cuatrocientos tres años, y engendró hijos
e hijas. 14Y vivió Sala treinta años, y engendró a
Heber. 15Y vivió Sala, después que engendró a Heber,
cuatrocientos tres años, y engendró hijos e hijas. 16Y vivió Heber
treinta y cuatro años, y engendró a Peleg. 17Y vivió
Heber, después que engendró a Peleg, cuatrocientos treinta años, y engendró
hijos e hijas. 18Y vivió Peleg, treinta años, y engendró a
Reu. 19Y vivió Peleg, después que engendró a Reu,
doscientos nueve años, y engendró hijos e hijas. 20Y Reu vivió
treinta y dos años, y engendró a Serug. 21Y vivió Reu,
después que engendró a Serug, doscientos siete años, y engendró hijos e
hijas. 22Y vivió Serug treinta años, y engendró a
Nacor. 23Y vivió Serug, después que engendró a Nacor,
doscientos años, y engendró hijos e hijas. 24Y vivió Nacor
veintinueve años, y engendró a Taré. 25Y vivió
Nacor, después que engendró a Taré, ciento diecinueve años, y engendró hijos e
hijas. 26Y vivió Taré setenta años, y engendró a Abram, a
Nacor y a Harán. 27Éstas son las generaciones de Taré: Taré engendró a
Abram, a Nacor y a Harán; y Harán engendró a Lot. 28Y murió Harán
antes que su padre Taré en la tierra de su nacimiento, en Ur de los
caldeos. 29Y Abram y Nacor tomaron esposas para sí; el nombre
de la esposa de Abram era Sarai, y el nombre de la esposa de Nacor, Milca, hija
de Harán, padre de Milca y de Isca. 30Mas Sarai era
estéril, y no tenía hijo. 31Y tomó Taré a Abram su hijo, y a Lot hijo de Harán,
hijo de su hijo, y a Sarai su nuera, esposa de Abram su hijo; y salió con ellos
de Ur de los caldeos, para ir a la tierra de Canaán; y vinieron hasta Harán, y
asentaron allí. 32Y fueron los días de Taré doscientos cinco años; y
murió Taré en Harán.
GÉNESIS 12
1Pero Jehová había dicho a Abram: Vete de tu tierra
y de tu parentela, y de la casa de tu padre, a la tierra que yo te
mostraré; 2y haré de ti una nación grande, y te bendeciré, y engrandeceré
tu nombre, y serás bendición. 3Y bendeciré a
los que te bendijeren, y a los que te maldijeren maldeciré: y serán benditas en
ti todas las familias de la tierra. 4Y se fue
Abram, como Jehová le dijo; y fue con él Lot; y era Abram de edad de setenta y
cinco años cuando salió de Harán. 5Y tomó Abram
a Sarai su esposa, y a Lot hijo de su hermano, y todos sus bienes que habían
ganado, y las personas que habían adquirido en Harán, y salieron para ir a
tierra de Canaán; y a tierra de Canaán llegaron. 6Y pasó Abram
por aquella tierra hasta el lugar de Siquem, hasta el valle de Moreh; y el
cananeo estaba entonces en la tierra. 7Y apareció
Jehová a Abram, y le dijo: A tu simiente daré esta tierra. Y edificó allí un
altar a Jehová, que le había aparecido.8Y se pasó de
allí a un monte al oriente de Betel, y tendió su tienda, teniendo a Betel al
occidente y Hai al oriente; y edificó allí un altar a Jehová e invocó el nombre
de Jehová. 9Y partió Abram de allí, caminando y yendo aún hacia
el sur. 10Y hubo hambre en la tierra, y descendió Abram a
Egipto para peregrinar allá; porque era grande el hambre en la tierra. 11Y aconteció
que cuando estaba para entrar en Egipto, dijo a Sarai su esposa: He aquí, ahora
conozco que eres mujer de hermoso parecer; 12y será que
cuando te vean los egipcios, dirán: Su esposa es; y me matarán a mí, y a ti te
reservarán la vida. 13Ahora, pues, di que eres mi hermana, para que me
vaya bien por causa tuya, y viva mi alma por amor de ti. 14Y aconteció
que cuando entró Abram en Egipto, los egipcios vieron que la mujer era muy
hermosa. 15La vieron también los príncipes de Faraón, y la
alabaron delante de Faraón; y fue llevada la mujer a casa de Faraón: 16E hizo bien a
Abram por causa de ella; y él tuvo ovejas, vacas, asnos, siervos, criadas,
asnas y camellos. 17Mas Jehová hirió a Faraón y a su casa con grandes
plagas, por causa de Sarai esposa de Abram. 18Entonces
Faraón llamó a Abram y le dijo: ¿Qué es esto que has hecho conmigo? ¿Por qué no
me declaraste que era tu esposa? 19¿Por qué dijiste:
Es mi hermana, poniéndome en ocasión de tomarla para mí por esposa? Ahora pues,
he aquí tu esposa, tómala y vete.20Entonces
Faraón dio orden a sus hombres acerca de Abram; y le acompañaron, y a su esposa
con todo lo que tenía.
GÉNESIS 13
1Subió, pues, Abram de Egipto hacia el sur, él y su
esposa, con todo lo que tenía, y con él Lot. 2Y Abram era
riquísimo en ganado, en plata y oro. 3Y volvió por
sus jornadas de la parte del sur hacia Betel, hasta el lugar donde había estado
antes su tienda entre Betel y Hai; 4al lugar del
altar que había hecho allí antes; e invocó allí Abram el nombre de
Jehová. 5Y también Lot, que andaba con Abram, tenía ovejas,
y vacas, y tiendas. 6Y la tierra no podía darles para que habitasen
juntos: porque sus posesiones eran muchas, y no podían morar en un mismo
lugar. 7Y hubo contienda entre los pastores del ganado de
Abram y los pastores del ganado de Lot; y el cananeo y el ferezeo habitaban
entonces en la tierra.8Entonces Abram dijo a Lot: No haya ahora altercado
entre nosotros, entre mis pastores y los tuyos, porque somos hermanos. 9¿No está toda
la tierra delante de ti? Yo te ruego que te apartes de mí. Si vas a la mano
izquierda, yo iré a la derecha; y si tú vas a la mano derecha, yo iré a la
izquierda. 10Y alzó Lot sus ojos, y vio toda la llanura del
Jordán, que toda ella era de riego, como el huerto de Jehová, como la tierra de
Egipto entrando en Zoar, antes que destruyese Jehová a Sodoma y a
Gomorra. 11Entonces Lot escogió para sí toda la llanura del
Jordán; y se fue Lot hacia el oriente, y se apartaron el uno del otro. 12Abram asentó
en la tierra de Canaán, y Lot asentó en las ciudades de la llanura, y fue
poniendo sus tiendas hasta Sodoma. 13Mas los
hombres de Sodoma eran malos y pecadores contra Jehová en gran manera.14Y Jehová dijo
a Abram, después que Lot se apartó de él: Alza ahora tus ojos, y mira desde el
lugar donde estás hacia el norte, y el sur, al oriente y al occidente;15Porque toda
la tierra que ves, la daré a ti y a tu simiente para siempre. 16Y haré tu
simiente como el polvo de la tierra; que si alguno podrá contar el polvo de la
tierra, también tu simiente será contada.17Levántate, ve
por la tierra a lo largo de ella y a su ancho; porque a ti la daré. 18Abram, pues,
removiendo su tienda, vino y moró en el valle de Mamre, que está en Hebrón, y
edificó allí altar a Jehová.
GÉNESIS 14
1Y aconteció en los días de Amrafel, rey de Sinar,
Arioc, rey de Elasar, Quedorlaomer, rey de Elam, y Tidal, rey de
naciones, 2que éstos hicieron guerra contra Bera, rey de
Sodoma, y contra Birsa, rey de Gomorra, y contra Sinab, rey de Adma, y contra
Semeber, rey de Zeboim, y contra el rey de Bela, la cual es Zoar. 3Todos éstos
se juntaron en el valle de Sidim, que es el Mar Salado. 4Doce años
habían servido a Quedorlaomer, y al año decimotercero se rebelaron. 5Y en el año
decimocuarto vino Quedorlaomer, y los reyes que estaban de su parte, y
derrotaron a los refaítas en Asterot Karnaim, a los zuzitas en Ham, y a los
emitas en Save Quiriataim,6y a los horeos en el monte de Seir, hasta la
llanura de Parán, que está junto al desierto. 7Y volvieron y
vinieron a Emispat, que es Cades, y devastaron todas las haciendas de los
amalecitas, y también al amorreo, que habitaba en Hazezón-tamar. 8Y salieron el
rey de Sodoma, y el rey de Gomorra, y el rey de Adma, y el rey de Zeboim, y el
rey de Bela, que es Zoar, y ordenaron contra ellos batalla en el valle de
Sidim;9es decir, contra Quedorlaomer, rey de Elam, y
Tidal, rey de naciones, y Amrafel, rey de Sinar, y Arioc, rey de Elasar; cuatro
reyes contra cinco. 10Y el valle de Sidim estaba lleno de pozos de betún;
y huyeron el rey de Sodoma y el de Gomorra, y cayeron allí; y los demás huyeron
al monte. 11Y tomaron toda la riqueza de Sodoma y de Gomorra, y
todas sus provisiones, y se fueron. 12Tomaron también
a Lot, hijo del hermano de Abram, que moraba en Sodoma, y sus bienes, y se
fueron. 13Y vino uno de los que escaparon, y lo dijo a Abram
el hebreo, que habitaba en el valle de Mamre amorreo, hermano de Escol y
hermano de Aner, los cuales estaban confederados con Abram. 14Y oyó Abram
que su hermano estaba prisionero, y armó sus criados, los criados de su casa,
trescientos dieciocho, y los siguió hasta Dan. 15Y se esparció
contra ellos de noche, él y sus siervos, y los hirió, y los fue siguiendo hasta
Hobah, que está a la izquierda de Damasco. 16Y recobró
todos los bienes, y también a Lot su hermano y sus bienes, y también a las
mujeres y a la gente. 17Y cuando volvía de derrotar a Quedorlaomer y a los
reyes que con él estaban, salió el rey de Sodoma a recibirlo al valle de Save,
que es el valle del Rey. 18Entonces Melquisedec, Rey de Salem, el cual era
sacerdote del Dios Altísimo, sacó pan y vino, 19y le bendijo,
y dijo: Bendito sea Abram del Dios Altísimo, poseedor de los cielos y de la
tierra; 20y bendito sea el Dios Altísimo, que entregó tus
enemigos en tu mano. Y le dio Abram los diezmos de todo. 21Entonces el
rey de Sodoma dijo a Abram: Dame las personas, y toma para ti los bienes. 22Y respondió
Abram al rey de Sodoma: He alzado mi mano a Jehová Dios Altísimo, poseedor de
los cielos y de la tierra, 23que desde un
hilo hasta la correa de un calzado, nada tomaré de todo lo que es tuyo, para
que no digas: Yo enriquecí a Abram;24excepto
solamente lo que comieron los jóvenes, y la porción de los varones que fueron
conmigo, Aner, Escol, y Mamre; los cuales tomarán su porción.
GÉNESIS 15
1Después de estas cosas vino la palabra de Jehová a
Abram en visión, diciendo: No temas, Abram; yo soy tu escudo, y soy tu galardón
sobremanera grande. 2Y respondió Abram: Señor Jehová ¿qué me has de dar,
siendo así que ando sin hijos, y el mayordomo de mi casa es ese damasceno
Eliezer? 3Dijo más Abram: Mira que no me has dado hijos, y he
aquí que es mi heredero uno nacido en mi casa. 4Y luego vino
a él la palabra de Jehová, diciendo: No te heredará éste, sino el que saldrá de
tus entrañas será el que te herede.5Y le llevó
fuera, y dijo: Mira ahora a los cielos, y cuenta las estrellas, si las puedes
contar. Y le dijo: Así será tu simiente. 6Y creyó a
Jehová, y Él se lo contó por justicia. 7Y le dijo: Yo
soy Jehová, que te saqué de Ur de los caldeos, para darte a heredar esta
tierra.8Y él respondió: Señor Jehová ¿en qué conoceré que
la he de heredar? 9Y le dijo: Apártame una becerra de tres años, y una
cabra de tres años, y un carnero de tres años, una tórtola también, y un
palomino. 10Y tomó él todas estas cosas, y las partió por la
mitad, y puso cada mitad una enfrente de otra; mas no partió las aves. 11Y descendían
aves sobre los cuerpos muertos, y Abram las ahuyentaba. 12Mas a la
caída del sol sobrecogió el sueño a Abram, y he aquí que el pavor de una grande
oscuridad cayó sobre él.13Entonces dijo a Abram: Ten por cierto que tu
simiente será peregrina en tierra no suya, y servirá a los de allí y será
afligida por cuatrocientos años.14Mas también a
la nación a quien servirán, juzgaré yo; y después de esto saldrán con grande
riqueza.15Y tú vendrás a tus padres en paz, y serás sepultado
en buena vejez. 16Y en la cuarta generación volverán acá; porque la
maldad del amorreo aún no ha llegado a su colmo. 17Y sucedió que
puesto el sol, y ya oscurecido, se dejó ver un horno humeando, y una antorcha
de fuego que pasó por entre los animales divididos. 18En aquel día
hizo Jehová un pacto con Abram diciendo: A tu simiente daré esta tierra desde
el río de Egipto hasta el río grande, el río Éufrates;19Los cineos,
los cenezeos, los cadmoneos, 20los heteos,
los ferezeos, los refaítas, 21los amorreos,
los cananeos, los gergeseos y los jebuseos.
GÉNESIS 16
1Y Sarai, esposa de Abram no le daba hijos; y ella
tenía una sierva egipcia, que se llamaba Agar. 2Dijo, pues,
Sarai a Abram: Ya ves que Jehová me ha hecho estéril; te ruego que entres a mi
sierva; quizá tendré hijos de ella. Y atendió Abram al dicho de Sarai. 3Y Sarai,
esposa de Abram, tomó a Agar su sierva egipcia, al cabo de diez años que había
habitado Abram en la tierra de Canaán, y la dio a Abram su marido por
esposa. 4Y él cohabitó con Agar, la cual concibió; y cuando
vio que había concebido, miraba con desprecio a su señora. 5Entonces Sarai
dijo a Abram: Mi afrenta sea sobre ti; yo puse mi sierva en tu seno, y viéndose
embarazada, me mira con desprecio; juzgue Jehová entre tú y yo. 6Y respondió
Abram a Sarai: He ahí tu sierva en tu mano, haz con ella lo que bien te
pareciere. Y como Sarai la afligía, ella huyó de su presencia. 7Y la halló el
Ángel de Jehová junto a una fuente de agua en el desierto, junto a la fuente
que está en el camino de Shur. 8Y le dijo:
Agar, sierva de Sarai, ¿de dónde vienes tú, y a dónde vas? Y ella respondió:
Huyo de delante de Sarai mi señora. 9Y le dijo el
Ángel de Jehová: Vuélvete a tu señora, y ponte sumisa bajo de su mano. 10Le dijo
también el Ángel de Jehová: Multiplicaré tanto tu descendencia, que no será
contada a causa de la multitud. 11Le dijo
también el Ángel de Jehová: He aquí que has concebido, y darás a luz un hijo, y
llamarás su nombre Ismael, porque Jehová ha oído tu aflicción. 12Y él será
hombre fiero; su mano será contra todos, y las manos de todos contra él, y
delante de todos sus hermanos habitará. 13Entonces
llamó el nombre de Jehová que con ella hablaba: Tú Dios me ves; porque dijo:
¿No he visto también aquí al que me ve? 14Por lo cual
llamó al pozo, Pozo del Viviente que me ve. He aquí está entre Cades y
Bered. 15Y Agar dio a luz un hijo a Abram, y llamó Abram el
nombre de su hijo que le dio Agar, Ismael. 16Y era Abram
de edad de ochenta y seis años, cuando Agar dio a luz a Ismael.
GÉNESIS 17
1Y siendo Abram de edad de noventa y nueve años, le
apareció Jehová, y le dijo: Yo soy el Dios Todopoderoso; anda delante de mí, y
sé perfecto.2Y yo estableceré mi pacto contigo, y te
multiplicaré en gran manera. 3Entonces
Abram cayó sobre su rostro, y Dios habló con él diciendo: 4He aquí mi
pacto es contigo: Serás padre de muchas naciones:5Y no se
llamará más tu nombre Abram, sino que será tu nombre Abraham, porque te he
puesto por padre de muchedumbre de gentes. 6Y te
multiplicaré mucho en gran manera, y de ti haré naciones, y reyes saldrán de
ti. 7Y estableceré mi pacto contigo y con tu simiente
después de ti en sus generaciones, por pacto perpetuo, para ser Dios tuyo y de
tu simiente después de ti. 8Y te daré a
ti, y a tu simiente después de ti, la tierra de tus peregrinaciones, toda la
tierra de Canaán en heredad perpetua; y seré el Dios de ellos.9Y dijo Dios a
Abraham: Tú guardarás mi pacto, tú y tu simiente después de ti en sus
generaciones.10Éste es mi pacto, que guardaréis entre mí y
vosotros y tu simiente después de ti: Será circuncidado todo varón de entre
vosotros.11Circuncidaréis, pues, la carne de vuestro prepucio,
y será por señal del pacto entre mí y vosotros. 12Y de edad de
ocho días será circuncidado todo varón entre vosotros en vuestras generaciones;
el nacido en casa, y el comprado por dinero de cualquier extranjero, que no
fuere de tu simiente. 13Debe ser circuncidado el nacido en tu casa, y el
comprado por tu dinero; y estará mi pacto en vuestra carne por pacto perpetuo.14Y el varón
incircunciso que no hubiere circuncidado la carne de su prepucio, aquella
persona será borrada de su pueblo; ha violado mi pacto. 15Dijo también
Dios a Abraham: En cuanto a tu esposa Sarai, no la llamarás Sarai, mas Sara
será su nombre. 16Y la bendeciré, y también te daré de ella hijo; sí,
la bendeciré, y vendrá a ser madre de naciones; reyes de pueblos serán de ella. 17Entonces
Abraham cayó sobre su rostro, y se rió, y dijo en su corazón: ¿A hombre de cien
años ha de nacer hijo? ¿Y Sara, ya de noventa años, ha de dar a luz? 18Y dijo
Abraham a Dios: Te ruego que Ismael viva delante de ti. 19Y respondió
Dios: Ciertamente Sara tu esposa te dará a luz un hijo, y llamarás su nombre
Isaac; y confirmaré mi pacto con él, y con su simiente después de él por pacto
perpetuo. 20Y en cuanto a Ismael, también te he oído; he aquí
que le bendeciré, y le haré fructificar y le multiplicaré mucho en gran manera;
doce príncipes engendrará, y haré de él una nación grande. 21Mas yo
estableceré mi pacto con Isaac, el cual Sara te dará a luz por este tiempo el
año siguiente. 22Y acabó de hablar con él, y subió Dios de estar con
Abraham.23Entonces tomó Abraham a Ismael su hijo, y a todos
los siervos nacidos en su casa, y a todos los comprados por su dinero, a todo
varón entre los domésticos de la casa de Abraham, y circuncidó la carne del
prepucio de ellos en aquel mismo día, como Dios le había dicho. 24Era Abraham
de edad de noventa y nueve años cuando circuncidó la carne de su
prepucio. 25E Ismael su hijo era de trece años cuando fue
circuncidada la carne de su prepucio.26En el mismo
día fue circuncidado Abraham e Ismael su hijo. 27Y todos los
varones de su casa, el siervo nacido en casa, y el comprado por dinero del
extranjero, fueron circuncidados con él.
GÉNESIS 18
1Y le apareció Jehová en el valle de Mamre, estando
él sentado a la puerta de su tienda en el calor del día.2Y alzó sus
ojos y miró, y he aquí tres varones que estaban junto a él; y cuando los vio,
salió corriendo de la puerta de su tienda a recibirlos, y se inclinó hacia la
tierra, 3y dijo: Mi Señor, si ahora he hallado gracia en tus
ojos, te ruego que no pases de tu siervo. 4Que se traiga
ahora un poco de agua, y lavad vuestros pies; y recostaos debajo de un
árbol, 5y traeré un bocado de pan, y sustentad vuestro
corazón; después pasaréis; porque por eso habéis pasado cerca de vuestro
siervo. Y ellos dijeron: Haz así como has dicho.6Entonces
Abraham fue de prisa a la tienda a Sara, y le dijo: Toma presto tres medidas de
flor de harina, amasa y haz panes cocidos debajo del rescoldo. 7Y corrió
Abraham a las vacas, y tomó un becerro tierno y bueno, y lo dio al criado, y
éste se dio prisa a aderezarlo. 8Y tomó
mantequilla y leche, y el becerro que había aderezado, y lo puso delante de
ellos; y él estaba junto a ellos debajo del árbol; y comieron. 9Y le dijeron:
¿Dónde está Sara tu esposa? Y él respondió: Aquí en la tienda. 10Entonces
dijo: De cierto volveré a ti según el tiempo de la vida, y he aquí, tendrá un
hijo tu esposa Sara. Y Sara escuchaba a la puerta de la tienda, que estaba
detrás de él. 11Y Abraham y Sara eran viejos, entrados en días: y a
Sara le había cesado ya la costumbre de las mujeres.12Se rió, pues,
Sara entre sí, diciendo: ¿Después que he envejecido tendré deleite, siendo
también mi señor ya viejo? 13Entonces
Jehová dijo a Abraham: ¿Por qué se ha reído Sara diciendo: Será cierto que he
de dar a luz siendo ya vieja? 14¿Hay para
Dios alguna cosa difícil? Al tiempo señalado volveré a ti, según el tiempo de
la vida, y Sara tendrá un hijo. 15Entonces Sara
negó diciendo: No me reí; porque tuvo miedo. Y él dijo: No es así, sino que te
has reído. 16Y los varones se levantaron de allí, y miraron
hacia Sodoma: y Abraham iba con ellos acompañándolos. 17Y Jehová
dijo: ¿Encubriré yo a Abraham lo que voy a hacer, 18habiendo de
ser Abraham una nación grande y fuerte, y habiendo de ser benditas en él todas
las naciones de la tierra? 19Porque yo lo
conozco, sé que mandará a sus hijos y a su casa después de sí, que guarden el
camino de Jehová, haciendo justicia y juicio, para que haga venir Jehová sobre
Abraham lo que ha hablado acerca de él. 20Entonces
Jehová le dijo: Por cuanto el clamor de Sodoma y Gomorra se aumenta más y más,
y el pecado de ellos se ha agravado en extremo, 21descenderé
ahora, y veré si han consumado su obra según el clamor que ha venido hasta mí;
y si no, lo sabré. 22Y se apartaron de allí los varones, y fueron hacia
Sodoma; mas Abraham estaba aún delante de Jehová. 23Y se acercó
Abraham y dijo: ¿Destruirás también al justo con el impío? 24Tal vez haya
cincuenta justos dentro de la ciudad: ¿destruirás también y no perdonarás al
lugar por amor a los cincuenta justos que estén dentro de él?25Lejos de ti
el hacer tal cosa, que hagas morir al justo con el impío y que sea el justo
tratado como el impío; nunca tal hagas. El Juez de toda la tierra, ¿no ha de
hacer lo que es justo? 26Entonces respondió Jehová: Si hallare en Sodoma
cincuenta justos dentro de la ciudad, perdonaré a todo este lugar por amor de
ellos. 27Y Abraham replicó y dijo: He aquí ahora que he
comenzado a hablar a mi Señor, aunque soy polvo y ceniza: 28Quizá
faltarán de cincuenta justos cinco: ¿destruirás por aquellos cinco toda la
ciudad? Y dijo: No la destruiré, si hallare allí cuarenta y cinco. 29Y volvió a
hablarle, y dijo: Quizá se hallarán allí cuarenta. Y respondió: No lo haré por
amor de los cuarenta.30Y dijo: No se enoje ahora mi Señor, si hablare; quizá
se hallarán allí treinta. Y respondió: No lo haré si hallare allí
treinta. 31Y dijo: He aquí ahora que he emprendido el hablar a
mi Señor: quizá se hallarán allí veinte. No la destruiré, respondió, por amor
de los veinte. 32Y volvió a decir: No se enoje ahora mi Señor, si
hablare solamente una vez: quizá se hallarán allí diez. No la destruiré,
respondió, por amor de los diez. 33Y Jehová se
fue, luego que acabó de hablar a Abraham; y Abraham se volvió a su lugar.
GÉNESIS 19
1Llegaron, pues, los dos ángeles a Sodoma a la caída
de la tarde; y Lot estaba sentado a la puerta de Sodoma. Y viéndolos Lot, se
levantó a recibirlos, y se inclinó hacia el suelo; 2Y dijo:
Señores míos, he aquí os ruego que vengáis a casa de vuestro siervo y paséis en
ella la noche, y lavaréis vuestros pies; y por la mañana os levantaréis y
seguiréis vuestro camino. Y ellos respondieron: No, sino que en la plaza
pasaremos la noche. 3Mas él porfió con ellos mucho, y se vinieron con
él, y entraron en su casa; y les hizo banquete, y coció panes sin levadura y
comieron.4Pero antes que se acostasen, rodearon la casa los
hombres de la ciudad, los varones de Sodoma, todo el pueblo junto, desde el más
joven hasta el más viejo.5Y llamaron a Lot, y le dijeron: ¿Dónde están los
varones que vinieron a ti esta noche? Sácalos, para que los conozcamos. 6Entonces Lot
salió a ellos a la puerta, y cerró las puertas tras sí, 7y dijo: Os
ruego, hermanos míos, que no hagáis tal maldad. 8He aquí ahora
yo tengo dos hijas que no han conocido varón; os las sacaré fuera, y haced de
ellas como bien os pareciere; solamente a estos varones no hagáis nada, pues
que vinieron a la sombra de mi tejado. 9Y ellos
respondieron: Quita allá; y añadieron: Vino éste aquí para habitar como un
extraño, ¿y habrá de erigirse en juez? Ahora te haremos más mal que a ellos. Y
hacían gran violencia al varón, a Lot, y se acercaron para romper la
puerta. 10Entonces los varones alargaron la mano, y metieron
a Lot en casa con ellos, y cerraron la puerta. 11Y a los hombres
que estaban a la puerta de la casa desde el menor hasta el mayor, hirieron con
ceguera; de modo que ellos se fatigaban buscando la puerta. 12Y dijeron los
varones a Lot: ¿Tienes aquí alguno más? Yernos, y tus hijos y tus hijas, y todo
lo que tienes en la ciudad, sácalo de este lugar:13Porque vamos
a destruir este lugar, por cuanto el clamor de ellos ha subido de punto delante
de Jehová; por tanto, Jehová nos ha enviado para destruirlo.14Entonces
salió Lot, y habló a sus yernos, los que habían de tomar sus hijas, y les dijo:
Levantaos, salid de este lugar; porque Jehová va a destruir esta ciudad. Mas
pareció a sus yernos como que se burlaba. 15Y al rayar el
alba, los ángeles daban prisa a Lot, diciendo: Levántate, toma tu esposa, y tus
dos hijas que se hallan aquí, para que no perezcas en el castigo de la
ciudad. 16Y deteniéndose él, los varones asieron de su mano,
y de la mano de su esposa, y de las manos de sus dos hijas según la
misericordia de Jehová para con él; y le sacaron, y le pusieron fuera de la ciudad. 17Y fue que
cuando los hubo llevado fuera, dijo: Escapa por tu vida; no mires tras ti, ni
pares en toda esta llanura; escapa al monte, no sea que perezcas. 18Pero Lot les
dijo: No, yo te ruego, mi Señor. 19He aquí ahora
ha hallado tu siervo gracia en tus ojos, y has engrandecido tu misericordia que
has hecho conmigo dándome la vida; mas yo no podré escapar al monte, no sea que
me alcance el mal y muera. 20He aquí ahora
esta ciudad está cerca para huir allá, la cual es pequeña; escaparé ahora allá
¿no es ella pequeña?, y vivirá mi alma. 21Y le
respondió: He aquí he recibido también tu súplica sobre esto, y no destruiré la
ciudad de que has hablado. 22Date prisa,
escápate allá; porque nada podré hacer hasta que hayas llegado allí. Por esto
fue llamado el nombre de la ciudad, Zoar. 23El sol salía
sobre la tierra, cuando Lot llegó a Zoar. 24Entonces
Jehová hizo llover sobre Sodoma y sobre Gomorra azufre y fuego de parte de
Jehová desde los cielos; 25y destruyó las ciudades, y toda aquella llanura,
con todos los moradores de aquellas ciudades, y el fruto de la tierra.26Entonces la
esposa de Lot miró atrás, a espaldas de él, y se volvió estatua de sal. 27Y subió
Abraham por la mañana al lugar donde había estado delante de Jehová: 28Y miró hacia
Sodoma y Gomorra, y hacia toda la tierra de aquella llanura miró; y he aquí que
el humo subía de la tierra como el humo de un horno.29Así fue que,
cuando destruyó Dios las ciudades de la llanura, se acordó Dios de Abraham, y
envió fuera a Lot de en medio de la destrucción, al asolar las ciudades donde
Lot estaba. 30Pero Lot subió de Zoar, y asentó en el monte, y sus
dos hijas con él; porque tuvo miedo de quedar en Zoar, y habitó en una cueva él
y sus dos hijas. 31Entonces la mayor dijo a la menor: Nuestro padre es
viejo, y no queda varón en la tierra que entre a nosotras conforme a la
costumbre de toda la tierra: 32Ven, demos a
beber vino a nuestro padre, y acostémonos con él, y conservaremos de nuestro
padre descendencia. 33Y dieron a beber vino a su padre aquella noche; y
entró la mayor, y se acostó con su padre; mas él no sintió cuando se acostó
ella, ni cuando se levantó. 34Y aconteció
que al día siguiente dijo la mayor a la menor: He aquí que anoche yo me acosté
con mi padre; démosle a beber vino también esta noche, y entra y acuéstate con
él, para que conservemos de nuestro padre descendencia. 35Y dieron a
beber vino a su padre también aquella noche; y se levantó la menor, y se acostó
con él; y él no se dio cuenta cuando se acostó ella, ni cuando se
levantó. 36Y concibieron las dos hijas de Lot, de su
padre. 37Y la mayor dio a luz un hijo, y llamó su nombre
Moab, el cual es padre de los moabitas hasta hoy. 38La menor
también dio a luz un hijo, y llamó su nombre Ben-amí, el cual es padre de los
amonitas hasta hoy.
GÉNESIS 20
1De allí partió Abraham a la tierra del sur, y
asentó entre Cades y Shur, y habitó como forastero en Gerar.2Y dijo
Abraham de Sara su esposa: Mi hermana es. Y Abimelec, rey de Gerar, envió y
tomó a Sara.3Pero Dios vino a Abimelec en sueños de noche, y le
dijo: He aquí muerto eres a causa de la mujer que has tomado, la cual es casada
con marido. 4Mas Abimelec no se había llegado a ella, y dijo:
Señor, ¿matarás también la gente justa? 5¿No me dijo
él: Mi hermana es; y ella también dijo: Es mi hermano? Con sencillez de mi
corazón, y con limpieza de mis manos he hecho esto. 6Y le dijo
Dios en sueños: Yo también sé que con integridad de tu corazón has hecho esto;
y yo también te detuve de pecar contra mí, y así no te permití que la
tocases. 7Ahora, pues, devuélvele su esposa a este hombre;
porque él es profeta, y orará por ti, y vivirás. Y si tú no la devolvieres,
sabe que de cierto morirás, con todo lo que fuere tuyo. 8Entonces
Abimelec se levantó de mañana, y llamó a todos sus siervos, y dijo todas estas
palabras en los oídos de ellos; y temieron los hombres en gran manera.9Después llamó
Abimelec a Abraham y le dijo: ¿Qué nos has hecho? ¿En qué pequé yo contra ti,
que has atraído sobre mí y sobre mi reino tan gran pecado? lo que no debiste
hacer has hecho conmigo. 10Y dijo más Abimelec a Abraham: ¿Qué viste para que
hicieses esto? 11Y Abraham respondió: Porque dije para mí: Cierto no
hay temor de Dios en este lugar, y me matarán por causa de mi esposa. 12Y a la verdad
también es mi hermana, hija de mi padre, mas no hija de mi madre, y la tomé por
esposa. 13Y fue que, cuando Dios me hizo salir errante de la
casa de mi padre, yo le dije: Ésta es la merced que tú me harás, que en todos
los lugares adonde lleguemos, digas de mí: Mi hermano es. 14Entonces
Abimelec tomó ovejas y vacas, y siervos y siervas, y lo dio a Abraham, y le
devolvió a Sara su esposa. 15Y dijo
Abimelec: He aquí mi tierra está delante de ti, habita donde bien te
pareciere. 16Y a Sara dijo: He aquí he dado mil piezas de plata
a tu hermano; mira que él te es como velo de ojos para todos los que están
contigo, y para con todos; así fue reprendida.17Entonces
Abraham oró a Dios; y Dios sanó a Abimelec y a su esposa, y a sus siervas, y
tuvieron hijos. 18Porque Jehová había cerrado completamente toda
matriz de la casa de Abimelec, a causa de Sara esposa de Abraham.
GÉNESIS 21
1Y visitó Jehová a Sara, como había dicho, e hizo
Jehová con Sara como había hablado. 2Y Sara
concibió y dio a luz un hijo a Abraham en su vejez, en el tiempo que Dios le había
dicho. 3Y llamó Abraham el nombre de su hijo que le nació,
que le dio a luz Sara, Isaac. 4Y circuncidó
Abraham a su hijo Isaac de ocho días, como Dios le había mandado. 5Y era Abraham
de cien años, cuando le nació Isaac su hijo.6Entonces dijo
Sara: Dios me ha hecho reír, y cualquiera que lo oyere, se reirá conmigo. 7Y añadió:
¿Quién dijera a Abraham que Sara había de dar de mamar a hijos? pues que le he
dado un hijo en su vejez. 8Y creció el niño, y fue destetado; e hizo Abraham
gran banquete el día que fue destetado Isaac. 9Y vio Sara al
hijo de Agar la egipcia, el cual ésta le había dado a luz a Abraham, que se
burlaba.10Por tanto dijo a Abraham: Echa a esta sierva y a su
hijo; pues el hijo de esta sierva no ha de heredar con mi hijo, con
Isaac. 11Este dicho pareció grave en gran manera a Abraham a
causa de su hijo.12Entonces dijo Dios a Abraham: No te parezca grave a
causa del muchacho y de tu sierva; en todo lo que te dijere Sara, oye su voz,
porque en Isaac te será llamada descendencia. 13Y también del
hijo de la sierva haré una nación, porque es tu simiente.14Entonces
Abraham se levantó muy de mañana, y tomó pan, y un odre de agua, y lo dio a
Agar, poniéndolo sobre su hombro, y le entregó el muchacho, y la despidió. Y
ella partió, y andaba errante por el desierto de Beerseba. 15Y faltó el
agua del odre, y echó al muchacho debajo de un árbol; 16Y se fue y se
sentó enfrente, alejándose como a un tiro de arco; porque decía: No veré cuando
el muchacho morirá: y se sentó enfrente, y alzó su voz y lloró. 17Y oyó Dios la
voz del muchacho; y el Ángel de Dios llamó a Agar desde el cielo, y le dijo:
¿Qué tienes, Agar? No temas; porque Dios ha oído la voz del muchacho en donde
está. 18Levántate, alza al muchacho, y tómalo en tus manos,
porque haré de él una gran nación. 19Entonces
abrió Dios sus ojos, y vio una fuente de agua; y fue, y llenó el odre de agua,
y dio de beber al muchacho. 20Y Dios fue
con el muchacho; y creció, y habitó en el desierto, y fue tirador de
arco. 21Y habitó en el desierto de Parán; y su madre le
tomó esposa de la tierra de Egipto. 22Y aconteció
en aquel mismo tiempo que habló Abimelec, y Ficol, príncipe de su ejército, a
Abraham diciendo: Dios es contigo en todo cuanto haces. 23Ahora pues,
júrame aquí por Dios, que no faltarás a mí, ni a mi hijo, ni a mi nieto; sino
que conforme a la bondad que yo hice contigo, harás tú conmigo y con la tierra
donde has peregrinado. 24Y respondió Abraham: Yo juraré. 25Y Abraham
reconvino a Abimelec a causa de un pozo de agua, que los siervos de Abimelec le
habían quitado. 26Y respondió Abimelec: No sé quién haya hecho esto,
ni tampoco tú me lo hiciste saber, ni yo lo he oído hasta hoy. 27Y tomó
Abraham ovejas y vacas, y dio a Abimelec; e hicieron ambos alianza.28Y puso
Abraham siete corderas del rebaño aparte.29Y dijo
Abimelec a Abraham: ¿Qué significan esas siete corderas que has puesto
aparte? 30Y él respondió: Que estas siete corderas tomarás de
mi mano, para que me sean en testimonio de que yo cavé este pozo. 31Por esto
llamó a aquel lugar Beerseba; porque allí juraron ambos. 32Así hicieron
alianza en Beerseba: y se levantó Abimelec y Ficol, príncipe de su ejército, y
se volvieron a tierra de los filisteos. 33Y plantó
Abraham un bosque en Beerseba, e invocó allí el nombre de Jehová, el Dios
eterno. 34Y moró Abraham en tierra de los filisteos muchos
días.
GÉNESIS 22
1Y aconteció después de estas cosas, que probó Dios
a Abraham, y le dijo: Abraham. Y él respondió: Heme aquí. 2Y dijo: Toma
ahora tu hijo, tu único, Isaac, a quien amas, y vete a tierra de Moriah, y
ofrécelo allí en holocausto sobre uno de los montes que yo te diré. 3Y Abraham se
levantó muy de mañana, y enalbardó su asno, y tomó consigo dos mozos suyos, y a
Isaac su hijo: y cortó leña para el holocausto, y se levantó, y fue al lugar
que Dios le dijo.4Al tercer día alzó Abraham sus ojos, y vio el lugar
de lejos. 5Entonces dijo Abraham a sus siervos: Esperaos aquí
con el asno, y yo y el muchacho iremos hasta allí, y adoraremos, y volveremos a
vosotros.6Y tomó Abraham la leña del holocausto, y la puso
sobre Isaac su hijo; y él tomó en su mano el fuego y el cuchillo; y fueron
ambos juntos. 7Entonces habló Isaac a Abraham su padre, y dijo:
Padre mío. Y él respondió: Heme aquí, mi hijo. Y él dijo: He aquí el fuego y la
leña; mas ¿dónde está el cordero para el holocausto? 8Y respondió
Abraham: Dios se proveerá el cordero para el holocausto, hijo mío. E iban
juntos. 9Y cuando llegaron al lugar que Dios le había dicho,
edificó allí Abraham un altar, y compuso la leña, y ató a Isaac su hijo, y le
puso en el altar sobre la leña. 10Y extendió
Abraham su mano, y tomó el cuchillo, para degollar a su hijo. 11Entonces el
Ángel de Jehová le dio voces del cielo, y dijo: Abraham, Abraham. Y él
respondió: Heme aquí. 12Y dijo: No extiendas tu mano sobre el muchacho, ni
le hagas nada; que ya conozco que temes a Dios, pues que no me rehusaste tu
hijo, tu único; 13Entonces alzó Abraham sus ojos, y miró, y he aquí
un carnero a sus espaldas trabado en un zarzal por sus cuernos; y fue Abraham,
y tomó el carnero, y le ofreció en holocausto en lugar de su hijo. 14Y llamó
Abraham el nombre de aquel lugar, Jehová proveerá. Por tanto se dice hoy: En el
monte de Jehová será provisto. 15Y el Ángel de
Jehová llamó a Abraham por segunda vez desde el cielo, 16y dijo: Por
mí mismo he jurado, dice Jehová, que por cuanto has hecho esto, y no me has
rehusado tu hijo, tu único; 17bendiciendo
te bendeciré, y multiplicando multiplicaré tu simiente como las estrellas del
cielo, y como la arena que está a la orilla del mar; y tu simiente poseerá las
puertas de sus enemigos:18En tu simiente serán benditas todas las naciones de
la tierra, por cuanto obedeciste a mi voz. 19Y volvió
Abraham a sus siervos, y se levantaron y se fueron juntos a Beerseba; y habitó
Abraham en Beerseba. 20Y aconteció después de estas cosas, que fue dada
nueva a Abraham, diciendo: He aquí que también Milca ha dado a luz hijos a
Nacor tu hermano:21A Uz su primogénito, y a Buz su hermano, y a
Quemuel padre de Aram. 22Y a Quesed, y a Hazo, y a Pildas, y a Jidlaf, y a
Betuel. 23Y Betuel engendró a Rebeca. Estos ocho hijos dio a
luz Milca, a Nacor, hermano de Abraham. 24Y su
concubina, que se llamaba Reúma, dio a luz también a Teba, a Gaham, a Tahas y a
Maaca.
GÉNESIS 23
1Y fue la vida de Sara ciento veintisiete años;
tantos fueron los años de la vida de Sara. 2Y murió Sara
en Quiriat-arba, que es Hebrón, en la tierra de Canaán: y vino Abraham a hacer
duelo a Sara y a llorarla. 3Y se levantó
Abraham de delante de su muerta, y habló a los hijos de Het, diciendo: 4Peregrino y
advenedizo soy entre vosotros; dadme heredad de sepultura con vosotros, y
sepultaré mi muerta de delante de mí. 5Y
respondieron los hijos de Het a Abraham, y le dijeron:6Escúchanos,
señor mío, eres un príncipe de Dios entre nosotros; en lo mejor de nuestras
sepulturas sepulta a tu muerta; ninguno de nosotros te impedirá su sepultura,
para que entierres tu muerta. 7Y Abraham se
levantó, y se inclinó al pueblo de aquella tierra, a los hijos de Het; 8Y habló con
ellos, diciendo: Si tenéis voluntad que yo sepulte mi muerta de delante de mí,
oídme, e interceded por mí con Efrón, hijo de Zoar,9para que me
dé la cueva de Macpela, que tiene al cabo de su heredad; que por su justo
precio me la dé, para posesión de sepultura en medio de vosotros.10Este Efrón se
hallaba entre los hijos de Het: y respondió Efrón heteo a Abraham, en oídos de
los hijos de Het, de todos los que entraban por la puerta de su ciudad,
diciendo: 11No, señor mío, óyeme: te doy la heredad, y te doy
también la cueva que está en ella; delante de los hijos de mi pueblo te la doy;
sepulta tu muerta. 12Y Abraham se inclinó delante del pueblo de la
tierra. 13Y respondió a Efrón en oídos del pueblo de la
tierra, diciendo: Antes, si te place, te ruego que me oigas; yo daré el precio
de la heredad, tómalo de mí, y sepultaré en ella mi muerta. 14Y respondió
Efrón a Abraham, diciéndole: 15Señor mío,
escúchame: la tierra vale cuatrocientos siclos de plata; ¿qué es esto entre tú
y yo? Entierra, pues, tu muerta. 16Entonces
Abraham se convino con Efrón, y pesó Abraham a Efrón el dinero que dijo,
oyéndolo los hijos de Het, cuatrocientos siclos de plata, de buena ley entre
mercaderes. 17Y la heredad de Efrón que estaba en Macpela
enfrente de Mamre, la heredad y la cueva que estaban en ella, y todos los
árboles que había en la heredad, y en todo su término al derredor, quedaron
asegurados 18a Abraham en posesión, a vista de los hijos de Het,
y de todos los que entraban por la puerta de la ciudad. 19Y después de
esto sepultó Abraham a Sara su esposa en la cueva de la heredad de Macpela
enfrente de Mamre, que es Hebrón en la tierra de Canaán. 20Así Abraham
adquirió de los hijos de Het el campo y la cueva que había en él, como una
propiedad para sepultura.
GÉNESIS 24
1Y Abraham era viejo y bien entrado en días; y
Jehová había bendecido a Abraham en todo. 2Y dijo
Abraham a un criado suyo, el más viejo de su casa, que era el que gobernaba en
todo lo que tenía: Pon ahora tu mano debajo de mi muslo, 3y te haré
jurar por Jehová, Dios de los cielos y Dios de la tierra, que no has de tomar
esposa para mi hijo de las hijas de los cananeos, entre los cuales yo
habito; 4Sino que irás a mi tierra y a mi parentela, y
tomarás esposa para mi hijo Isaac. 5Y el criado
le respondió: Quizá la mujer no querrá venir en pos de mí a esta tierra:
¿volveré, pues, tu hijo a la tierra de donde saliste? 6Y Abraham le
dijo: Guárdate que no vuelvas a mi hijo allá.7Jehová, Dios
de los cielos, que me tomó de la casa de mi padre y de la tierra de mi parentela,
y me habló y me juró, diciendo: A tu simiente daré esta tierra; Él enviará su
ángel delante de ti, y tú tomarás de allá esposa para mi hijo. 8Y si la mujer
no quisiere venir en pos de ti, serás libre de este mi juramento; solamente que
no vuelvas allá a mi hijo. 9Entonces el
criado puso su mano debajo del muslo de Abraham su señor, y le juró sobre este
asunto. 10Y el criado tomó diez camellos de los camellos de
su señor, y se fue, pues tenía a su disposición todos los bienes de su señor: y
puesto en camino, llegó a Mesopotamia, a la ciudad de Nacor. 11E hizo
arrodillar los camellos fuera de la ciudad, junto a un pozo de agua, a la hora
de la tarde, a la hora en que salen las doncellas por agua. 12Y dijo: Oh
Jehová, Dios de mi señor Abraham, dame, te ruego, el tener hoy buen encuentro,
y haz misericordia con mi señor Abraham. 13He aquí yo
estoy junto a la fuente de agua, y las hijas de los varones de esta ciudad
salen por agua: 14Sea, pues, que la doncella a quien yo dijere: Baja
tu cántaro, te ruego, para que yo beba; y ella respondiere: Bebe, y también
daré de beber a tus camellos; que sea ésta la que tú has destinado para tu
siervo Isaac; y en esto conoceré que habrás hecho misericordia con mi señor.15Y aconteció
que antes que él acabase de hablar, he aquí Rebeca, que había nacido a Betuel,
hijo de Milca, esposa de Nacor hermano de Abraham, la cual salía con su cántaro
sobre su hombro. 16Y la doncella era de muy hermoso aspecto, virgen, a
la que varón no había conocido; la cual descendió a la fuente, y llenó su
cántaro, y se volvía. 17Entonces el criado corrió hacia ella, y dijo: Te
ruego que me des a beber un poco de agua de tu cántaro. 18Y ella
respondió: Bebe, señor mío; y se dio prisa a bajar su cántaro sobre su mano, y
le dio a beber. 19Y cuando acabó de darle a beber, dijo: También para
tus camellos sacaré agua, hasta que acaben de beber. 20Y se dio
prisa, y vació su cántaro en la pila, y corrió otra vez al pozo para sacar
agua, y sacó para todos sus camellos. 21Y el hombre
estaba maravillado de ella, callando, para saber si Jehová había prosperado o
no su viaje. 22Y sucedió que cuando los camellos acabaron de
beber, el hombre le presentó un pendiente de oro que pesaba medio siclo, y dos
brazaletes para sus manos que pesaban diez siclos de oro, 23y dijo: ¿De
quién eres hija? Te ruego me digas, ¿hay lugar en casa de tu padre donde
posemos? 24Y ella respondió: Soy hija de Betuel, hijo de
Milca, el cual ella dio a luz a Nacor. 25Y añadió:
También hay en nuestra casa paja y mucho forraje, y lugar para posar.26El hombre
entonces se inclinó, y adoró a Jehová.27Y dijo:
Bendito sea Jehová, Dios de mi amo Abraham, que no apartó su misericordia y su
verdad de mi amo, guiándome Jehová en el camino a casa de los hermanos de mi
amo. 28Y la doncella corrió, e hizo saber en casa de su
madre estas cosas. 29Y Rebeca tenía un hermano que se llamaba Labán, el
cual corrió afuera al hombre, a la fuente: 30Y sucedió que
cuando él vio el pendiente y los brazaletes en las manos de su hermana, y
cuando oyó las palabras de su hermana Rebeca, que decía: Así me habló aquel
hombre, vino a él; y he aquí que él estaba con los camellos junto a la
fuente. 31Y le dijo: Ven, bendito de Jehová; ¿por qué estás
fuera? yo he limpiado la casa, y el lugar para los camellos. 32Entonces el
hombre vino a casa, y Labán desató los camellos; y les dio paja y forraje, y
agua para lavar los pies de él, y los pies de los hombres que con él
venían. 33Y le pusieron delante qué comer; mas él dijo: No
comeré hasta que haya dicho mi mensaje. Y él le dijo: Habla.34Entonces
dijo: Yo soy criado de Abraham; 35y Jehová ha
bendecido mucho a mi amo, y él se ha engrandecido: y le ha dado ovejas y vacas,
plata y oro, siervos y siervas, camellos y asnos. 36Y Sara, la
esposa de mi amo, en su vejez dio a luz un hijo a mi señor, a quien le ha dado
todo cuanto tiene. 37Y mi amo me hizo jurar, diciendo: No tomarás esposa
para mi hijo de las hijas de los cananeos, en cuya tierra habito; 38sino que irás
a la casa de mi padre, y a mi parentela, y tomarás esposa para mi hijo. 39Y yo dije a
mi señor: Quizás la mujer no querrá seguirme.40Entonces él
me respondió: Jehová, en cuya presencia he andado, enviará su ángel contigo, y
prosperará tu camino; y tomarás esposa para mi hijo de mi linaje y de la casa
de mi padre. 41Entonces serás libre de mi juramento, cuando
hubieres llegado a mi linaje; y si no te la dieren, serás libre de mi
juramento. 42Llegué, pues, hoy a la fuente, y dije: Jehová, Dios
de mi señor Abraham, si tú prosperas ahora mi camino por el cual ando; 43he aquí yo
estoy junto a la fuente de agua; sea, pues, que la doncella que saliere a sacar
agua, a la cual dijere: Dame a beber, te ruego, un poco de agua de tu
cántaro; 44y ella me respondiere: Bebe tú, y también para tus
camellos sacaré agua; sea ésta la mujer que destinó Jehová para el hijo de mi
señor. 45Y antes que acabase de hablar en mi corazón, he
aquí Rebeca, que salía con su cántaro sobre su hombro; y descendió a la fuente,
y sacó agua; y le dije: Te ruego que me des a beber. 46Y prestamente
bajó su cántaro de sobre su hombro, y dijo: Bebe, y también a tus camellos daré
a beber. Y bebí; y también dio de beber a mis camellos.47Entonces le
pregunté, y dije: ¿De quién eres hija? Y ella respondió: Hija de Betuel, hijo
de Nacor, que le dio a luz Milca. Entonces le puse un pendiente sobre su nariz,
y brazaletes sobre sus manos: 48Y me incliné,
y adoré a Jehová, y bendije a Jehová, Dios de mi señor Abraham, que me había
guiado por camino de verdad para tomar la hija del hermano de mi señor para su
hijo. 49Ahora, pues, si vosotros hacéis misericordia y
verdad con mi señor, declarádmelo; y si no, declarádmelo; y me iré a la derecha
o a la izquierda. 50Entonces Labán y Betuel respondieron y dijeron: De
Jehová ha salido esto; no podemos hablarte malo ni bueno. 51He ahí Rebeca
delante de ti; tómala y vete, y sea esposa del hijo de tu señor, como lo ha
dicho Jehová. 52Y aconteció que cuando el criado de Abraham oyó sus
palabras, se inclinó a tierra, y adoró a Jehová. 53Y sacó el
criado vasos de plata y vasos de oro y vestidos, y dio a Rebeca; también dio
cosas preciosas a su hermano y a su madre. 54Y comieron y
bebieron él y los varones que venían con él, y durmieron; y levantándose de
mañana, dijo: Enviadme a mi señor. 55Entonces
respondió su hermano y su madre: Espere la doncella con nosotros a lo menos
diez días, y después irá. 56Y él les dijo: No me detengáis, pues que Jehová ha
prosperado mi camino; despachadme para que me vaya a mi señor.57Ellos
respondieron entonces: Llamemos a la doncella y preguntémosle. 58Y llamaron a
Rebeca, y le dijeron: ¿Irás tú con este varón? Y ella respondió: Sí, iré. 59Entonces
dejaron ir a Rebeca su hermana, y a su nodriza, y al criado de Abraham y a sus
hombres.60Y bendijeron a Rebeca, y le dijeron: Nuestra
hermana eres; sé madre de millares de millares, y tu generación posea la puerta
de sus enemigos. 61Se levantó entonces Rebeca y sus mozas, y subieron
sobre los camellos, y siguieron al hombre; y el criado tomó a Rebeca, y se
fue. 62Y venía Isaac del Pozo del Viviente que me ve;
porque él habitaba en la tierra del sur. 63Y había
salido Isaac a orar al campo, a la hora de la tarde; y alzando sus ojos miró, y
he aquí los camellos que venían. 64Rebeca
también alzó sus ojos, y vio a Isaac, y descendió del camello;65porque había
preguntado al criado: ¿Quién es este varón que viene por el campo hacia
nosotros? Y el siervo había respondido: Éste es mi señor. Ella entonces tomó el
velo, y se cubrió. 66Entonces el criado contó a Isaac todo lo que había
hecho. 67Y la introdujo Isaac a la tienda de su madre Sara,
y tomó a Rebeca por esposa; y la amó. Y se consoló Isaac después de la muerte
de su madre.
GÉNESIS 25
1Y Abraham tomó otra esposa, cuyo nombre era
Cetura; 2la cual le dio a luz a Zimram, a Jocsán, a Medán, a
Madián, a Isbac y a Súa. 3Y Jocsán engendró a Seba y a Dedán; y los hijos de
Dedán fueron Asurim, Letusim y Leumim. 4Y los hijos
de Madián: Efa, Efer, Hanoc, Abida y Eldaa. Todos éstos fueron hijos de
Cetura. 5Y Abraham dio todo cuanto tenía a Isaac. 6Y a los hijos
de sus concubinas dio Abraham dones, y los envió lejos de Isaac su hijo, cuando
aún él vivía, hacia el oriente, a la tierra oriental.7Y éstos
fueron los días de vida que vivió Abraham; ciento setenta y cinco años. 8Y exhaló el
espíritu, y murió Abraham en buena vejez, anciano y lleno de días y fue unido a
su pueblo. 9Y lo sepultaron Isaac e Ismael sus hijos en la
cueva de Macpela, en la heredad de Efrón, hijo de Zoar heteo, que está enfrente
de Mamre; 10Heredad que compró Abraham de los hijos de Het;
allí fue Abraham sepultado, y Sara su esposa.11Y sucedió,
después de muerto Abraham, que Dios bendijo a Isaac su hijo: y habitó Isaac
junto al Pozo del Viviente que me ve. 12Y éstas son
las generaciones de Ismael, hijo de Abraham, que le dio a luz Agar egipcia,
sierva de Sara: 13Éstos, pues, son los nombres de los hijos de
Ismael, por sus nombres, por sus linajes: El primogénito de Ismael, Nebaiot;
luego Cedar, Abdeel, Mibsam, 14Misma, Duma,
Massa,15Hadad, Tema, Jetur, Nafis y Cedema. 16Éstos son los
hijos de Ismael, y éstos sus nombres por sus villas y por sus campamentos; doce
príncipes por sus familias. 17Y éstos
fueron los años de la vida de Ismael, ciento treinta y siete años: y exhaló el
espíritu Ismael, y murió; y fue unido a su pueblo. 18Y habitaron
desde Havila hasta Shur, que está enfrente de Egipto viniendo a Asiria; y murió
en presencia de todos sus hermanos. 19Y éstas son
las generaciones de Isaac, hijo de Abraham. Abraham engendró a Isaac.20Y era Isaac
de cuarenta años cuando tomó por esposa a Rebeca, hija de Betuel arameo de
Padan-aram, hermana de Labán arameo. 21Y oró Isaac a
Jehová por su esposa, que era estéril; y lo aceptó Jehová, y concibió Rebeca su
esposa. 22Y los hijos se combatían dentro de ella; y dijo: Si
es así ¿para qué vivo yo? Y fue a consultar a Jehová. 23Y le respondió
Jehová: Dos naciones hay en tu seno, y dos pueblos serán divididos desde tus
entrañas: Y el un pueblo será más fuerte que el otro pueblo, y el mayor servirá
al menor. 24Y cuando se cumplieron sus días para dar a luz, he
aquí había mellizos en su vientre.25Y salió el
primero rubio, y todo él velludo como una pelliza; y llamaron su nombre
Esaú. 26Y después salió su hermano, trabada su mano al
calcañar de Esaú: y fue llamado su nombre Jacob. Y era Isaac de edad de sesenta
años cuando ella los dio a luz. 27Y crecieron
los niños, y Esaú fue diestro en la caza, hombre del campo; pero Jacob era
varón quieto, que habitaba en tiendas. 28Y amó Isaac a
Esaú, porque comía de su caza; pero Rebeca amaba a Jacob. 29Y guisó Jacob
un potaje; y volviendo Esaú del campo, cansado, 30dijo a Jacob:
Te ruego que me des a comer de ese potaje rojo, pues estoy muy cansado. Por
tanto, fue llamado su nombre Edom. 31Y Jacob
respondió: Véndeme en este día tu primogenitura.32Entonces dijo
Esaú: He aquí yo me voy a morir; ¿para qué, pues, me servirá la
primogenitura? 33Y dijo Jacob: Júramelo en este día. Y él le juró, y
vendió a Jacob su primogenitura. 34Entonces
Jacob dio a Esaú pan y del guisado de las lentejas; y él comió y bebió, y se
levantó y se fue. Así menospreció Esaú su primogenitura.
GÉNESIS 26
1Y hubo hambre en la tierra, además de la primera
hambre que hubo en los días de Abraham; y se fue Isaac a Abimelec rey de los
filisteos, en Gerar. 2Y se le apareció Jehová, y le dijo: No desciendas a
Egipto; habita en la tierra que yo te diré. 3Habita en
esta tierra, y seré contigo, y te bendeciré; porque a ti y a tu simiente daré
todas estas tierras, y confirmaré el juramento que hice a Abraham tu
padre. 4Y multiplicaré tu simiente como las estrellas del
cielo, y daré a tu simiente todas estas tierras; y todas las naciones de la
tierra serán benditas en tu simiente,5por cuanto
oyó Abraham mi voz, y guardó mi precepto, mis mandamientos, mis estatutos y mis
leyes. 6Habitó, pues, Isaac en Gerar. 7Y los hombres
de aquel lugar le preguntaron acerca de su esposa; y él respondió: Es mi
hermana; porque tuvo miedo de decir: Es mi esposa; pues se dijo: Los hombres
del lugar me matarán por causa de Rebeca, pues ella era de hermoso
aspecto. 8Y sucedió que después que él estuvo allí muchos
días, Abimelec, rey de los filisteos, mirando por una ventana, vio a Isaac que
jugueteaba con su esposa Rebeca. 9Y llamó
Abimelec a Isaac, y dijo: He aquí ella es de cierto tu esposa; ¿cómo, pues,
dijiste: Es mi hermana? E Isaac le respondió: Porque dije: Quizá moriré por
causa de ella. 10Y Abimelec dijo: ¿Por qué nos has hecho esto? Por
poco hubiera dormido alguno del pueblo con tu esposa, y hubieras traído sobre
nosotros el pecado.11Entonces Abimelec mandó a todo el pueblo, diciendo:
El que tocare a este hombre o a su esposa, de cierto morirá. 12Y sembró
Isaac en aquella tierra, y cosechó aquel año ciento por uno; y le bendijo
Jehová. 13Y el varón se enriqueció, y fue prosperado, y
creció hasta hacerse muy poderoso.14Y tuvo hato
de ovejas, hato de vacas y mucha servidumbre; y los filisteos le tuvieron
envidia. 15Y todos los pozos que habían abierto los siervos de
Abraham su padre en sus días, los filisteos los habían cegado y llenado de
tierra. 16Y dijo Abimelec a Isaac: Apártate de nosotros,
porque mucho más poderoso que nosotros te has hecho. 17E Isaac se
fue de allí; y asentó sus tiendas en el valle de Gerar, y habitó allí. 18Y volvió a
abrir Isaac los pozos de agua que habían abierto en los días de Abraham su
padre, y que los filisteos habían cegado después de la muerte de Abraham; y los
llamó por los nombres que su padre los había llamado. 19Y los siervos
de Isaac cavaron en el valle, y hallaron allí un pozo de aguas vivas. 20Y los
pastores de Gerar riñeron con los pastores de Isaac, diciendo: El agua es
nuestra. Por eso llamó el nombre del pozo Esek, porque habían altercado con él.21Y abrieron
otro pozo, y también riñeron sobre él; y llamó su nombre Sitna. 22Y se apartó
de allí, y abrió otro pozo, y no riñeron sobre él; y llamó su nombre Rehobot, y
dijo: Porque ahora nos ha hecho ensanchar Jehová y fructificaremos en la
tierra. 23Y de allí subió a Beerseba. 24Y se le
apareció Jehová aquella noche, y dijo: Yo soy el Dios de Abraham tu padre; no
temas, porque yo estoy contigo, y yo te bendeciré, y multiplicaré tu simiente
por amor de Abraham mi siervo. 25Y edificó
allí un altar, e invocó el nombre de Jehová, y tendió allí su tienda; y
abrieron allí los siervos de Isaac un pozo. 26Y Abimelec
vino a él desde Gerar, y Ahuzat, amigo suyo, y Ficol, capitán de su
ejército. 27Y les dijo Isaac: ¿Por qué venís a mí, pues que me
habéis aborrecido, y me echasteis de entre vosotros? 28Y ellos
respondieron: Hemos visto que Jehová ha estado contigo; y dijimos: Haya ahora
juramento entre nosotros, entre tú y nosotros; y haremos un pacto
contigo, 29de que no nos harás mal, como nosotros no te hemos
tocado, y como solamente te hemos hecho bien, y te enviamos en paz. Tú eres
ahora bendito de Jehová. 30Entonces él les hizo banquete, y comieron y
bebieron. 31Y se levantaron de madrugada, y juraron el uno al
otro; e Isaac los despidió, y ellos partieron de él en paz. 32Y en aquel
día sucedió que vinieron los criados de Isaac, y le dieron las nuevas acerca
del pozo que habían abierto, y le dijeron: Hemos hallado agua. 33Y lo llamó
Seba; por cuya causa el nombre de aquella ciudad es Beerseba hasta este
día. 34Y cuando Esaú fue de cuarenta años, tomó por esposa
a Judit hija de Beeri heteo, y a Basemat hija de Elón heteo: 35Y fueron
amargura de espíritu a Isaac y a Rebeca.
GÉNESIS 27
1Y aconteció que cuando Isaac envejeció, y sus ojos
se oscurecieron quedando sin vista, llamó a Esaú, su hijo el mayor, y le dijo:
Mi hijo. Y él respondió: Heme aquí. 2Y él dijo: He
aquí ya soy viejo, no sé el día de mi muerte. 3Toma, pues,
ahora tus armas, tu aljaba y tu arco, y sal al campo, y tráeme caza; 4y hazme un
guisado, como a mí me gusta, y tráemelo, y comeré, para que mi alma te bendiga
antes que yo muera. 5Y Rebeca estaba oyendo, cuando hablaba Isaac a Esaú
su hijo; y se fue Esaú al campo para cazar lo que había de traer. 6Entonces
Rebeca habló a Jacob su hijo, diciendo: He aquí yo he oído a tu padre que
hablaba con Esaú tu hermano, diciendo: 7Tráeme caza y
hazme un guisado, para que coma, y te bendiga delante de Jehová antes que yo
muera. 8Ahora, pues, hijo mío, obedece a mi voz en lo que
te mando.9Ve ahora al rebaño, y tráeme de allí dos buenos
cabritos de las cabras, y haré de ellos un guisado para tu padre, como a él le
gusta; 10y tú lo llevarás a tu padre, y comerá, para que te
bendiga antes de su muerte. 11Y Jacob dijo
a Rebeca su madre: He aquí Esaú mi hermano es hombre velloso, y yo lampiño.12Quizá me
palpará mi padre, y me tendrá por engañador, y traeré sobre mí maldición y no
bendición.13Y su madre respondió: Hijo mío, sea sobre mí tu
maldición; solamente obedece a mi voz, y ve y tráemelos. 14Entonces él
fue, y tomó, y los trajo a su madre; y su madre hizo un guisado, como le
gustaba a su padre. 15Y tomó Rebeca la ropa preciosa de Esaú, su hijo
mayor, que ella tenía en casa, y vistió a Jacob su hijo menor: 16Y le hizo
vestir sobre sus manos y sobre la cerviz donde no tenía vello, las pieles de
los cabritos de las cabras; 17Y entregó el
guisado y el pan que había aderezado, en mano de Jacob su hijo. 18Y él fue a su
padre, y dijo: Padre mío. Y él respondió: Heme aquí, ¿quién eres, hijo
mío? 19Y Jacob dijo a su padre: Yo soy Esaú tu
primogénito; he hecho como me dijiste: levántate ahora, y siéntate, y come de
mi caza, para que me bendiga tu alma.20Entonces
Isaac dijo a su hijo: ¿Cómo es que la hallaste tan pronto, hijo mío? Y él
respondió: Porque Jehová tu Dios hizo que se encontrase delante de mí.21E Isaac dijo
a Jacob: Acércate ahora, y te palparé, hijo mío, por si eres mi hijo Esaú o
no. 22Y se acercó Jacob a su padre Isaac; y él le palpó,
y dijo: La voz es la voz de Jacob, mas las manos, son las manos de Esaú. 23Y no le
conoció, porque sus manos eran vellosas como las manos de Esaú; y le
bendijo. 24Y dijo: ¿Eres tú mi hijo Esaú? Y él respondió: Yo
soy.25Y dijo: Acércamela, y comeré de la caza de mi hijo,
para que te bendiga mi alma; y él se la acercó, y comió; le trajo también vino,
y bebió. 26Y le dijo Isaac su padre: Acércate ahora, y bésame,
hijo mío.27Y él se acercó, y le besó; y olió Isaac el olor de
sus vestiduras, y le bendijo, y dijo: Mira, el olor de mi hijo como el olor del
campo que Jehová ha bendecido:28Dios, pues, te dé del rocío del cielo, y de las
grosuras de la tierra, y abundancia de trigo y de mosto.29Pueblos te
sirvan, y naciones se inclinen a ti: Sé señor de tus hermanos, e inclínense a
ti los hijos de tu madre: Malditos los que te maldijeren, y benditos los que te
bendijeren. 30Y aconteció, luego que hubo Isaac acabado de
bendecir a Jacob, y apenas había salido Jacob de delante de Isaac su padre, que
Esaú su hermano vino de su caza. 31Y él también
hizo un guisado, y lo trajo a su padre, y le dijo: Levántese mi padre, y coma
de la caza de su hijo, para que me bendiga su alma. 32Entonces
Isaac su padre le dijo: ¿Quién eres tú? Y él dijo: Yo soy tu hijo, tu
primogénito, Esaú. 33Y se estremeció Isaac en extremo, y dijo: ¿Quién es
el que vino aquí, que tomó caza, y me trajo, y comí de todo antes que vinieses?
Yo le bendije, y será bendito. 34Cuando Esaú
oyó las palabras de su padre clamó con una muy grande y muy amarga exclamación,
y le dijo: Bendíceme también a mí, padre mío. 35Y él dijo:
Vino tu hermano con engaño, y tomó tu bendición. 36Y él
respondió: Bien llamaron su nombre Jacob, que ya me ha suplantado dos veces; se
apoderó de mi primogenitura, y he aquí ahora ha tomado mi bendición. Y dijo:
¿No has guardado bendición para mí? 37Isaac
respondió y dijo a Esaú: He aquí yo le he puesto por señor tuyo, y le he dado
por siervos a todos sus hermanos; de trigo y de vino le he provisto; ¿qué,
pues, te haré a ti ahora, hijo mío? 38Y Esaú
respondió a su padre: ¿No tienes más que una sola bendición, padre mío?
Bendíceme también a mí, padre mío. Y alzó Esaú su voz, y lloró.39Entonces
Isaac su padre habló y le dijo: He aquí será tu habitación en grosuras de la
tierra, y del rocío de los cielos de arriba; 40Y por tu
espada vivirás, y a tu hermano servirás: Y sucederá cuando te enseñorees, que
descargarás su yugo de tu cerviz.41Y Esaú
aborreció a Jacob a causa de la bendición con que le había bendecido su padre,
y dijo en su corazón: Llegarán los días del luto de mi padre, y entonces yo
mataré a mi hermano Jacob. 42Y fueron
dichas a Rebeca las palabras de Esaú su hijo mayor: y ella envió y llamó a
Jacob su hijo menor, y le dijo: He aquí, Esaú tu hermano se consuela acerca de
ti con la idea de matarte. 43Ahora pues,
hijo mío, obedece a mi voz; levántate, y huye a casa de Labán mi hermano, a
Harán. 44Y mora con él algunos días, hasta que el enojo de
tu hermano se mitigue; 45hasta que se aplaque la ira de tu hermano contra
ti, y se olvide de lo que le has hecho: yo enviaré entonces, y te traeré de
allá: ¿por qué seré privada de vosotros ambos en un día? 46Y dijo Rebeca
a Isaac: Fastidio tengo de mi vida a causa de las hijas de Het. Si Jacob toma
esposa de las hijas de Het, como éstas, de las hijas de esta tierra, ¿para qué
quiero la vida?
GÉNESIS 28
1Entonces Isaac llamó a Jacob, y le bendijo, y le
mandó diciendo: No tomes esposa de las hijas de Canaán. 2Levántate, ve
a Padan-aram, a casa de Betuel, padre de tu madre, y toma allí esposa de las
hijas de Labán, hermano de tu madre. 3Y el Dios
omnipotente te bendiga y te haga fructificar, y te multiplique, hasta venir a
ser multitud de pueblos; 4Y te dé la bendición de Abraham, y a tu simiente
contigo, para que heredes la tierra de tus peregrinaciones, que Dios dio a
Abraham. 5Así envió Isaac a Jacob, el cual fue a Padan-aram,
a Labán, hijo de Betuel arameo, hermano de Rebeca, madre de Jacob y de
Esaú. 6Y vio Esaú cómo Isaac había bendecido a Jacob, y le
había enviado a Padan-aram, para tomar para sí esposa de allí; y que cuando le
bendijo, le había mandado, diciendo: No tomarás esposa de las hijas de
Canaán; 7y que Jacob había obedecido a su padre y a su
madre, y se había ido a Padan-aram. 8Vio asimismo
Esaú que las hijas de Canaán parecían mal a Isaac su padre; 9Y se fue Esaú
a Ismael, y tomó para sí por esposa a Mahalat, hija de Ismael, hijo de Abraham,
hermana de Nebaiot, además de sus otras esposas. 10Y salió Jacob
de Beerseba, y fue a Harán; 11y encontró
con un lugar, y durmió allí porque ya el sol se había puesto; y tomó una de las
piedras de aquel paraje y la puso de cabecera, y se acostó en aquel
lugar. 12Y soñó, y he aquí una escalera que estaba apoyada
en tierra, y su extremo tocaba en el cielo: y he aquí ángeles de Dios que
subían y descendían por ella. 13Y he aquí,
Jehová estaba en lo alto de ella, el cual dijo: Yo soy Jehová, el Dios de
Abraham tu padre, y el Dios de Isaac: la tierra en que estás acostado te la
daré a ti y a tu simiente. 14Y será tu
simiente como el polvo de la tierra, y te extenderás al occidente, y al
oriente, y al norte, y al sur; y todas las familias de la tierra serán benditas
en ti y en tu simiente. 15Y he aquí, yo estoy contigo, y te guardaré por
dondequiera que vayas, y te volveré a esta tierra; porque no te dejaré hasta tanto
que haya hecho lo que te he dicho. 16Y despertó
Jacob de su sueño y dijo: Ciertamente Jehová está en este lugar, y yo no lo
sabía. 17Y tuvo miedo, y dijo: ¡Cuán terrible es este lugar!
Esto no es otra cosa sino casa de Dios y puerta del cielo. 18Y se levantó
Jacob de mañana, y tomó la piedra que había puesto de cabecera, y la alzó por
columna, y derramó aceite sobre ella. 19Y llamó el
nombre de aquel lugar Betel, bien que Luz era el nombre de la ciudad
primero. 20E hizo Jacob voto, diciendo: Si Dios va conmigo, y
me guarda en este viaje que voy, y me da pan para comer y vestidura para
vestir, 21y si vuelvo en paz a casa de mi padre, Jehová será
mi Dios, 22y esta piedra que he puesto por columna, será casa
de Dios; y de todo lo que me dieres, el diezmo apartaré para ti.
GÉNESIS 29
1Y siguió Jacob su camino, y fue a la tierra de los
orientales. 2Y miró, y vio un pozo en el campo: y he aquí tres
rebaños de ovejas que yacían cerca de él; porque de aquel pozo abrevaban los
ganados: y había una gran piedra sobre la boca del pozo. 3Y se juntaban
allí todos los rebaños; y revolvían la piedra de sobre la boca del pozo, y
abrevaban las ovejas; y volvían la piedra sobre la boca del pozo a su lugar.4Y les dijo
Jacob: Hermanos míos, ¿de dónde sois? Y ellos respondieron: De Harán
somos. 5Y él les dijo: ¿Conocéis a Labán, hijo de Nacor? Y
ellos dijeron: Sí, le conocemos. 6Y él les
dijo: ¿Tiene paz? Y ellos dijeron: Paz; y he aquí Raquel su hija viene con el
ganado. 7Y él dijo: He aquí el día es aún grande; no es
tiempo todavía de recoger el ganado; abrevad las ovejas, e id a
apacentarlas. 8Y ellos respondieron: No podemos, hasta que se
junten todos los ganados, y remuevan la piedra de sobre la boca del pozo, para
que abrevemos las ovejas. 9Y mientras él aún hablaba con ellos Raquel vino con
el ganado de su padre, porque ella era la pastora. 10Y sucedió que
cuando Jacob vio a Raquel, hija de Labán hermano de su madre, y a las ovejas de
Labán, el hermano de su madre, se acercó Jacob, y removió la piedra de sobre la
boca del pozo, y abrevó el ganado de Labán hermano de su madre. 11Y Jacob besó
a Raquel, y alzó su voz, y lloró. 12Y Jacob dijo
a Raquel que él era hermano de su padre, y que era hijo de Rebeca: y ella
corrió, y dio las nuevas a su padre. 13Y sucedió que
cuando Labán oyó las nuevas de Jacob, hijo de su hermana, corrió a recibirlo, y
lo abrazó, y lo besó, y le trajo a su casa: y él contó a Labán todas estas
cosas.14Y Labán le dijo: Ciertamente hueso mío y carne mía
eres. Y estuvo con él el tiempo de un mes.15Entonces dijo
Labán a Jacob: ¿Por ser tú mi hermano, me has de servir de balde? declárame qué
será tu salario. 16Y Labán tenía dos hijas: el nombre de la mayor era
Lea, y el nombre de la menor, Raquel.17Y los ojos de
Lea eran tiernos, pero Raquel era de lindo semblante y de hermoso
parecer. 18Y Jacob amó a Raquel, y dijo: Yo te serviré siete
años por Raquel tu hija menor. 19Y Labán
respondió: Mejor es que te la dé a ti, y no que la dé a otro hombre; quédate
conmigo. 20Así sirvió Jacob por Raquel siete años; y le
parecieron como pocos días porque la amaba.21Y dijo Jacob
a Labán: Dame mi esposa, porque mi tiempo es cumplido para que cohabite con
ella.22Entonces Labán juntó a todos los varones de aquel
lugar, e hizo banquete. 23Y sucedió que a la noche tomó a Lea su hija, y se
la trajo: y él entró a ella. 24Y dio Labán
su sierva Zilpa a su hija Lea por criada.25Y venida la
mañana, he aquí que era Lea: y él dijo a Labán: ¿Qué es esto que me has hecho?
¿No te he servido por Raquel? ¿Por qué, pues, me has engañado? 26Y Labán
respondió: No se hace así en nuestro lugar, que se dé la menor antes de la
mayor.27Cumple la semana de ésta, y se te dará también la
otra, por el servicio que hicieres conmigo otros siete años. 28E hizo Jacob
así, y cumplió la semana de aquélla: y él le dio a Raquel su hija por
esposa. 29Y dio Labán a Raquel su hija por criada a su sierva
Bilha.30Y entró también a Raquel; y la amó también más que
a Lea: y sirvió con él aún otros siete años. 31Y vio Jehová
que Lea era aborrecida, y abrió su matriz; pero Raquel era estéril. 32Y concibió
Lea, y dio a luz un hijo, y llamó su nombre Rubén, porque dijo: Ya que Jehová
ha mirado mi aflicción; de cierto ahora me amará mi marido. 33Y concibió
otra vez, y dio a luz un hijo, y dijo: Por cuanto oyó Jehová que yo era
aborrecida, me ha dado también éste. Y llamó su nombre Simeón. 34Y concibió
otra vez, y dio a luz un hijo, y dijo: Ahora esta vez se unirá mi marido
conmigo, porque le he dado a luz tres hijos: por tanto, llamó su nombre
Leví. 35Y concibió otra vez, y dio a luz un hijo, y dijo:
Esta vez alabaré a Jehová; por esto llamó su nombre Judá: y dejó de dar a luz.
GÉNESIS 30
1Y viendo Raquel que no daba hijos a Jacob, tuvo
envidia de su hermana, y decía a Jacob: Dame hijos, o si no, me muero. 2Y Jacob se
enojaba contra Raquel, y decía: ¿Soy yo en lugar de Dios, que te impidió el
fruto de tu vientre? 3Y ella dijo: He aquí mi sierva Bilha; entra a ella,
y dará a luz sobre mis rodillas, y yo también tendré hijos de ella. 4Así le dio a
Bilha su sierva por esposa; y Jacob entró a ella. 5Y concibió
Bilha, y dio a luz un hijo a Jacob. 6Y dijo
Raquel: Me juzgó Dios, y también oyó mi voz, y me dio un hijo. Por tanto llamó
su nombre Dan. 7Y concibió otra vez Bilha, la sierva de Raquel, y
dio a luz el hijo segundo a Jacob. 8Y dijo
Raquel: Con grandes luchas he contendido con mi hermana, y he vencido. Y llamó
su nombre Neftalí. 9Y viendo Lea que había dejado de dar a luz, tomó a
Zilpa su sierva, y la dio a Jacob por esposa. 10Y Zilpa,
sierva de Lea, dio a luz a Jacob un hijo. 11Y dijo Lea:
Vino la ventura. Y llamó su nombre Gad. 12Y Zilpa, la
sierva de Lea, dio a luz otro hijo a Jacob. 13Y dijo Lea:
¡Qué dicha la mía! porque las mujeres me dirán bienaventurada; y llamó su
nombre Aser. 14Y fue Rubén en tiempo de la siega de los trigos, y
halló mandrágoras en el campo, y las trajo a Lea su madre: y dijo Raquel a Lea:
Te ruego que me des de las mandrágoras de tu hijo. 15Y ella
respondió: ¿Es poco que hayas tomado mi marido, sino que también te has de
llevar las mandrágoras de mi hijo? Y dijo Raquel: Pues dormirá contigo esta
noche por las mandrágoras de tu hijo. 16Y cuando
Jacob volvía del campo a la tarde, salió Lea a él, y le dijo: A mí has de
entrar, porque a la verdad te he alquilado por las mandrágoras de mi hijo. Y se
acostó con ella aquella noche. 17Y oyó Dios a
Lea: y concibió, y dio a luz a Jacob el quinto hijo. 18Y dijo Lea:
Dios me ha dado mi recompensa, por cuanto di mi sierva a mi marido; por eso
llamó su nombre Isacar.19Y concibió Lea otra vez, y dio a luz el sexto hijo
a Jacob. 20Y dijo Lea: Dios me ha dado una buena dote; ahora
morará conmigo mi marido, porque le he dado a luz seis hijos: y llamó su nombre
Zabulón. 21Y después dio a luz una hija, y llamó su nombre
Dina.22Y se acordó Dios de Raquel, y la oyó Dios, y abrió
su matriz. 23Y concibió, y dio a luz un hijo: y dijo: Dios ha
quitado mi afrenta: 24Y llamó su nombre José, diciendo: Añádame Jehová
otro hijo. 25Y aconteció, cuando Raquel hubo dado a luz a José,
que Jacob dijo a Labán: Envíame, e iré a mi lugar, y a mi tierra. 26Dame mis
esposas y mis hijos, por las cuales he servido contigo, y déjame ir; pues tú
sabes los servicios que te he hecho. 27Y Labán le
respondió: Halle yo ahora gracia en tus ojos, y quédate; pues he experimentado
que Jehová me ha bendecido por tu causa. 28Y dijo:
Señálame tu salario, que yo lo daré. 29Y él
respondió: Tú sabes cómo te he servido, y cómo ha estado tu ganado
conmigo; 30Porque poco tenías antes de mi venida, y ha crecido
en gran número; y Jehová te ha bendecido con mi llegada: y ahora ¿cuándo he de
trabajar yo también por mi propia casa? 31Y él dijo:
¿Qué te daré? Y respondió Jacob: No me des nada: si hicieres por mí esto,
volveré a apacentar tus ovejas.32Yo pasaré hoy por todo tu rebaño, poniendo aparte
todas las ovejas manchadas y pintadas, y todas las ovejas de color oscuro entre
las manadas, y las manchadas y las pintadas entre las cabras; y esto será mi
salario. 33Así responderá por mí mi justicia mañana cuando me
viniere mi salario delante de ti; toda la que no fuere pintada ni manchada en
las cabras y de color oscuro en las ovejas mías, se me ha de contar como de
hurto. 34Y dijo Labán: Mira, que sea como tú dices. 35Y apartó
aquel día los machos cabríos rayados y manchados; y todas las cabras manchadas
y pintadas, y toda aquella que tenía en sí algo de blanco, y todas las de color
oscuro entre las ovejas, y las puso en manos de sus hijos; 36Y puso tres
días de camino entre sí y Jacob: y Jacob apacentaba las otras ovejas de
Labán. 37Y se tomó Jacob varas de álamo verdes y de avellano,
y de castaño, y descortezó en ellas mondaduras blancas, descubriendo así lo
blanco de las varas. 38Y puso las varas que había mondado delante de los
rebaños, en los canales de los abrevaderos del agua donde venían a beber las
ovejas, las cuales concebían cuando venían a beber. 39Y concebían
las ovejas delante de las varas, y parían borregos listados, pintados y
salpicados de diversos colores. 40Y apartaba
Jacob los corderos, y ponía con su rebaño los listados, y todo lo que era
oscuro en el hato de Labán. Y ponía su hato aparte, y no lo ponía con las
ovejas de Labán.41Y sucedía que cuando las ovejas más fuertes
entraban en celo, Jacob ponía las varas delante de las ovejas en los
abrevaderos, para que concibieran a la vista de las varas. 42Y cuando las
ovejas eran débiles, no ponía las varas; así las débiles eran para Labán, y las
fuertes para Jacob. 43Y se engrandeció el varón muchísimo, y tuvo muchas
ovejas, y siervas y siervos, y camellos y asnos.
GÉNESIS 31
1Y oía él las palabras de los hijos de Labán que
decían: Jacob ha tomado todo lo que era de nuestro padre, y de lo que era de
nuestro padre ha adquirido toda esta grandeza. 2Miraba
también Jacob el semblante de Labán, y veía que no era para con él como había
sido antes. 3También Jehová dijo a Jacob: Vuélvete a la tierra
de tus padres, y a tu parentela, y yo estaré contigo. 4Y envió
Jacob, y llamó a Raquel y a Lea al campo, donde estaba su rebaño, 5y les dijo:
Veo que el semblante de vuestro padre no es para conmigo como antes; pero el
Dios de mi padre ha estado conmigo. 6Y vosotras
sabéis que con todas mis fuerzas he servido a vuestro padre:7Y vuestro
padre me ha engañado, y me ha cambiado el salario diez veces; pero Dios no le
ha permitido hacerme daño. 8Si él decía
así: Los pintados serán tu salario; entonces todas las ovejas parían pintados:
y si decía así: Los listados serán tu salario; entonces todas las ovejas parían
listados.9Así quitó Dios el ganado de vuestro padre, y me lo
dio a mí. 10Y sucedió que al tiempo que las ovejas se
apareaban, alcé yo mis ojos y miré en sueños, y he aquí los machos que cubrían
a las hembras eran listados, pintados y abigarrados. 11Y el Ángel de
Dios me habló en un sueño diciendo: Jacob. Y yo dije: Heme aquí. 12Y Él dijo:
Alza ahora tus ojos, y mira; todos los machos que cubren a las ovejas son
listados, pintados y abigarrados; porque yo he visto todo lo que Labán te ha
hecho. 13Yo soy el Dios de Betel, donde tú ungiste la
columna, y donde me hiciste un voto. Levántate ahora, y sal de esta tierra, y
vuélvete a la tierra de tus padres. 14Y respondió
Raquel y Lea, y le dijeron: ¿Acaso tenemos todavía parte o heredad en la casa
de nuestro padre? 15¿No nos tiene ya como por extrañas, pues que nos
vendió, y aun se ha comido del todo nuestro precio? 16Porque toda
la riqueza que Dios ha quitado a nuestro padre, nuestra es y de nuestros hijos;
ahora pues, haz todo lo que Dios te ha dicho. 17Entonces se
levantó Jacob, y subió a sus hijos y a sus esposas sobre los camellos. 18Y puso en camino
todo su ganado, y todos sus bienes que había adquirido, el ganado de su
ganancia que había obtenido en Padan-aram, para volverse a Isaac su padre en la
tierra de Canaán. 19Y Labán había ido a trasquilar sus ovejas: y Raquel
hurtó los ídolos de su padre. 20Y Jacob
engañó a Labán el arameo, al no decirle que se huía. 21Huyó, pues,
con todo lo que tenía; y se levantó, y pasó el río, y puso su rostro hacia el
monte de Galaad. 22Y al tercer día fue dicho a Labán que Jacob había
huido. 23Entonces tomó a sus hermanos consigo, y fue tras él
camino de siete días, y le alcanzó en el monte de Galaad. 24Y vino Dios a
Labán arameo en sueños aquella noche, y le dijo: Guárdate que no hables a Jacob
descomedidamente. 25Alcanzó, pues, Labán a Jacob. Y Jacob había fijado
su tienda en el monte, y Labán acampó con sus hermanos en el monte de
Galaad. 26Y dijo Labán a Jacob: ¿Qué has hecho, que me has
engañado, y has traído a mis hijas como cautivas a espada? 27¿Por qué te
escondiste para huir, y me hurtaste; y no me lo hiciste saber para que yo te
enviara con alegría y con cantares, con tamborín y arpa? 28Y ni siquiera
me dejaste besar a mis hijos y a mis hijas. Ahora locamente has hecho. 29Poder hay en
mi mano para haceros mal; mas el Dios de vuestro padre me habló anoche diciendo:
Guárdate que no hables a Jacob descomedidamente. 30Y ya que te
ibas, porque tenías deseo de la casa de tu padre, ¿por qué me hurtaste mis
dioses? 31Y Jacob respondió, y dijo a Labán: Porque tuve
miedo; pues dije, que quizás me quitarías por fuerza tus hijas.32En quien
hallares tus dioses, no viva; delante de nuestros hermanos reconoce lo que yo
tuviere tuyo, y llévatelo. Jacob no sabía que Raquel los había hurtado.33Y entró Labán
en la tienda de Jacob, y en la tienda de Lea, y en la tienda de las dos
siervas, y no los halló, y salió de la tienda de Lea, y vino a la tienda de
Raquel. 34Y tomó Raquel los ídolos, y los puso en una albarda
de un camello, y se sentó sobre ellos; y buscó Labán por toda la tienda pero no
los halló. 35Y ella dijo a su padre: No se enoje mi señor,
porque no me puedo levantar delante de ti; pues estoy con la costumbre de las
mujeres. Y él buscó, pero no halló los ídolos. 36Entonces
Jacob se enojó, y discutió con Labán; y respondió Jacob y dijo a Labán: ¿Cuál
es mi transgresión? ¿Cuál es mi pecado, para que con tanto ardor hayas venido
en mi persecución? 37Pues que has buscado en todas mis cosas, ¿qué has
hallado de todas las alhajas de tu casa? Ponlo aquí delante de mis hermanos y
de tus hermanos, y juzguen entre nosotros. 38Estos veinte
años he estado contigo: tus ovejas y tus cabras nunca abortaron, ni yo comí
carnero de tus ovejas. 39Nunca te traje lo arrebatado por las fieras; yo
pagaba el daño; lo hurtado así de día como de noche, de mi mano lo
requerías. 40De día me consumía el calor, y de noche la helada,
y el sueño huía de mis ojos. 41Así he estado
veinte años en tu casa: catorce años te serví por tus dos hijas, y seis años
por tu ganado; y has mudado mi salario diez veces. 42Si el Dios de
mi padre, el Dios de Abraham, y el temor de Isaac, no fuera conmigo, de cierto
me enviarías ahora vacío; pero Dios vio mi aflicción y el trabajo de mis manos,
y te reprendió anoche. 43Y respondió Labán, y dijo a Jacob: Las hijas son
hijas mías, y los hijos, hijos míos son, y las ovejas son mis ovejas, y todo lo
que tú ves es mío: ¿y qué puedo yo hacer hoy a estas mis hijas, o a sus hijos
que ellas han dado a luz? 44Ven, pues, ahora, hagamos alianza tú y yo; y sea en
testimonio entre nosotros dos.45Entonces Jacob tomó una piedra, y la levantó por
columna. 46Y dijo Jacob a sus hermanos: Recoged piedras. Y
tomaron piedras e hicieron un majano; y comieron allí sobre aquel majano. 47Y lo llamó
Labán Jegar Sahaduta; y lo llamó Jacob Galaad. 48Porque Labán
dijo: Este majano es testigo hoy entre tú y yo; por eso fue llamado su nombre
Galaad. 49Y Mizpa, por cuanto dijo: Atalaye Jehová entre tú y
yo, cuando nos hayamos apartado el uno del otro. 50Si afligieres
a mis hijas, o si tomares otras esposas además de mis hijas, nadie está con
nosotros; mira, Dios es testigo entre tú y yo. 51Dijo más
Labán a Jacob: He aquí este majano, y he aquí esta columna, que he erigido
entre tú y yo. 52Testigo sea este majano, y testigo sea esta
columna, que ni yo pasaré contra ti este majano, ni tú pasarás contra mí este majano
ni esta columna, para mal. 53El Dios de
Abraham, y el Dios de Nacor juzgue entre nosotros, el Dios de sus padres. Y
Jacob juró por el temor de Isaac su padre.54Entonces
Jacob ofreció un sacrificio en el monte y llamó a sus hermanos a comer pan; y
comieron pan, y pasaron aquella noche en el monte. 55Y
levantándose muy de mañana, Labán besó a sus hijos y a sus hijas, y los
bendijo. Luego partió Labán y regresó a su lugar.
GÉNESIS 32
1Y Jacob siguió su camino, y le salieron al
encuentro ángeles de Dios. 2Y dijo Jacob
cuando los vio: El campamento de Dios es éste; y llamó el nombre de aquel lugar
Mahanaim. 3Y envió Jacob mensajeros delante de sí a Esaú su
hermano, a la tierra de Seir, campo de Edom. 4Y les mandó
diciendo: Así diréis a mí señor Esaú: Así dice tu siervo Jacob: Con Labán he
morado, y he estado allí hasta ahora; 5Y tengo
vacas, y asnos, y ovejas, y siervos y siervas; y envío a decirlo a mi señor,
por hallar gracia en tus ojos. 6Y los
mensajeros volvieron a Jacob, diciendo: Vinimos a tu hermano Esaú, y él también
vino a recibirte, y cuatrocientos hombres con él. 7Entonces
Jacob tuvo gran temor, y se angustió; y dividió al pueblo que tenía consigo en
dos campamentos, y las ovejas y las vacas y los camellos; 8Y dijo: Si
viniere Esaú contra un campamento y lo hiriere, el otro campamento
escapará. 9Y dijo Jacob: Dios de mi padre Abraham, y Dios de
mi padre Isaac, Jehová, que me dijiste: Vuélvete a tu tierra y a tu parentela,
y yo te haré bien.10No soy digno de la más pequeña de todas las
misericordias, y de toda la verdad que has usado para con tu siervo; que con mi
bordón pasé este Jordán, y ahora estoy sobre dos campamentos. 11Líbrame ahora
de la mano de mi hermano, de la mano de Esaú, porque le temo; no venga quizá, y
me hiera a mí, y a la madre con los hijos. 12Y tú has
dicho: Ciertamente yo te haré bien, y pondré tu simiente como la arena del mar,
que no se puede contar por la multitud. 13Y durmió allí
aquella noche, y tomó de lo que le vino a la mano un presente para su hermano
Esaú.14Doscientas cabras y veinte machos cabríos,
doscientas ovejas y veinte carneros, 15treinta
camellas paridas, con sus crías, cuarenta vacas y diez novillos, veinte asnas y
diez borricos. 16Y lo entregó en mano de sus siervos, cada manada de
por sí; y dijo a sus siervos: Pasad delante de mí, y poned espacio entre manada
y manada. 17Y mandó al primero, diciendo: Si Esaú mi hermano te
encontrare, y te preguntare, diciendo: ¿De quién eres? ¿Y adónde vas? ¿Y para
quién es esto que llevas delante de ti?18Entonces
dirás: Presente es de tu siervo Jacob, que envía a mi señor Esaú; y he aquí
también él viene tras nosotros. 19Y mandó
también al segundo, y al tercero, y a todos los que iban tras aquellas manadas,
diciendo: Conforme a esto hablaréis a Esaú, cuando le hallareis. 20Y diréis
también: He aquí tu siervo Jacob viene tras nosotros. Porque dijo: Apaciguaré
su ira con el presente que va delante de mí, y después veré su rostro; quizá le
seré acepto. 21Y pasó el presente delante de él; y él durmió
aquella noche en el campamento. 22Y se levantó
aquella noche, y tomó sus dos esposas, y sus dos siervas, y sus once hijos, y
pasó el vado de Jaboc. 23Los tomó, pues, y los hizo pasar el arroyo, e hizo
pasar lo que tenía. 24Y Jacob se quedó solo; y luchó con él un varón
hasta que rayaba el alba. 25Y cuando vio que no podía con él, tocó en el sitio
del encaje de su muslo, y se descoyuntó el muslo de Jacob mientras con él
luchaba.26Y dijo: Déjame, que raya el alba. Y él dijo: No te
dejaré, si no me bendices. 27Y Él le dijo:
¿Cuál es tu nombre? Y él respondió: Jacob. 28Y Él dijo: No
se dirá más tu nombre Jacob, sino Israel; porque como príncipe has luchado con
Dios y con los hombres, y has vencido. 29Entonces
Jacob le preguntó, y dijo: Declárame ahora tu nombre. Y Él respondió: ¿Por qué
preguntas por mi nombre? Y lo bendijo allí. 30Y llamó Jacob
el nombre de aquel lugar Peniel; porque dijo: Vi a Dios cara a cara, y fue
librada mi alma. 31Y le salió el sol pasado que hubo a Peniel; y
cojeaba de su cadera. 32Por esto no comen los hijos de Israel, hasta hoy
día, del tendón que se contrajo, el cual está en el encaje del muslo; porque
tocó a Jacob este sitio de su muslo en el tendón que se contrajo.
GÉNESIS 33
1Y alzando Jacob sus ojos miró, y he aquí venía
Esaú, y los cuatrocientos hombres con él; entonces repartió él los niños entre
Lea y Raquel y las dos siervas. 2Y puso las
siervas y sus niños delante; luego a Lea y a sus niños; y a Raquel y a José los
postreros. 3Y él pasó delante de ellos, y se inclinó a tierra
siete veces, hasta que llegó a su hermano. 4Y Esaú corrió
a su encuentro, y le abrazó, y se echó sobre su cuello, y le besó; y
lloraron. 5Y alzó sus ojos, y vio las mujeres y los niños, y
dijo: ¿Quiénes son éstos? Y él respondió: Son los niños que Dios ha dado a tu
siervo. 6Y luego se acercaron las siervas, ellas y sus
niños, y se inclinaron. 7Y Lea también se acercó con sus niños, y se
inclinaron; y después llegó José y Raquel, y también se inclinaron. 8Y él dijo:
¿Qué te propones con todas estas cuadrillas que he encontrado? Y él respondió:
El hallar gracia en los ojos de mi señor. 9Y dijo Esaú:
Suficiente tengo yo, hermano mío; sea para ti lo que es tuyo. 10Y dijo Jacob:
No, yo te ruego, si he hallado ahora gracia en tus ojos, toma mi presente de mi
mano, pues que he visto tu rostro, como si hubiera visto el rostro de Dios; y
te has contentado conmigo. 11Acepta, te
ruego, mi bendición que te es traída; porque Dios me ha favorecido, y tengo lo
suficiente. Y porfió con él, y la tomó. 12Y dijo: Anda,
y vamos; y yo iré delante de ti.13Y él le dijo:
Mi señor sabe que los niños son tiernos, y que tengo ovejas y vacas paridas; y
si las fatigan, en un día morirán todas las ovejas. 14Pase ahora mi
señor delante de su siervo, y yo me iré poco a poco al paso del ganado que va
delante de mí, y al paso de los niños, hasta que llegue a mi señor a Seir.15Y Esaú dijo:
Permíteme ahora dejar contigo algunos de los que vienen conmigo. Y él dijo:
¿Para qué esto? halle yo gracia en los ojos de mi señor.16Así volvió
Esaú aquel día por su camino a Seir.17Y Jacob se
fue a Sucot, y edificó allí casa para sí, e hizo cabañas para su ganado; por
tanto, llamó el nombre de aquel lugar Sucot. 18Y Jacob vino
a la ciudad de Siquem, que está en la tierra de Canaán, cuando venía de
Padan-aram; y acampó delante de la ciudad. 19Y compró una
parte del campo, donde tendió su tienda, de mano de los hijos de Hamor, padre
de Siquem, por cien monedas. 20Y erigió allí
un altar, y le llamó: El Poderoso Dios de Israel.
GÉNESIS 34
1Y salió Dina la hija de Lea, la cual ésta había
dado a luz a Jacob, a ver las hijas del país. 2Y cuando la
vio Siquem, hijo de Hamor heveo, príncipe de aquella tierra, la tomó, y se
acostó con ella, y la deshonró. 3Y su alma se apegó
a Dina la hija de Lea, y se enamoró de la doncella, y habló al corazón de la
doncella. 4Y habló Siquem a Hamor su padre, diciendo: Tómame
por esposa a esta doncella. 5Y oyó Jacob
que Siquem había amancillado a Dina su hija: y estando sus hijos con su ganado
en el campo, calló Jacob hasta que ellos viniesen. 6Y se dirigió
Hamor padre de Siquem a Jacob, para hablar con él. 7Y los hijos
de Jacob vinieron del campo cuando lo supieron; y se entristecieron los
varones, y se llenaron de ira, porque hizo vileza en Israel acostándose con la
hija de Jacob, lo que no se debía haber hecho. 8Y Hamor habló
con ellos, diciendo: El alma de mi hijo Siquem se ha apegado a vuestra hija; os
ruego que se la deis por esposa. 9Y emparentad
con nosotros; dadnos vuestras hijas, y tomad vosotros las nuestras. 10Y habitad con
nosotros; porque la tierra estará delante de vosotros; morad y negociad en
ella, y tomad en ella posesión. 11Siquem
también dijo al padre y a los hermanos de ella: Halle yo gracia en vuestros
ojos, y daré lo que me dijereis. 12Aumentad a
cargo mío mucha dote y dones, que yo daré cuanto me dijereis, y dadme a la
doncella por esposa. 13Y respondieron los hijos de Jacob a Siquem y a
Hamor su padre con palabras engañosas, por cuanto él había amancillado a Dina
su hermana. 14Y les dijeron: No podemos hacer esto de dar nuestra
hermana a hombre incircunciso; porque entre nosotros es una afrenta. 15Mas con esta
condición consentiremos con vosotros: Si habéis de ser como nosotros, que se
circuncide todo varón de entre vosotros. 16Entonces os
daremos nuestras hijas, y nosotros tomaremos las vuestras; y habitaremos con
vosotros, y seremos un solo pueblo.17Pero si no
nos prestáis oído para circuncidaros, entonces tomaremos a nuestra hija y nos
iremos.18Y parecieron bien sus palabras a Hamor y a Siquem,
hijo de Hamor. 19Y no tardó el joven en hacer aquello, porque la
hija de Jacob le había agradado; y él era el más honorable de toda la casa de
su padre. 20Entonces Hamor y Siquem su hijo vinieron a la
puerta de su ciudad, y hablaron a los varones de su ciudad, diciendo: 21Estos varones
son pacíficos con nosotros, y habitarán en el país, y negociarán en él; pues he
aquí la tierra es bastante ancha para ellos; nosotros tomaremos sus hijas por
esposas, y les daremos las nuestras. 22Mas con una
condición consentirán estos hombres en habitar con nosotros, para que seamos un
pueblo; si se circuncida en nosotros todo varón, así como ellos son
circuncidados. 23Sus ganados, sus bienes y todas sus bestias serán
nuestros; solamente convengamos con ellos, y habitarán con nosotros. 24Y obedecieron
a Hamor y a Siquem su hijo todos los que salían por la puerta de la ciudad, y
circuncidaron a todo varón, a cuantos salían por la puerta de su ciudad. 25Y sucedió que
al tercer día, cuando sentían ellos el mayor dolor, los dos hijos de Jacob,
Simeón y Leví, hermanos de Dina, tomaron cada uno su espada, y vinieron contra
la ciudad osadamente, y mataron a todo varón. 26Y a Hamor y a
Siquem su hijo los mataron a filo de espada: y tomaron a Dina de casa de
Siquem, y salieron. 27Y los hijos de Jacob vinieron a los muertos y
saquearon la ciudad; por cuanto habían amancillado a su hermana. 28Tomaron sus
ovejas y vacas y sus asnos, y lo que había en la ciudad y en el campo, 29y todos sus
bienes; se llevaron cautivos a todos sus niños y sus esposas, y saquearon todo
lo que había en casa. 33,44 30Entonces dijo
Jacob a Simeón y a Leví: Me habéis turbado con hacerme abominable a los
moradores de esta tierra, el cananeo y el ferezeo; y teniendo yo pocos hombres,
se juntarán contra mí, y me herirán, y seré destruido yo y mi casa.31Y ellos
respondieron ¿Había él de tratar a nuestra hermana como a una ramera?
GÉNESIS 35
1Y dijo Dios a Jacob: Levántate, sube a Betel, y
quédate allí; y haz allí un altar a Dios, que te apareció cuando huías de tu
hermano Esaú. 2Entonces Jacob dijo a su familia y a todos los que
con él estaban: Quitad los dioses ajenos que hay entre vosotros, y limpiaos, y
mudad vuestras vestiduras. 3Y
levantémonos, y subamos a Betel; y haré allí altar al Dios que me respondió en
el día de mi angustia, y ha sido conmigo en el camino que he andado. 4Así dieron a
Jacob todos los dioses ajenos que había en poder de ellos, y los zarcillos que
estaban en sus orejas; y Jacob los escondió debajo de una encina, que estaba
junto a Siquem. 5Y partieron, y el terror de Dios fue sobre las
ciudades que había en sus alrededores, y no siguieron tras los hijos de Jacob.6Y llegó Jacob
a Luz, que está en tierra de Canaán ésta es Betel, él y todo el pueblo que con
él estaba.7Y edificó allí un altar, y llamó el lugar El-Betel,
porque allí le había aparecido Dios, cuando huía de su hermano. 8Entonces
murió Débora, ama de Rebeca, y fue sepultada a las raíces de Betel, debajo de
una encina: y se llamó su nombre Alon-Bacut. 9Y se apareció
otra vez Dios a Jacob, cuando se había vuelto de Padan-aram, y le
bendijo. 10Y le dijo Dios: Tu nombre es Jacob; no se llamará
más tu nombre Jacob, sino Israel será tu nombre: y llamó su nombre
Israel. 11Y le dijo Dios: Yo soy Dios Omnipotente; crece y
multiplícate; una nación y conjunto de naciones procederán de ti, y reyes
saldrán de tus lomos. 12Y la tierra que yo he dado a Abraham y a Isaac, la
daré a ti: y a tu simiente después de ti daré la tierra. 13Y se fue de
él Dios, del lugar donde con él había hablado. 14Y Jacob
erigió una columna en el lugar donde había hablado con él, una columna de
piedra, y derramó sobre ella libación, y echó sobre ella aceite. 15Y llamó Jacob
el nombre de aquel lugar donde Dios había hablado con él, Betel. 16Y partieron
de Betel, y había aún como media legua de tierra para llegar a Efrata, cuando
dio a luz Raquel, y hubo trabajo en su parto. 17Y aconteció,
que como había trabajo en su parto, le dijo la partera: No temas, que también
tendrás este hijo. 18Y aconteció que al salírsele el alma pues murió,
llamó su nombre Benoni; mas su padre lo llamó Benjamín. 19Así murió
Raquel, y fue sepultada en el camino del Efrata, la cual es Belén. 20Y puso Jacob
una columna sobre su sepultura; ésta es la columna de la sepultura de Raquel
hasta hoy. 21Y partió Israel, y tendió su tienda al otro lado de
Migdaleder. 22Y aconteció, morando Israel en aquella tierra, que
fue Rubén y durmió con Bilha la concubina de su padre; lo cual escuchó Israel.
Ahora bien, los hijos de Israel fueron doce: 23Los hijos de
Lea: Rubén el primogénito de Jacob, y Simeón, y Leví, y Judá, e Isacar, y
Zabulón. 24Los hijos de Raquel: José, y Benjamín. 25Y los hijos
de Bilha, sierva de Raquel: Dan, y Neftalí. 26Y los hijos
de Zilpa, sierva de Lea: Gad, y Aser. Éstos fueron los hijos de Jacob, que le
nacieron en Padan-aram. 27Y vino Jacob a Isaac su padre a Mamre, a la ciudad
de Arba, que es Hebrón, donde habitaron Abraham e Isaac. 28Y fueron los
días de Isaac ciento ochenta años. 29Y exhaló
Isaac el espíritu, y murió, y fue reunido a su pueblo, viejo y lleno de días; y
sus hijos Esaú y Jacob lo sepultaron.
GÉNESIS 36
1Y éstas son las generaciones de Esaú, el cual es
Edom. 2Esaú tomó sus esposas de las hijas de Canaán: a Ada,
hija de Elón heteo, y a Aholibama, hija de Ana, hija de Zibeón el heveo; 3Y a Basemat,
hija de Ismael, hermana de Nebaiot. 4Y de Esaú Ada
dio a luz a Elifaz; y Basemat dio a luz a Reuel. 5Y Aholibama
dio a luz a Jeús, y a Jaalam, y a Coré; éstos son los hijos de Esaú, que le
nacieron en la tierra de Canaán. 6Y Esaú tomó
sus esposas, sus hijos y sus hijas, y todas las personas de su casa, y sus
ganados, y todas sus bestias, y todos sus bienes que había adquirido en la
tierra de Canaán, y se fue a otra tierra, lejos de su hermano Jacob. 7Porque los
bienes de ellos eran tantos que no podían habitar juntos, y la tierra de su
peregrinación no los podía sostener a causa de sus ganados. 8Y Esaú habitó
en el monte de Seir; Esaú es Edom. 9Éstos son los
linajes de Esaú, padre de Edom, en el monte de Seir.10Éstos son los
nombres de los hijos de Esaú: Elifaz, hijo de Ada, esposa de Esaú; Reuel, hijo
de Basemat, esposa de Esaú. 11Y los hijos
de Elifaz fueron Temán, Omar, Zefo, Gatam, y Cenaz. 12Y Timna fue
concubina de Elifaz, hijo de Esaú, la cual le dio a luz a Amalec; éstos son los
hijos de Ada, esposa de Esaú.13Y los hijos de Reuel fueron Nahat, Zera, Sama, y
Miza; éstos son los hijos de Basemat, esposa de Esaú. 14Éstos fueron
los hijos de Aholibama, esposa de Esaú, hija de Ana, que fue hija de Zibeón;
ella dio a luz de Esaú, a Jeús, a Jaalam y a Coré. 15Éstos son los
duques de los hijos de Esaú. Hijos de Elifaz, primogénito de Esaú: el duque
Temán, el duque Omar, el duque Zefo, el duque Cenaz, 16El duque
Coré, el duque Gatam, y el duque Amalec; éstos son los duques de Elifaz en la
tierra de Edom; éstos fueron los hijos de Ada. 17Y éstos son
los hijos de Reuel, hijo de Esaú: el duque Nahat, el duque Zera, el duque Sama,
y el duque Miza; éstos son los duques de la línea de Reuel en la tierra de
Edom; estos hijos vienen de Basemat, esposa de Esaú. 18Y éstos son
los hijos de Aholibama, esposa de Esaú; el duque Jeús, el duque Jaalam, y el
duque Coré; éstos fueron los duques que salieron de Aholibama, esposa de Esaú,
hija de Ana. 19Éstos, pues, son los hijos de Esaú, y sus duques;
él es Edom. 20Y éstos son los hijos de Seir horeo, moradores de
aquella tierra: Lotán, Sobal, Zibeón, Ana, 21Disón, Ezer,
y Disán: éstos son los duques de los horeos, hijos de Seir en la tierra de Edom. 22Los hijos de
Lotán fueron Hori y Hemán; y Timna fue hermana de Lotán. 23Y los hijos
de Sobal fueron Alván, Manahat, Ebal, Sefo, y Onam. 24Y los hijos
de Zibeón fueron Aja, y Ana. Este Ana es el que descubrió los mulos en el
desierto, cuando apacentaba los asnos de Zibeón su padre. 25Los hijos de
Ana fueron Disón, y Aholibama, hija de Ana. 26Y éstos
fueron los hijos de Disón: Hemdán, Esbán, Itrán, y Querán. 27Y éstos
fueron los hijos de Ezer: Bilhán, Zaaván, y Acán. 28Éstos fueron
los hijos de Disán: Uz, y Arán. 29Y éstos
fueron los duques de los horeos; el duque Lotán, el duque Sobal, el duque
Zibeón, el duque Ana. 30El duque Disón, el duque Ezer, el duque Disán;
éstos fueron los duques de los horeos; por sus ducados en la tierra de
Seir. 31Y los reyes que reinaron en la tierra de Edom,
antes que reinase rey sobre los hijos de Israel, fueron éstos:32Bela, hijo de
Beor, reinó en Edom; y el nombre de su ciudad fue Dinaba. 33Y murió Bela,
y reinó en su lugar Jobab, hijo de Zera, de Bosra. 34Y murió Jobab,
y en su lugar reinó Husam, de tierra de Temán.35Y murió
Husam, y reinó en su lugar Hadad, hijo de Bedad, el que hirió a Madián en el
campo de Moab: y el nombre de su ciudad fue Avit. 36Y murió
Hadad, y en su lugar reinó Samla, de Masreca. 37Y murió Samla,
y reinó en su lugar Saúl, de Rehoboth, junto al río. 38Y murió Saúl,
y en lugar suyo reinó Baal-hanán, hijo de Acbor. 39Y murió
Baal-hanán, hijo de Acbor, y reinó Hadar en lugar suyo; y el nombre de su
ciudad fue Pau; y el nombre de su esposa, Mehetabel, hija de Matred, hija de
Mezaab. 40Éstos, pues, son los nombres de los duques de Esaú
por sus linajes, por sus lugares, y sus nombres: el duque Timna, el duque Alva,
el duque Jetet, 41el duque Aholibama, el duque Ela, el duque
Pinón, 42el duque Cenaz, el duque Temán, el duque
Mibzar, 43el duque Magdiel, y el duque Iram. Éstos fueron los
duques de Edom por sus habitaciones en la tierra de su posesión. Edom es el
mismo Esaú, padre de los edomitas.
GÉNESIS 37
1Y habitó Jacob en la tierra donde peregrinó su
padre, en la tierra de Canaán. 2Éstas fueron
las generaciones de Jacob. José, siendo de edad de diecisiete años apacentaba
las ovejas con sus hermanos; y el joven estaba con los hijos de Bilha, y con
los hijos de Zilpa, esposas de su padre; y José informaba a su padre la mala
fama de ellos. 3Y amaba Israel a José más que a todos sus hijos,
porque le había tenido en su vejez; y le hizo una túnica de muchos
colores. 4Y viendo sus hermanos que su padre lo amaba más que
a todos sus hermanos, le aborrecían, y no le podían hablar pacíficamente. 5Y soñó José
un sueño y lo contó a sus hermanos; y ellos vinieron a aborrecerle más
todavía. 6Y él les dijo: Oíd ahora este sueño que he
soñado: 7He aquí que atábamos manojos en medio del campo, y
he aquí que mi manojo se levantaba, y estaba derecho, y que vuestros manojos
estaban alrededor, y se inclinaban al mío. 8Y le
respondieron sus hermanos: ¿Has de reinar tú sobre nosotros, o te has de
enseñorear sobre nosotros? Y le aborrecieron aún más a causa de sus sueños y de
sus palabras. 9Y soñó aún otro sueño, y lo contó a sus hermanos,
diciendo: He aquí que he soñado otro sueño, y he aquí que el sol y la luna y
once estrellas se inclinaban a mí. 10Y lo contó a
su padre y a sus hermanos: y su padre le reprendió, y le dijo: ¿Qué sueño es
éste que soñaste? ¿Hemos de venir yo y tu madre, y tus hermanos, a inclinarnos
a ti a tierra? 11Y sus hermanos le tenían envidia, mas su padre
guardaba aquellas palabras. 12Y fueron sus
hermanos a apacentar las ovejas de su padre en Siquem. 13Y dijo Israel
a José: ¿No están tus hermanos apacentando las ovejas en Siquem? Ven, y te
enviaré a ellos. Y él respondió: Heme aquí. 14Y él le dijo:
Ve ahora, mira cómo están tus hermanos y cómo están las ovejas, y tráeme la
respuesta. Y lo envió del valle de Hebrón, y llegó a Siquem. 15Y lo halló un
hombre, andando él extraviado por el campo, y le preguntó aquel hombre,
diciendo: ¿Qué buscas?16Y él respondió: Busco a mis hermanos; te ruego que
me muestres dónde apacientan sus ovejas. 17Y aquel
hombre respondió: Ya se han ido de aquí; yo les oí decir: Vamos a Dotán.
Entonces José fue tras de sus hermanos, y los halló en Dotán. 18Y cuando
ellos lo vieron de lejos, antes que llegara cerca de ellos, conspiraron contra él
para matarle. 19Y dijeron el uno al otro: He aquí viene el
soñador; 20Venid, pues, ahora; matémosle y echémosle en un
pozo, y diremos: Alguna mala bestia le devoró; y veremos qué será de sus
sueños. 21Y cuando Rubén oyó esto, lo libró de sus manos y
dijo: No lo matemos. 22Y les dijo Rubén: No derraméis sangre; echadlo en
este pozo que está en el desierto, y no pongáis mano en él; por librarlo así de
sus manos, para hacerlo volver a su padre. 23Y sucedió
que, cuando llegó José a sus hermanos, ellos hicieron desnudar a José su ropa,
la ropa de colores que tenía sobre sí; 24y le tomaron
y le echaron en el pozo; pero el pozo estaba vacío, no había agua en él. 25Y se sentaron
a comer pan; y alzando los ojos miraron, y he aquí una compañía de ismaelitas que
venía de Galaad, y sus camellos traían aromas y bálsamo y mirra, e iban para
llevarlo a Egipto. 26Entonces Judá dijo a sus hermanos: ¿Qué provecho
hay en que matemos a nuestro hermano y encubramos su muerte? 27Venid, y
vendámosle a los ismaelitas, y no sea nuestra mano sobre él; que nuestro
hermano es nuestra carne. Y sus hermanos acordaron con él. 28Y cuando
pasaron los mercaderes madianitas, sacaron ellos a José del pozo y le trajeron
arriba, y le vendieron a los ismaelitas por veinte piezas de plata. Y llevaron
a José a Egipto.29Y Rubén volvió al pozo, y he aquí, José no estaba
en el pozo, y rasgó sus vestiduras. 30Y volvió a
sus hermanos, y dijo: El joven no aparece; y yo, ¿adónde iré yo? 31Entonces
tomaron ellos la túnica de José, y degollaron un cabrito de las cabras, y
tiñeron la túnica con la sangre; 32y enviaron la
túnica de colores y la trajeron a su padre, y dijeron: Esto hemos hallado,
reconoce ahora si es o no la túnica de tu hijo. 33Y él la
reconoció, y dijo: La túnica de mi hijo es; alguna mala bestia le devoró; José
ha sido despedazado.34Entonces Jacob rasgó sus vestiduras, y puso cilicio
sobre sus lomos, y se enlutó por su hijo muchos días.35Y se
levantaron todos sus hijos y todas sus hijas para consolarlo; pero él no quiso
recibir consuelo, y dijo: Porque yo descenderé enlutado a mi hijo hasta la
sepultura. Y lo lloró su padre. 36Y los
madianitas lo vendieron en Egipto a Potifar, oficial de Faraón, capitán de la
guardia.
GÉNESIS 38
1Y aconteció en aquel tiempo, que Judá descendió de
donde estaban sus hermanos, y se fue a un varón adulamita, que se llamaba
Hira. 2Y Judá vio allí a la hija de un hombre cananeo, el
cual se llamaba Súa; y la tomó, y entró a ella. 3La cual
concibió, y dio a luz un hijo; y llamó su nombre Er. 4Y concibió
otra vez, y dio a luz un hijo, y llamó su nombre Onán. 5Y volvió a
concebir, y dio a luz un hijo, y llamó su nombre Sela. Y estaba en Quezib
cuando lo dio a luz. 6Y Judá tomó esposa para su primogénito Er, la cual
se llamaba Tamar. 7Y Er, el primogénito de Judá, fue malo ante los
ojos de Jehová, y Jehová le quitó la vida.8Entonces Judá
dijo a Onán: Entra a la esposa de tu hermano, y despósate con ella, y levanta
simiente a tu hermano. 9Y sabiendo Onán que la simiente no había de ser
suya, sucedía que cuando entraba a la esposa de su hermano vertía en tierra,
por no dar simiente a su hermano. 10Y desagradó
en ojos de Jehová lo que hacía, y a él también le quitó la vida. 11Y Judá dijo a
Tamar su nuera: Quédate viuda en casa de tu padre, hasta que crezca Sela mi
hijo; porque dijo: No sea que como sus hermanos también él muera. Y se fue
Tamar, y moró en la casa de su padre. 12Y pasaron
muchos días, y murió la hija de Súa, esposa de Judá; y Judá se consoló, y subía
a los trasquiladores de sus ovejas a Timnat, él y su amigo Hira el
adulamita. 13Y fue dado aviso a Tamar, diciendo: He aquí tu
suegro sube a Timnat a trasquilar sus ovejas. 14Entonces ella
se quitó los vestidos de su viudez, y se cubrió con un velo, y se arrebozó, y
se puso a la puerta de las Aguas que está junto al camino de Timnat; porque
veía que había crecido Sela, y ella no era dada a él por esposa. 15Y cuando la
vio Judá, pensó que era una ramera, porque ella había cubierto su rostro. 16Y se apartó
del camino hacia ella, y le dijo: Vamos, déjame ahora allegarme a ti; pues no
sabía que era su nuera; y ella dijo: ¿Qué me darás, si te allegares a mí? 17Él respondió:
Yo te enviaré del ganado un cabrito de las cabras. Y ella dijo: ¿Me darás
prenda hasta que lo envíes? 18Entonces él
dijo: ¿Qué prenda te daré? Ella respondió: Tu anillo, tu cordón y el bordón que
tienes en tu mano. Y él se los dio, y entró a ella, la cual concibió de
él. 19Entonces ella se levantó, y se fue: y se quitó el
velo de sobre sí, y se vistió las ropas de su viudez. 20Y Judá envió
el cabrito de las cabras por mano de su amigo el adulamita, para que tomase la
prenda de mano de la mujer; mas no la halló. 21Y preguntó a
los hombres de aquel lugar, diciendo: ¿Dónde está la ramera de las aguas junto
al camino? Y ellos le dijeron: Aquí no ha estado ninguna ramera.22Entonces él
se volvió a Judá, y dijo: No la he hallado; y también los hombres del lugar
dijeron: Ninguna ramera ha estado aquí. 23Y Judá dijo:
Tómeselo para sí, para que no seamos menospreciados; he aquí yo he enviado este
cabrito, y tú no la hallaste. 24Y aconteció
que al cabo de unos tres meses fue dado aviso a Judá, diciendo: Tamar tu nuera
ha fornicado, y he aquí que está encinta de las fornicaciones. Y Judá dijo:
Sacadla, y sea quemada.25Y cuando la sacaban, ella envió a decir a su suegro:
Del varón cuyas son estas cosas, estoy encinta: También dijo: Mira ahora de
quien son estas cosas, el anillo, el cordón y el bordón. 26Entonces Judá
los reconoció, y dijo: Más justa es que yo, por cuanto no la he dado a Sela mi
hijo. Y nunca más la conoció. 27Y aconteció
que al tiempo de dar a luz, he aquí había dos en su vientre. 28Y sucedió que
cuando daba a luz, uno de ellos sacó la mano, y la partera tomó y ató a su mano
un hilo de grana, diciendo: Éste salió primero.29Y aconteció
que tornando él a meter la mano, he aquí su hermano salió; y ella dijo: ¿Por
qué has hecho sobre ti rotura? Y llamó su nombre Fares. 30Y después
salió su hermano, el que tenía en su mano el hilo de grana, y llamó su nombre
Zara.
GÉNESIS 39
1Y José fue llevado a Egipto; y Potifar, oficial de
Faraón, capitán de la guardia, varón egipcio, lo compró de mano de los
ismaelitas que lo habían llevado allá.2Pero Jehová
estaba con José, y fue un varón próspero: y estaba en la casa de su señor el
egipcio.3Y vio su señor que Jehová estaba con él, y que todo
lo que él hacía, Jehová lo hacía prosperar en su mano.4Así halló
José gracia en sus ojos, y le servía; y él le hizo mayordomo de su casa, y
entregó en su poder todo lo que tenía. 5Y aconteció
que, desde cuando le dio el encargo de su casa, y de todo lo que tenía, Jehová
bendijo la casa del egipcio a causa de José; y la bendición de Jehová estaba
sobre todo lo que tenía, así en casa como en el campo. 6Y dejó todo
lo que tenía en mano de José; y él no se preocupaba de nada sino del pan que
comía. Y era José de hermoso semblante y bella presencia. 7Y aconteció
después de esto, que la esposa de su señor puso sus ojos en José, y dijo:
Acuéstate conmigo. 8Y él no quiso, y dijo a la esposa de su señor: He
aquí que mi señor no sabe conmigo lo que hay en casa, y ha puesto en mi mano
todo lo que tiene: 9No hay otro mayor que yo en esta casa, y ninguna
cosa me ha reservado sino a ti, por cuanto tú eres su esposa; ¿cómo, pues,
haría yo este grande mal y pecaría contra Dios? 10Y fue que,
hablando ella a José cada día, que él no la escuchó para acostarse al lado de
ella, o para estar con ella.11Y sucedió que entró él un día en casa para hacer su
oficio, y no había nadie de los de casa allí. 12Y ella lo
asió por su ropa, diciendo: Acuéstate conmigo. Entonces él dejó su ropa en las
manos de ella, y huyó y salió. 13Y aconteció
que cuando vio ella que le había dejado su ropa en sus manos, y había huido
fuera,14llamó a los de casa, y les habló, diciendo: Mirad,
nos ha traído un hebreo, para que hiciese burla de nosotros. Vino él a mí para
acostarse conmigo, y yo di grandes voces; 15y viendo que
yo alzaba la voz y gritaba, dejó junto a mí su ropa, y salió huyendo afuera.16Y ella puso
junto a sí la ropa de él, hasta que vino su señor a su casa. 17Entonces le
habló ella semejantes palabras, diciendo: El siervo hebreo que nos trajiste,
vino a mí para deshonrarme; 18Y como yo
alcé mi voz y grité, él dejó su ropa junto a mí, y huyó fuera. 19Y sucedió que
como oyó su señor las palabras que su esposa le hablaba, diciendo: Así me ha
tratado tu siervo; se encendió su furor. 20Y tomó su
señor a José, y le puso en la cárcel, donde estaban los presos del rey, y
estuvo allí en la cárcel. 21Pero Jehová estaba con José, y extendió a él su
misericordia, y le dio gracia ante los ojos del jefe de la cárcel. 22Y el jefe de
la cárcel entregó en mano de José todos los presos que había en aquella
prisión; todo lo que hacían allí, él lo dirigía. 23No veía el
jefe de la cárcel cosa alguna que en su mano estaba; porque Jehová estaba con
él, y lo que él hacía, Jehová lo prosperaba.
GÉNESIS 40
1Y aconteció después de estas cosas, que el copero
del rey de Egipto y el panadero delinquieron contra su señor el rey de
Egipto. 2Y Faraón se enojó contra sus dos oficiales, contra
el jefe de los coperos, y contra el jefe de los panaderos, 3y los puso en
prisión en la casa del capitán de la guardia, en la cárcel donde José estaba
preso. 4Y el capitán de la guardia dio cargo de ellos a
José, y él les servía: y estuvieron días en la prisión. 5Y ambos, el
copero y el panadero del rey de Egipto, que estaban arrestados en la prisión,
tuvieron un sueño, cada uno su propio sueño en una misma noche, cada uno
conforme a la interpretación de su sueño. 6Y por la
mañana José vino a ellos, y los miró, y he aquí que estaban tristes. 7Y él preguntó
a aquellos oficiales de Faraón, que estaban con él en la prisión de la casa de
su señor, diciendo: ¿Por qué parecen hoy mal vuestros semblantes? 8Y ellos le
dijeron: Hemos tenido un sueño, y no hay quien lo interprete. Entonces les dijo
José: ¿No son de Dios las interpretaciones? Contádmelo ahora. 9Entonces el
jefe de los coperos contó su sueño a José, y le dijo: Yo soñaba que veía una
vid delante de mí, 10y en la vid tres sarmientos; y ella como que
brotaba, y arrojaba su flor, viniendo a madurar sus racimos de uvas: 11Y que la copa
de Faraón estaba en mi mano, y tomaba yo las uvas, y las exprimía en la copa de
Faraón, y daba yo la copa en mano de Faraón. 12Y le dijo
José: Ésta es su interpretación: Los tres sarmientos son tres días: 13Al cabo de
tres días Faraón te hará levantar cabeza, y te restituirá a tu puesto: y darás
la copa a Faraón en su mano, como solías cuando eras su copero. 14Acuérdate,
pues, de mí cuando tuvieres ese bien, y te ruego que uses conmigo de
misericordia, y hagas mención de mí a Faraón, y me saques de esta casa: 15Porque fui
hurtado de la tierra de los hebreos; y tampoco he hecho aquí por qué me
hubiesen de poner en la cárcel.16Y viendo el jefe de los panaderos que había
interpretado para bien, dijo a José: También yo soñaba que veía tres
canastillos blancos sobre mi cabeza; 17Y en el
canastillo más alto había de toda clase de pastelería para Faraón; y las aves
las comían del canastillo de sobre mi cabeza. 18Entonces
respondió José, y dijo: Ésta es la interpretación: Los tres canastillos tres
días son. 19Al cabo de tres días quitará Faraón tu cabeza de
sobre ti, y te hará colgar en la horca, y las aves comerán tu carne de sobre
ti.20Y aconteció el tercer día, que era el día del
cumpleaños de Faraón, que hizo banquete a todos sus sirvientes: y alzó la
cabeza del jefe de los coperos, y la cabeza del jefe de los panaderos, entre
sus servidores.21E hizo volver a su oficio al jefe de los coperos; y
dio éste la copa en mano de Faraón. 22Mas hizo
ahorcar al jefe de los panaderos, como lo había interpretado José. 23Y el jefe de
los coperos no se acordó de José, sino que le olvidó.
GÉNESIS 41
1Y aconteció que pasados dos años tuvo Faraón un
sueño: Le parecía que estaba junto al río; 2y que del río
subían siete vacas, hermosas a la vista, y muy gordas, y pacían en el
prado: 3Y que otras siete vacas subían tras ellas del río,
de feo aspecto, y enjutas de carne, y se pararon cerca de las vacas hermosas a
la orilla del río: 4Y que las vacas de feo aspecto y enjutas de carne
devoraban a las siete vacas hermosas y muy gordas. Y despertó Faraón.5Se durmió de
nuevo, y soñó la segunda vez: Que siete espigas llenas y hermosas subían de una
sola caña: 6Y que otras siete espigas delgadas y abatidas del
viento solano, salían después de ellas: 7Y las siete
espigas delgadas devoraban a las siete espigas gruesas y llenas. Y despertó
Faraón, y he aquí que era sueño. 8Y aconteció
que a la mañana estaba agitado su espíritu; y envió e hizo llamar a todos los
magos de Egipto, y a todos sus sabios: y les contó Faraón sus sueños, pero no
había quien los declarase a Faraón.9Entonces el
principal de los coperos habló a Faraón, diciendo: Me acuerdo hoy de mis
faltas: 10Faraón se enojó contra sus siervos, y a mí me echó
a la prisión de la casa del capitán de la guardia, a mí y al principal de los
panaderos: 11Y él y yo vimos un sueño una misma noche; cada uno
soñó conforme a la interpretación de su sueño. 12Y estaba allí
con nosotros un joven hebreo, sirviente del capitán de la guardia; y se lo
contamos, y él nos interpretó nuestros sueños, a cada uno conforme a su sueño,
él interpretó.13Y aconteció que como él nos lo interpretó, así
sucedió: a mí me hizo volver a mi puesto, e hizo colgar al otro. 14Entonces
Faraón envió y llamó a José, y le sacaron aprisa de la cárcel; y se cortó el
pelo y cambió su vestidura, y vino a Faraón. 15Y dijo Faraón
a José: Yo he tenido un sueño, y no hay quien lo interprete; mas he oído decir
de ti, que oyes sueños para interpretarlos. 16Y respondió
José a Faraón, diciendo: No está en mí; Dios será el que responda paz a
Faraón. 17Entonces Faraón dijo a José: En mi sueño me parecía
que estaba a la orilla del río; 18y que del río
subían siete vacas de gruesas carnes y hermosa apariencia, que pacían en el
prado. 19Y que otras siete vacas subían después de ellas,
flacas y de muy fea traza; tan extenuadas, que no he visto otras semejantes en
toda la tierra de Egipto en fealdad:20Y las vacas
flacas y feas devoraban a las siete primeras vacas gruesas: 21Y entraban en
sus entrañas, mas no se conocía que hubiese entrado en ellas, porque su parecer
era aún malo, como de primero. Y yo desperté. 22Y vi también
en mi sueño, que siete espigas crecían en una misma caña, llenas y
hermosas; 23y que otras siete espigas delgadas, marchitas,
abatidas del viento solano, subían después de ellas: 24Y las espigas
delgadas devoraban a las siete espigas hermosas: y lo he contado a los magos,
mas no hay quien me lo interprete. 25Entonces
respondió José a Faraón: El sueño de Faraón es uno mismo: Dios ha mostrado a
Faraón lo que va a hacer.26Las siete vacas hermosas siete años son; y las
espigas hermosas son siete años: el sueño es uno mismo. 27También las
siete vacas flacas y feas que subían tras ellas, son siete años; y las siete
espigas delgadas y marchitas del viento solano, siete años serán de
hambre. 28Esto es lo que respondo a Faraón. Lo que Dios va a
hacer, lo ha mostrado a Faraón. 29He aquí
vienen siete años de gran abundancia en toda la tierra de Egipto: 30Y se
levantarán tras ellos siete años de hambre; y toda la abundancia será olvidada
en la tierra de Egipto; y el hambre consumirá la tierra. 31Y aquella
abundancia no se echará de ver a causa del hambre siguiente, la cual será
gravísima. 32Y el suceder el sueño a Faraón dos veces, significa
que la cosa es firme de parte de Dios, y que Dios se apresura a hacerla.33Por tanto,
provéase ahora Faraón de un varón prudente y sabio, y póngalo sobre la tierra
de Egipto.34Haga esto Faraón, y ponga gobernadores sobre el
país, y recaude la quinta parte de la tierra de Egipto en los siete años de la
abundancia; 35Y junten toda la provisión de estos buenos años que
vienen, y alleguen el trigo bajo la mano de Faraón para mantenimiento de las
ciudades; y guárdenlo. 36Y esté aquella provisión en depósito para el país,
para los siete años del hambre que serán en la tierra de Egipto; y el país no
perecerá de hambre. 37Y la idea pareció bien a Faraón, y a sus
siervos. 38Y dijo Faraón a sus siervos: ¿Hemos de hallar otro
hombre como éste, en quien esté el Espíritu de Dios? 39Y dijo Faraón
a José: Pues que Dios te ha hecho saber todo esto, no hay entendido ni sabio
como tú. 40Tú serás sobre mi casa, y por tu palabra se
gobernará todo mi pueblo: solamente en el trono seré yo mayor que tú. 41Dijo más
Faraón a José: He aquí yo te he puesto sobre toda la tierra de Egipto. 42Entonces
Faraón quitó el anillo de su mano, y lo puso en la mano de José, y le hizo
vestir de ropas de lino finísimo, y puso un collar de oro en su cuello; 43Y lo hizo
subir en su segundo carro, y pregonaron delante de él: Doblad la rodilla: y le
puso sobre toda la tierra de Egipto. 44Y dijo Faraón
a José: Yo Faraón; y sin ti ninguno alzará su mano ni su pie en toda la tierra
de Egipto. 45Y llamó Faraón el nombre de José, Zafnat-paanea; y
le dio por esposa a Asenat, hija de Potifera, sacerdote de On. Y salió José por
toda la tierra de Egipto. 46Y era José de edad de treinta años cuando fue
presentado delante de Faraón, rey de Egipto: y salió José de delante de Faraón,
y transitó por toda la tierra de Egipto. 47Y en aquellos
siete años de abundancia, la tierra produjo a montones. 48Y él reunió
todo el alimento de los siete años que fueron en la tierra de Egipto, y guardó
el alimento en las ciudades, poniendo en cada ciudad el alimento del campo de
sus alrededores. 49Y acopió José trigo como arena del mar, mucho en
extremo, hasta que dejó de contar, porque no tenía número.50Y nacieron a
José dos hijos antes que viniese el primer año del hambre, los cuales le dio a
luz Asenat, hija de Potifera, sacerdote de On. 51Y llamó José
el nombre del primogénito Manasés; porque Dios dijo él me hizo olvidar todo mi
trabajo, y toda la casa de mi padre. 52Y el nombre
del segundo lo llamó Efraín; porque Dios dijo él me hizo fértil en la tierra de
mi aflicción. 53Y se cumplieron los siete años de la abundancia,
que hubo en la tierra de Egipto. 54Y comenzaron
a venir los siete años del hambre, como José había dicho: y hubo hambre en
todos los países, mas en toda la tierra de Egipto había pan. 55Y cuando se
sintió el hambre en toda la tierra de Egipto, el pueblo clamó a Faraón por pan.
Y dijo Faraón a todos los egipcios: Id a José, y haced lo que él os
dijere. 56Y el hambre estaba por toda la extensión del país.
Entonces abrió José todo granero donde había, y vendía a los egipcios; porque
había crecido el hambre en la tierra de Egipto. 57Y toda la
tierra venía a Egipto para comprar de José, porque por toda la tierra había
crecido el hambre.
GÉNESIS 42
1Y cuando Jacob vio que en Egipto había alimentos,
Jacobo dijo a sus hijos: ¿Por qué os estáis mirando?2Y dijo: He
aquí, yo he oído que hay víveres en Egipto; descended allá, y comprad de allí
para nosotros, para que vivamos y no muramos. 3Y
descendieron los diez hermanos de José a comprar trigo a Egipto. 4Mas Jacob no
envió a Benjamín hermano de José con sus hermanos; porque dijo: No sea acaso
que le acontezca algún desastre. 5Y vinieron
los hijos de Israel a comprar entre los que venían: porque había hambre en la
tierra de Canaán.6Y José era el señor de la tierra; él era quien le
vendía a todo el pueblo de la tierra. Y llegaron los hermanos de José y se
inclinaron a él rostro a tierra.7Y José como
vio a sus hermanos, los reconoció; mas hizo como que no los conocía, y les
habló ásperamente, y les dijo: ¿De dónde habéis venido? Ellos respondieron: De
la tierra de Canaán a comprar alimentos. 8José, pues,
reconoció a sus hermanos; pero ellos no le reconocieron. 9Entonces se
acordó José de los sueños que había tenido de ellos, y les dijo: Espías sois;
por ver lo descubierto del país habéis venido. 10Y ellos le
respondieron: No, señor mío: mas tus siervos han venido a comprar alimentos.11Todos
nosotros somos hijos de un varón: somos hombres de verdad: tus siervos nunca
fueron espías.12Y él les dijo: No; sino que para ver lo descubierto
del país habéis venido. 13Y ellos respondieron: Tus siervos somos doce
hermanos, hijos de un varón en la tierra de Canaán; y he aquí el menor está hoy
con nuestro padre, y otro no parece. 14Y José les
dijo: Eso es lo que os he dicho, afirmando que sois espías:15En esto
seréis probados: Vive Faraón que no saldréis de aquí, al menos que vuestro
hermano menor venga aquí. 16Enviad uno de vosotros, y traiga a vuestro hermano;
y vosotros quedad presos, y vuestras palabras serán probadas, si hay verdad en
vosotros; y si no, vive Faraón, que sois espías. 17Y los juntó
en la cárcel por tres días. 18Y al tercer
día les dijo José: Haced esto, y vivid: Yo temo a Dios:19Si sois
hombres de verdad, quede preso en la casa de vuestra cárcel uno de vuestros
hermanos; y vosotros id, llevad el alimento para el hambre de vuestras
casas: 20Pero habéis de traerme a vuestro hermano menor, y
serán verificadas vuestras palabras, y no moriréis. Y ellos lo hicieron
así. 21Y decían el uno al otro: Verdaderamente hemos
pecado contra nuestro hermano, que vimos la angustia de su alma cuando nos
rogaba, y no le oímos: por eso ha venido sobre nosotros esta angustia. 22Entonces
Rubén les respondió, diciendo: ¿No os hablé yo y dije: No pequéis contra el
joven; y no escuchasteis? He aquí también su sangre es requerida. 23Y ellos no
sabían que los entendía José, porque había intérprete entre ellos. 24Y José se
apartó de ellos, y lloró: después volvió a ellos, y les habló, y tomó de entre
ellos a Simeón, y lo aprisionó a vista de ellos. 25Y mandó José
que llenaran sus sacos de trigo, y devolviesen el dinero de cada uno de ellos,
poniéndolo en su saco, y les diesen comida para el camino: y así se hizo con
ellos. 26Y ellos pusieron su trigo sobre sus asnos, y se
fueron de allí. 27Y abriendo uno de ellos su saco para dar de comer a
su asno en el mesón, vio su dinero que estaba en la boca de su costal. 28Y dijo a sus
hermanos: Mi dinero se me ha devuelto, y helo aquí en mi saco. Entonces se les
sobresaltó el corazón, y espantados dijeron el uno al otro: ¿Qué es esto que
nos ha hecho Dios? 29Y vinieron a Jacob su padre en tierra de Canaán, y
le contaron todo lo que les había acontecido, diciendo: 30Aquel varón,
señor de la tierra, nos habló ásperamente, y nos trató como a espías de la
tierra: 31Y nosotros le dijimos: Somos hombres de verdad, no
somos espías: 32Somos doce hermanos, hijos de nuestro padre; uno no
parece, y el menor está hoy con nuestro padre en la tierra de Canaán. 33Y aquel
varón, señor de la tierra, nos dijo: En esto conoceré que sois hombres de
verdad; dejad conmigo uno de vuestros hermanos, y tomad grano para el hambre de
vuestras casas, y andad, 34y traedme a vuestro hermano el menor, para que yo
sepa que no sois espías, sino hombres de verdad: así os daré a vuestro hermano,
y negociaréis en la tierra.35Y aconteció que vaciando ellos sus sacos, he aquí
que en el saco de cada uno estaba el atado de su dinero, y viendo ellos y su
padre los atados de su dinero, tuvieron temor. 36Entonces su
padre Jacob les dijo: Me habéis privado de mis hijos; José no parece, Simeón
tampoco, y a Benjamín le llevaréis: contra mí son todas estas cosas. 37Y Rubén habló
a su padre, diciendo: Harás morir a mis dos hijos, si no te lo volviere;
entrégalo en mi mano, que yo lo volveré a ti. 38Y él dijo: No
descenderá mi hijo con vosotros; pues su hermano es muerto, y él solo ha
quedado: y si le aconteciere algún desastre en el camino por donde vais, haréis
descender mis canas con dolor a la sepultura.
GÉNESIS 43
1Y el hambre era grande en la tierra. 2Y aconteció
que cuando acabaron de comer el trigo que trajeron de Egipto, les dijo su
padre: Volved, y comprad para nosotros un poco de alimento. 3Y respondió
Judá, diciendo: Aquel varón nos protestó con ánimo resuelto, diciendo: No
veréis mi rostro al menos que vuestro hermano venga con vosotros. 4Si enviares a
nuestro hermano con nosotros, descenderemos y te compraremos alimento: 5Pero si no le
enviares, no descenderemos: porque aquel varón nos dijo: No veréis mi rostro si
no traéis a vuestro hermano con vosotros. 6Y dijo
Israel: ¿Por qué me hicisteis tanto mal, diciendo al varón que teníais otro
hermano? 7Y ellos respondieron: Aquel varón nos preguntó
expresamente por nosotros, y por nuestra parentela, diciendo: ¿Vive aún vuestro
padre? ¿Tenéis otro hermano? y le respondimos conforme a estas palabras. ¿Cómo
podíamos saber que él había de decir: Haced venir a vuestro hermano? 8Entonces Judá
dijo a Israel su padre: Envía al joven conmigo, y nos levantaremos e iremos, a
fin que vivamos y no muramos nosotros, y tú, y nuestros niños. 9Yo seré
fiador; a mí me pedirás cuenta de él: si yo no te lo volviere y lo pusiere
delante de ti, seré para ti el culpable todos los días: 10Que si no nos
hubiéramos detenido, ciertamente hubiéramos ya vuelto dos veces.11Entonces
Israel su padre les respondió: Pues que así es, hacedlo; tomad de lo mejor de
la tierra en vuestros sacos, y llevad a aquel varón un presente, un poco de
bálsamo, y un poco de miel, aromas y mirra, nueces y almendras. 12Y tomad en
vuestras manos el doble de dinero, y llevad en vuestra mano el dinero vuelto en
las bocas de vuestros costales; quizá fue equivocación. 13Tomad también
a vuestro hermano, y levantaos, y volved a aquel varón. 14Y el Dios
Omnipotente os dé misericordia delante de aquel varón, y os suelte al otro
vuestro hermano, y a este Benjamín. Y si he de ser privado de mis hijos, séalo.15Entonces
tomaron aquellos varones el presente, y tomaron en su mano doblado dinero, y a
Benjamín; y se levantaron, y descendieron a Egipto, y se presentaron delante de
José. 16Y vio José a Benjamín con ellos, y dijo al
mayordomo de su casa: Mete en casa a esos hombres, y degüella víctima, y
aderézala; porque estos hombres comerán conmigo al mediodía. 17E hizo el
hombre como José dijo; y metió aquel hombre a los hombres en casa de José.18Y aquellos
hombres tuvieron temor, cuando fueron metidos en casa de José, y decían: Por el
dinero que fue vuelto en nuestros costales la primera vez nos han metido aquí,
para revolver contra nosotros, y dar sobre nosotros, y tomarnos por siervos a
nosotros, y a nuestros asnos. 19Y se
acercaron al mayordomo de la casa de José, y le hablaron a la entrada de la
casa.20Y dijeron: Ay, señor mío, nosotros en realidad de
verdad descendimos al principio a comprar alimentos:21Y aconteció
que cuando vinimos al mesón y abrimos nuestros costales, he aquí el dinero de
cada uno estaba en la boca de su costal, nuestro dinero en su justo peso; y lo
hemos vuelto a traer en nuestras manos. 22Hemos también
traído en nuestras manos otro dinero para comprar alimentos: nosotros no
sabemos quién haya puesto nuestro dinero en nuestros costales. 23Y él
respondió: Paz a vosotros, no temáis; vuestro Dios y el Dios de vuestro padre
os dio el tesoro en vuestros costales: yo recibí vuestro dinero. Y sacó a
Simeón a ellos. 24Y aquel varón trajo a los hombres a casa de José: y
les dio agua, y lavaron sus pies: y dio de comer a sus asnos. 25Y ellos
prepararon el presente entretanto que venía José al mediodía, porque habían
oído que allí habían de comer pan. 26Y vino José a
casa, y ellos le trajeron el presente que tenían en su mano dentro de casa, y
se inclinaron ante él hasta tierra. 27Entonces José
les preguntó cómo estaban, y dijo: ¿Vuestro padre, el anciano que dijisteis,
está bien? ¿Vive todavía? 28Y ellos respondieron: Bien va a tu siervo nuestro
padre; aún vive. Y se inclinaron, e hicieron reverencia. 29Y alzando
José sus ojos vio a Benjamín su hermano, hijo de su madre, y dijo: ¿Es éste
vuestro hermano menor, de quien me hablasteis? Y dijo: Dios tenga misericordia
de ti, hijo mío. 30Entonces José se apresuró, porque se conmovieron
sus entrañas a causa de su hermano, y procuró dónde llorar; y entró en su
cámara, y lloró allí. 31Y lavó su rostro, y salió fuera, y se contuvo, y
dijo: Poned pan. 32Y pusieron para él aparte, y separadamente para
ellos, y aparte para los egipcios que con él comían: porque los egipcios no
pueden comer pan con los hebreos, lo cual es abominación a los egipcios. 33Y se sentaron
delante de él, el mayor conforme a su mayoría, y el menor conforme a su
menoría; y estaban aquellos hombres atónitos mirándose el uno al otro. 34Y él tomó
viandas de delante de sí para ellos; mas la porción de Benjamín era cinco veces
mayor que cualquiera de las de ellos. Y bebieron y se alegraron con él.
GÉNESIS 44
1Y mandó José al mayordomo de su casa, diciendo:
Llena de alimento los costales de estos varones, cuanto pudieren llevar, y pon
el dinero de cada uno en la boca de su costal: 2Y pondrás mi
copa, la copa de plata, en la boca del costal del menor, con el dinero de su
trigo. Y él hizo como dijo José. 3Venida la
mañana, los hombres fueron despedidos con sus asnos. 4Habiendo
ellos salido de la ciudad, de la que aún no se habían alejado, dijo José a su
mayordomo: Levántate, y sigue a esos hombres; y cuando los alcanzares, diles:
¿Por qué habéis vuelto mal por bien?5¿No es ésta
la copa en la que bebe mi señor, y por la que suele adivinar? habéis hecho mal
en lo que hicisteis. 6Y cuando él los alcanzó, les dijo estas
palabras. 7Y ellos le respondieron: ¿Por qué dice mi señor
tales cosas? Nunca tal hagan tus siervos. 8He aquí, el
dinero que hallamos en la boca de nuestros costales, te lo volvimos a traer
desde la tierra de Canaán; ¿cómo, pues, habíamos de hurtar de casa de tu señor
plata ni oro? 9Aquel de tus siervos en quien fuere hallada la
copa, que muera, y aun nosotros seremos siervos de mi señor. 10Y él dijo:
También ahora sea conforme a vuestras palabras; aquél en quien se hallare, será
mi siervo, y vosotros seréis sin culpa. 11Ellos
entonces se dieron prisa, y derribando cada uno su costal en tierra, abrió cada
cual el costal suyo. 12Y buscó; desde el mayor comenzó, y acabó en el
menor; y la copa fue hallada en el costal de Benjamín. 13Entonces
ellos rasgaron sus vestiduras, y cargó cada uno su asno, y volvieron a la
ciudad.14Y llegó Judá con sus hermanos a casa de José, que
aún estaba allí, y se postraron delante de él en tierra. 15Y José les
dijo: ¿Qué obra es ésta que habéis hecho? ¿No sabéis que un hombre como yo sabe
adivinar? 16Entonces dijo Judá: ¿Qué diremos a mi señor? ¿Qué
hablaremos? ¿O con qué nos justificaremos? Dios ha hallado la maldad de tus
siervos: he aquí, nosotros somos siervos de mi señor, nosotros, y también aquél
en cuyo poder fue hallada la copa. 17Y él
respondió: Nunca yo tal haga: el varón en cuyo poder fue hallada la copa, él
será mi siervo; vosotros id en paz a vuestro padre. 18Entonces Judá
se acercó a él, y dijo: Ay señor mío, te ruego que hable tu siervo una palabra
en oídos de mi señor, y no se encienda tu enojo contra tu siervo, pues que tú
eres como Faraón. 19Mi señor preguntó a sus siervos, diciendo: ¿Tenéis
padre o hermano? 20Y nosotros respondimos a mi señor: Tenemos un padre
anciano, y un joven que le nació en su vejez, pequeño aún; y un hermano suyo
murió, y solo él ha quedado de su madre, y su padre lo ama. 21Y tú dijiste
a tus siervos: Traédmelo, y pondré mis ojos sobre él. 22Y nosotros
dijimos a mi señor: El joven no puede dejar a su padre, porque si le dejare, su
padre morirá. 23Y dijiste a tus siervos: Si vuestro hermano menor
no descendiere con vosotros, no veréis más mi rostro. 24Aconteció,
pues, que cuando llegamos a mi padre, tu siervo, le contamos las palabras de mi
señor. 25Y dijo nuestro padre: Volved a comprarnos un poco
de alimento.26Y nosotros respondimos: No podemos ir: si nuestro
hermano va con nosotros, iremos; porque no podemos ver el rostro del varón, al
menos que nuestro hermano el menor esté con nosotros. 27Entonces tu
siervo mi padre nos dijo: Vosotros sabéis que mi esposa me dio a luz dos
hijos; 28Y el uno salió de conmigo, y pienso de cierto que
fue despedazado, y hasta ahora no le he visto; 29Y si tomareis
también éste de delante de mí, y le aconteciere algún desastre, haréis
descender mis canas con dolor a la sepultura.30Ahora, pues,
cuando llegare yo a tu siervo mi padre, y el joven no fuere conmigo, como su
alma está ligada al alma de él, 31sucederá que
cuando no vea al joven, morirá; y tus siervos harán descender las canas de tu
siervo nuestro padre con dolor a la sepultura. 32Como tu
siervo salió por fiador del joven con mi padre, diciendo: Si no te lo volviere,
entonces yo seré culpable ante mi padre todos los días. 33Te ruego, por
tanto, que quede ahora tu siervo en lugar del joven por siervo de mi señor, y
que el joven vaya con sus hermanos. 34Porque ¿cómo
iré yo a mi padre sin el joven? No podré, por no ver el mal que sobrevendrá a
mi padre.
GÉNESIS 45
1No podía ya José contenerse delante de todos los
que estaban al lado suyo, y clamó: Haced salir de conmigo a todos. Y no quedó
nadie con él, al darse a conocer José a sus hermanos. 2Entonces se
dio a llorar a gritos; y oyeron los egipcios, y oyó también la casa de
Faraón. 3Y dijo José a sus hermanos: Yo soy José: ¿Vive aún
mi padre? Y sus hermanos no pudieron responderle, porque estaban turbados
delante de él. 4Entonces dijo José a sus hermanos: Acercaos ahora a
mí. Y ellos se acercaron. Y él dijo: Yo soy José vuestro hermano el que
vendisteis para Egipto. 5Ahora pues, no os entristezcáis, ni os pese de
haberme vendido acá; que para preservación de vida me envió Dios delante de
vosotros: 6Que ya ha habido dos años de hambre en medio de la
tierra, y aún quedan cinco años en que ni habrá arada ni siega.7Y Dios me
envió delante de vosotros, para preservaros posteridad sobre la tierra, y para
daros vida por medio de gran liberación. 8Así pues, no
me enviasteis vosotros acá, sino Dios, que me ha puesto por padre de Faraón, y
por señor de toda su casa, y por gobernador en toda la tierra de Egipto. 9Daos prisa,
id a mi padre y decidle: Así dice tu hijo José: Dios me ha puesto por señor de
todo Egipto; ven a mí, no te detengas: 10Y habitarás
en la tierra de Gosén, y estarás cerca de mí, tú y tus hijos, y los hijos de
tus hijos, tus ganados y tus vacas, y todo lo que tienes.11Y allí te
alimentaré, pues aún quedan cinco años de hambre, para que no perezcas de
pobreza tú y tu casa, y todo lo que tienes: 12Y he aquí,
vuestros ojos ven, y los ojos de mi hermano Benjamín, que mi boca os
habla. 13Haréis, pues, saber a mi padre toda mi gloria en
Egipto, y todo lo que habéis visto; y daos prisa, y traed acá a mi padre. 14Y se echó
sobre el cuello de Benjamín su hermano, y lloró; y también Benjamín lloró sobre
su cuello. 15Y besó a todos sus hermanos, y lloró sobre ellos: y
después sus hermanos hablaron con él. 16Y se oyó la
noticia en la casa de Faraón, diciendo: Los hermanos de José han venido. Y esto
agradó a Faraón, y a sus siervos. 17Y dijo Faraón
a José: Di a tus hermanos: Haced esto: Cargad vuestras bestias, e id, volved a
la tierra de Canaán; 18y tomad a vuestro padre y vuestras familias, y
venid a mí, que yo os daré lo bueno de la tierra de Egipto y comeréis la
grosura de la tierra.19Y tú manda: Haced esto: tomaos de la tierra de
Egipto carros para vuestros niños y vuestras mujeres; y tomad a vuestro padre,
y venid. 20Y no os preocupéis por vuestros bienes, porque el
bien de la tierra de Egipto será vuestro. 21Y lo hicieron
así los hijos de Israel: y les dio José carros conforme a la orden de Faraón, y
les suministró víveres para el camino. 22A cada uno de
todos ellos dio mudas de vestiduras, y a Benjamín dio trescientas piezas de
plata, y cinco mudas de vestiduras. 23Y a su padre
envió esto: diez asnos cargados de lo mejor de Egipto, y diez asnas cargadas de
trigo, y pan y comida, para su padre en el camino. 24Y despidió a
sus hermanos, y ellos se fueron. Y él les dijo: No riñáis por el camino.25Y subieron de
Egipto, y llegaron a la tierra de Canaán a Jacob su padre. 26Y le dieron
las nuevas, diciendo: José vive aún; y él es señor en toda la tierra de Egipto.
Y su corazón se desmayó; pues no los creía. 27Y ellos le
contaron todas las palabras de José, que él les había hablado; y viendo él los
carros que José enviaba para llevarlo, el espíritu de Jacob su padre
revivió. 28Entonces dijo Israel: Basta; José mi hijo vive
todavía: iré y le veré antes que yo muera.
GÉNESIS 46
1Y salió Israel con todo lo que tenía, y vino a
Beerseba, y ofreció sacrificios al Dios de su padre Isaac. 2Y habló Dios
a Israel en visiones de noche, y dijo: Jacob, Jacob. Y él respondió: Heme
aquí. 3Y dijo: Yo soy Dios, el Dios de tu padre; no temas
de descender a Egipto, porque yo haré de ti una gran nación. 4Yo descenderé
contigo a Egipto, y yo también te haré volver: y José pondrá su mano sobre tus
ojos. 5Y se levantó Jacob de Beerseba; y tomaron los hijos
de Israel a su padre Jacob, y a sus niños, y a sus mujeres, en los carros que
Faraón había enviado para llevarlo. 6Y tomaron sus
ganados, y sus bienes que había adquirido en la tierra de Canaán, y se vinieron
a Egipto, Jacob, y toda su simiente consigo;7Sus hijos, y
los hijos de sus hijos consigo; sus hijas, y las hijas de sus hijos, y a toda
su simiente trajo consigo a Egipto. 8Y éstos son
los nombres de los hijos de Israel, que entraron en Egipto, Jacob y sus hijos:
Rubén, el primogénito de Jacob. 9Y los hijos
de Rubén: Enoc, Falú, Hezrón y Carmi. 10Y los hijos
de Simeón: Jemuel, Jamín, Ohad, Jaquín, Zohar y Saúl, hijo de la cananea. 11Y los hijos
de Leví: Gersón, Coat y Merari. 12Y los hijos
de Judá: Er, Onán, Sela, Fares y Zara: mas Er y Onán, murieron en la tierra de
Canaán. Y los hijos de Fares fueron Hezrón y Hamul.13Y los hijos
de Isacar: Tola, Fúa, Job y Simrón.14Y los hijos
de Zabulón: Sered y Elón, y Jahleel.15Éstos fueron los
hijos de Lea, los que dio a luz a Jacob en Padan-aram, y además su hija Dina;
treinta y tres era el total de almas de sus hijos e hijas. 16Y los hijos
de Gad: Zifión, Hagui, Suni, Ezbón, Eri, Arodi y Areli. 17Y los hijos
de Aser: Imna, Isúa, Isúi, Bería y Sera, hermana de ellos. Los hijos de Bería:
Heber y Malquiel. 18Éstos fueron los hijos de Zilpa, la que Labán dio a
su hija Lea, y dio a luz éstos a Jacob; en total, dieciséis almas. 19Y los hijos
de Raquel, esposa de Jacob: José y Benjamín. 20Y nacieron a
José en la tierra de Egipto Manasés y Efraín, los que le dio a luz Asenat, hija
de Potifera, sacerdote de On.21Y los hijos de Benjamín fueron Bela, Bequer, Asbel,
Gera, Naamán, Ehi, Ros, Mupim, Hupim y Ard.22Éstos fueron
los hijos de Raquel, que nacieron a Jacob; en total, catorce almas. 23Y los hijos
de Dan: Husim. 24Y los hijos de Neftalí: Jahzeel, Guni, Jezer y
Silem. 25Éstos fueron los hijos de Bilha, la que dio Labán a
Raquel su hija, y dio a luz a éstos de Jacob; en total, siete almas. 26Todas las
almas que vinieron con Jacob a Egipto, procedentes de sus lomos, no incluyendo
las esposas de los hijos de Jacob, eran en total sesenta y seis almas. 27Y los hijos
de José, que le nacieron en Egipto, dos almas. Todas las almas de la casa de
Jacob, que entraron en Egipto eran setenta.28Y envió a
Judá delante de sí a José, para que le viniese a ver a Gosén; y llegaron a la
tierra de Gosén.29Y José unció su carro y vino a recibir a Israel su
padre a Gosén; y se manifestó a él, y se echó sobre su cuello, y lloró mucho
tiempo sobre su cuello.30Entonces Israel dijo a José: Muera yo ahora, ya que
he visto tu rostro, pues aún vives. 31Y José dijo a
sus hermanos, y a la casa de su padre: Subiré y haré saber a Faraón, y le diré:
Mis hermanos y la casa de mi padre, que estaban en la tierra de Canaán, han
venido a mí; 32Y los hombres son pastores de ovejas, porque son
hombres ganaderos; y han traído sus ovejas y sus vacas, y todo lo que
tenían. 33Y sucederá que cuando Faraón os llamare y dijere:
¿Cuál es vuestro oficio? 34Entonces diréis: Hombres de ganadería han sido tus
siervos desde nuestra juventud hasta ahora, nosotros y nuestros padres; a fin
de que moréis en la tierra de Gosén, porque para los egipcios todo pastor de
ovejas es una abominación
GÉNESIS 47
1Y José vino, e hizo saber a Faraón, y dijo: Mi
padre y mis hermanos, y sus ovejas y sus vacas, con todo lo que tienen, han
venido de la tierra de Canaán, y he aquí, están en la tierra de Gosén. 2Y de los
postreros de sus hermanos tomó cinco varones, y los presentó delante de
Faraón. 3Y Faraón dijo a sus hermanos: ¿Cuál es vuestro
oficio? Y ellos respondieron a Faraón: Pastores de ovejas son tus siervos, así
nosotros como nuestros padres. 4Dijeron
además a Faraón: Para morar en esta tierra hemos venido; porque no hay pasto
para las ovejas de tus siervos, pues el hambre es grave en la tierra de Canaán:
por tanto, te rogamos ahora que habiten tus siervos en la tierra de
Gosén. 5Entonces Faraón habló a José, diciendo: Tu padre y
tus hermanos han venido a ti.6La tierra de Egipto delante de ti está; en lo mejor
de la tierra haz habitar a tu padre y a tus hermanos; habiten en la tierra de
Gosén; y si entiendes que hay entre ellos hombres eficaces, ponlos por
mayorales del ganado mío. 7Y José introdujo a su padre, y lo presentó delante
de Faraón; y Jacob bendijo a Faraón.8Y dijo Faraón
a Jacob: ¿Cuántos son los días de los años de tu vida? 9Y Jacob
respondió a Faraón: Los días de los años de mi peregrinación son ciento treinta
años; pocos y malos han sido los días de los años de mi vida, y no han llegado
a los días de los años de la vida de mis padres en los días de su
peregrinación.10Y Jacob bendijo a Faraón, y salió de delante de
Faraón. 11Así José hizo habitar a su padre y a sus hermanos,
y les dio posesión en la tierra de Egipto, en lo mejor de la tierra, en la
tierra de Ramesés como mandó Faraón. 12Y alimentaba
José a su padre y a sus hermanos, y a toda la casa de su padre, de pan, según
el número de la familia. 13Y no había pan en toda la tierra, y el hambre era
muy grave; por lo que desfalleció de hambre la tierra de Egipto y la tierra de
Canaán. 14Y recogió José todo el dinero que se halló en la
tierra de Egipto y en la tierra de Canaán, por los alimentos que de él
compraban; y metió José el dinero en casa de Faraón. 15Y acabado el
dinero de la tierra de Egipto y de la tierra de Canaán, vino todo Egipto a José
diciendo: Danos pan: ¿por qué moriremos delante de ti, por haberse acabado el
dinero? 16Y José dijo: Dad vuestros ganados, y yo os daré por
vuestros ganados, si se ha acabado el dinero. 17Y ellos
trajeron sus ganados a José; y José les dio alimentos por caballos, y por el
ganado de las ovejas, y por el ganado de las vacas, y por asnos: y los sustentó
de pan por todos sus ganados aquel año.18Y acabado
aquel año, vinieron a él el segundo año, y le dijeron: No encubriremos a
nuestro señor que el dinero ciertamente se ha acabado; también el ganado es ya
de nuestro señor; nada ha quedado delante de nuestro señor sino nuestros
cuerpos y nuestra tierra.19¿Por qué moriremos delante de tus ojos, así
nosotros como nuestra tierra? Cómpranos a nosotros y a nuestra tierra por pan,
y seremos nosotros y nuestra tierra siervos de Faraón; y danos semilla para que
vivamos y no muramos, y no sea asolada la tierra.20Entonces
compró José toda la tierra de Egipto para Faraón; pues los egipcios vendieron
cada uno sus tierras, porque se agravó el hambre sobre ellos: y la tierra vino
a ser de Faraón. 21Y en cuanto al pueblo, lo hizo pasar a las ciudades
desde un extremo hasta el otro extremo de los términos de Egipto. 22Solamente la
tierra de los sacerdotes no compró, por cuanto los sacerdotes tenían ración de
Faraón, y ellos comían su ración que Faraón les daba: por eso no vendieron su
tierra. 23Entonces José dijo al pueblo: He aquí hoy os he
comprado y a vuestra tierra para Faraón; he aquí semilla para vosotros, sembrad
la tierra. 24Y será que de los frutos daréis la quinta parte a
Faraón, y las cuatro partes serán vuestras para sembrar las tierras, y para
vuestro mantenimiento, y de los que están en vuestras casas, y para que coman
vuestros niños.25Y ellos respondieron: La vida nos has dado:
hallemos gracia en ojos de mi señor, y seamos siervos de Faraón. 26Entonces José
lo puso por ley hasta hoy sobre la tierra de Egipto, señalando para Faraón la
quinta parte; excepto sólo la tierra de los sacerdotes, que no fue de
Faraón. 27Así habitó Israel en la tierra de Egipto, en la
tierra de Gosén; y tuvieron posesiones en ella, y crecieron y se multiplicaron
en gran manera.28Y vivió Jacob en la tierra de Egipto diecisiete
años: y fueron los días de Jacob, los años de su vida, ciento cuarenta y siete
años. 29Y llegaron los días de Israel para morir, y llamó a
José su hijo, y le dijo: Si he hallado ahora gracia en tus ojos, te ruego que
pongas tu mano debajo de mi muslo, y harás conmigo misericordia y verdad; te
ruego que no me entierres en Egipto; 30Mas cuando
duerma con mis padres, me llevarás de Egipto y me sepultarás en el sepulcro de
ellos. Y él respondió: Yo haré como tú dices. 31Y él dijo:
Júramelo. Y él le juró. Entonces Israel se inclinó sobre la cabecera de la
cama.
GÉNESIS 48
1Y sucedió que después de estas cosas, le dijeron a
José: He aquí, tu padre está enfermo. Y él tomó consigo a sus dos hijos,
Manasés y Efraín. 2Y se le hizo saber a Jacob, diciendo: He aquí tu
hijo José viene a ti. Entonces se esforzó Israel, y se sentó sobre la
cama; 3y Jacob dijo a José: El Dios Omnipotente me
apareció en Luz en la tierra de Canaán, y me bendijo, 4y me dijo: He
aquí, yo te haré crecer, y te multiplicaré, y te pondré por estirpe de
naciones: y daré esta tierra a tu simiente después de ti por heredad
perpetua. 5Y ahora tus dos hijos Efraín y Manasés, que te
nacieron en la tierra de Egipto, antes que viniese a ti a la tierra de Egipto,
míos son; como Rubén y Simeón, serán míos: 6Y los que
después de ellos has engendrado, serán tuyos; por el nombre de sus hermanos
serán llamados en sus heredades.7Porque cuando
yo venía de Padan-aram, se me murió Raquel en la tierra de Canaán, en el camino,
como media legua de tierra viniendo a Efrata; y la sepulté allí en el camino de
Efrata, que es Belén. 8Y vio Israel los hijos de José, y dijo: ¿Quiénes
son éstos? 9Y respondió José a su padre: Son mis hijos, que
Dios me ha dado aquí. Y él dijo: Acércalos ahora a mí, y los bendeciré. 10Y los ojos de
Israel estaban tan agravados de la vejez, que no podía ver. Les hizo, pues,
acercarse a él, y él los besó y abrazó. 11Y dijo Israel
a José: No pensaba yo ver tu rostro, y he aquí Dios me ha hecho ver también tu
simiente.12Entonces José los sacó de entre sus rodillas, y se
inclinó a tierra. 13Y los tomó José a ambos, Efraín a su derecha, a la
izquierda de Israel; y a Manasés a su izquierda, a la derecha de Israel; y les
acercó a él.14Entonces Israel extendió su diestra, y la puso
sobre la cabeza de Efraín, que era el menor, y su izquierda sobre la cabeza de
Manasés, colocando así sus manos adrede, aunque Manasés era el primogénito.15Y bendijo a
José, y dijo: El Dios en cuya presencia anduvieron mis padres Abraham e Isaac,
el Dios que me mantiene desde que yo soy hasta este día, 16el Ángel que
me liberta de todo mal, bendiga a estos muchachos; y mi nombre sea nombrado en
ellos, y el nombre de mis padres Abraham e Isaac, y multiplíquense en gran
manera en medio de la tierra.17Pero al ver José que su padre ponía la mano derecha
sobre la cabeza de Efraín, le causó esto disgusto; y asió la mano de su padre,
para mudarla de sobre la cabeza de Efraín a la cabeza de Manasés.18Y dijo José a
su padre: No así, padre mío, porque éste es el primogénito; pon tu diestra
sobre su cabeza.19Mas su padre no quiso, y dijo: Lo sé, hijo mío, lo
sé; también él vendrá a ser un pueblo, y será también engrandecido; pero su
hermano menor será más grande que él, y su simiente será multitud de naciones.20Y los bendijo
aquel día, diciendo: En ti bendecirá Israel, diciendo: Dios te haga como a
Efraín y como a Manasés. Y puso a Efraín delante de Manasés. 21Y dijo Israel
a José: He aquí, yo muero, pero Dios estará con vosotros y os hará volver a la
tierra de vuestros padres. 22Y yo te he
dado a ti una parte sobre tus hermanos, la cual tomé yo de mano del amorreo con
mi espada y con mi arco.
GÉNESIS 49
1Y llamó Jacob a sus hijos, y dijo: Juntaos, y os
declararé lo que os ha de acontecer en los postreros días. 2Juntaos y
oíd, hijos de Jacob; y escuchad a vuestro padre Israel. 3Rubén, tú
eres mi primogénito, mi fortaleza, y el principio de mi vigor; principal en
dignidad, principal en poder. 4Inestable
como las aguas, no serás el principal; por cuanto subiste al lecho de tu padre:
Entonces te envileciste, subiendo a mi estrado. 5Simeón y Leví
son hermanos: Instrumentos de crueldad hay en sus habitaciones. 6En su secreto
no entre mi alma, ni mi honra se junte en su compañía; que en su furor mataron
varón, y en su voluntad arrancaron muro. 7Maldito su
furor, que fue fiero; y su ira, que fue dura: Yo los apartaré en Jacob, y los
esparciré en Israel. 8Judá, te alabarán tus hermanos: Tu mano en la
cerviz de tus enemigos: Los hijos de tu padre se inclinarán a ti. 9Cachorro de
león es Judá: De la presa subiste, hijo mío: Se encorvó, se echó como león, así
como león viejo; ¿quién lo despertará?10No será
quitado el cetro de Judá, ni el legislador de entre sus pies, hasta que venga
Silo; y a él se congregarán los pueblos. 11Atando a la
vid su pollino, y a la cepa el hijo de su asna, lavó en el vino su vestidura, y
en la sangre de uvas su manto: 12Sus ojos
rojos del vino, y los dientes blancos de la leche.13Zabulón en
puertos de mar habitará, y será para puerto de navíos; y su término hasta
Sidón. 14Isacar, asno fuerte echado entre dos tercios: 15Y vio que el
descanso era bueno, y que la tierra era deleitosa; y bajó su hombro para
llevar, y sirvió en tributo. 16Dan juzgará a
su pueblo, como una de las tribus de Israel.17Será Dan
serpiente junto al camino, víbora junto a la senda, que muerde los talones de
los caballos, y hace caer hacia atrás al cabalgador de ellos. 18Tu salvación
esperé, oh Jehová. 19Gad, ejército lo vencerá; mas él vencerá al
fin. 20El pan de Aser será grueso, y él dará deleites al
rey. 21Neftalí, cierva liberada, que dará dichos
hermosos. 22Rama fructífera es José, rama fructífera junto a
fuente, cuyos vástagos se extienden sobre el muro. 23Y le causaron
amargura, y le asaetearon, y le aborrecieron los arqueros: 24Mas su arco
permaneció fuerte, y los brazos de sus manos fueron fortalecidos por las manos
del poderoso Dios de Jacob, De allí es el Pastor, la Roca de Israel, 25Por el Dios
de tu padre, el cual te ayudará, y por el Omnipotente, el cual te bendecirá con
bendiciones de los cielos de arriba, con bendiciones del abismo que está abajo,
con bendiciones de los pechos y de la matriz. 26Las
bendiciones de tu padre prevalecieron más que las bendiciones de mis
progenitores; hasta el término de los collados eternos serán sobre la cabeza de
José y sobre la coronilla del que fue apartado de entre sus hermanos. 27Benjamín,
lobo arrebatador; a la mañana comerá la presa, y a la tarde repartirá los
despojos. 28Todos éstos fueron las doce tribus de Israel: y
esto fue lo que su padre les dijo, y los bendijo; a cada uno por su bendición
los bendijo. 29Les mandó luego, y les dijo: Yo voy a ser reunido
con mi pueblo: sepultadme con mis padres en la cueva que está en el campo de
Efrón el heteo; 30En la cueva que está en el campo de Macpela, que
está delante de Mamre en la tierra de Canaán, la cual compró Abraham con el
mismo campo de Efrón el heteo, para heredad de sepultura. 31Allí
sepultaron a Abraham y a Sara su esposa; allí sepultaron a Isaac y a Rebeca su
esposa; allí también sepulté yo a Lea. 32La compra del
campo y de la cueva que está en él, fue de los hijos de Het. 33Y cuando
Jacob acabó de dar órdenes a sus hijos, encogió sus pies en la cama, y entregó
el espíritu; y fue reunido con su pueblo.
GÉNESIS 50
1Entonces se echó José sobre el rostro de su padre,
y lloró sobre él, y lo besó. 2Y mandó José
a sus siervos los médicos que embalsamasen a su padre; y los médicos
embalsamaron a Israel. 3Y le cumplieron cuarenta días, porque así cumplían
los días de los embalsamados, y lo lloraron los egipcios setenta días.4Y pasados los
días de su luto, habló José a los de la casa de Faraón, diciendo: Si he hallado
ahora gracia en vuestros ojos, os ruego que habléis en oídos de Faraón,
diciendo: 5Mi padre me hizo jurar diciendo: He aquí yo muero;
en mi sepulcro que yo cavé para mí en la tierra de Canaán, allí me sepultarás;
ruego, pues, que vaya yo ahora y sepulte a mi padre, y volveré. 6Y Faraón
dijo: Ve, y sepulta a tu padre, como él te hizo jurar. 7Entonces José
subió a sepultar a su padre; y subieron con él todos los siervos de Faraón, los
ancianos de su casa, y todos los ancianos de la tierra de Egipto. 8Y toda la
casa de José, y sus hermanos, y la casa de su padre: solamente dejaron en la
tierra de Gosén sus niños, y sus ovejas y sus vacas. 9Y subieron
también con él carros y gente de a caballo, y se hizo un escuadrón muy
grande. 10Y llegaron hasta la era de Atad, que está al otro
lado del Jordán, y endecharon allí con grande y muy triste lamentación: y José
hizo duelo a su padre por siete días. 11Y viendo los
moradores de la tierra, los cananeos, el llanto en la era de Atad, dijeron:
Llanto grande es éste de los egipcios; por eso fue llamado su nombre
Abelmizraim, que está al otro lado del Jordán.12Hicieron,
pues, sus hijos con él, según les había mandado: 13Pues lo
llevaron sus hijos a la tierra de Canaán, y le sepultaron en la cueva del campo
de Macpela, la que había comprado Abraham con el mismo campo, para heredad de
sepultura, de Efrón el heteo, delante de Mamre. 14Y volvió José
a Egipto, él y sus hermanos, y todos los que subieron con él a sepultar a su
padre, después que le hubo sepultado.15Y viendo los
hermanos de José que su padre era muerto, dijeron: Quizá nos aborrecerá José, y
nos dará el pago de todo el mal que le hicimos. 16Y enviaron a
decir a José: Tu padre mandó antes de su muerte, diciendo: 17Así diréis a
José: Te ruego que perdones ahora la maldad de tus hermanos y su pecado, porque
mal te trataron; por tanto, ahora te rogamos que perdones la maldad de los
siervos del Dios de tu padre. Y José lloró mientras hablaban. 18Y vinieron
también sus hermanos, y se postraron delante de él, y dijeron: Henos aquí por
tus siervos. 19Y les respondió José: No temáis: ¿acaso estoy yo en
lugar de Dios? 20Vosotros pensasteis mal contra mí, pero Dios lo
encaminó a bien, para hacer lo que vemos hoy, para mantener en vida a mucho
pueblo. 21Ahora, pues, no tengáis miedo; yo os sustentaré a
vosotros y a vuestros hijos. Así los consoló, y les habló al corazón. 22Y habitó José
en Egipto, él y la casa de su padre: y vivió José ciento diez años. 23Y vio José
los hijos de Efraín hasta la tercera generación: también los hijos de Maquir,
hijo de Manasés, fueron criados sobre las rodillas de José. 24Y José dijo a
sus hermanos: Yo moriré; mas Dios ciertamente os visitará, y os hará subir de
esta tierra a la tierra que juró a Abraham, a Isaac, y a Jacob. 25Y José tomó
juramento de los hijos de Israel, diciendo: Dios ciertamente os visitará, y
haréis llevar de aquí mis huesos. 26Y murió José
de edad de ciento diez años; y lo embalsamaron, y fue puesto en un ataúd en
Egipto.
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