2 CORINTIOS 1
1Pablo, apóstol de Jesucristo por la voluntad de
Dios, y nuestro hermano Timoteo, a la iglesia de Dios que está en Corinto, con
todos los santos que están por toda Acaya: 2Gracia sea a
vosotros, y paz de Dios nuestro Padre, y del Señor Jesucristo. 3Bendito sea
el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, el Padre de misericordias, y el
Dios de toda consolación, 4el cual nos consuela en todas nuestras
tribulaciones, para que podamos nosotros consolar a los que están en cualquier
angustia, con la consolación con que nosotros mismos somos consolados de Dios.5Porque de la
manera que abundan en nosotros las aflicciones de Cristo, así abunda también
por Cristo nuestra consolación. 6Pues si somos
atribulados, es por vuestra consolación y salvación; la cual es eficaz para
soportar las mismas aflicciones que nosotros también padecemos; o si somos
consolados, es por vuestra consolación y salvación. 7Y nuestra
esperanza de vosotros es firme; sabiendo que como sois partícipes de las
aflicciones, así también lo seréis de la consolación. 8Porque
hermanos, no queremos que ignoréis acerca de nuestra tribulación que nos
aconteció en Asia; que en sobremanera fuimos cargados sobre nuestras fuerzas,
de tal manera que perdimos la esperanza aun de seguir con vida. 9Pero tuvimos
en nosotros mismos sentencia de muerte, para que no confiásemos en nosotros
mismos, sino en Dios que resucita a los muertos; 10el cual nos
libró, y nos libra; y en quien confiamos que aún nos librará de tan grande
muerte; 11ayudándonos vosotros también con oración por
nosotros, para que por el don concedido a nosotros por medio de muchas
personas, por muchas sean dadas gracias en nuestro favor.12Porque ésta
es nuestra gloria; el testimonio de nuestra conciencia, que con simplicidad y
sinceridad de Dios, no con sabiduría carnal, sino por la gracia de Dios, nos
hemos conducido en el mundo, y más abundantemente con vosotros. 13Porque no os
escribimos otras cosas de las que leéis, o también reconocéis; y espero que aun
hasta el fin las reconoceréis; 14como también
en parte nos habéis reconocido, que somos vuestra gloria, así como también
vosotros seréis la nuestra en el día del Señor Jesús. 15Y con esta
confianza quise ir primero a vosotros, para que tuvieseis una segunda
gracia; 16y de vosotros pasar a Macedonia, y de Macedonia
venir otra vez a vosotros, y ser encaminado de vosotros a Judea. 17Así que,
cuando me propuse esto, ¿usé quizá de ligereza? ¿O lo que me propongo, me
propongo según la carne, para que haya en mí Sí, Sí, y No, No? 18Pero como
Dios es fiel, nuestra palabra para con vosotros no fue Sí y No. 19Porque el
Hijo de Dios, Jesucristo, que entre vosotros ha sido predicado por nosotros,
por mí y Silvano y Timoteo, no ha sido Sí y No; mas ha sido Sí en Él. 20Porque todas
las promesas de Dios son Sí en Él, y Amén en Él, por medio de nosotros, para la
gloria de Dios.21Y el que nos confirma con vosotros en Cristo, y el
que nos ungió, es Dios; 22el cual también nos ha sellado, y nos ha dado las
arras del Espíritu en nuestros corazones. 23Mas yo invoco
a Dios por testigo sobre mi alma, que por ser indulgente con vosotros no he
pasado todavía a Corinto. 24No que tengamos dominio sobre vuestra fe, mas somos
ayudadores de vuestro gozo; porque por la fe estáis firmes.
2 CORINTIOS 2
1Esto, pues, determiné para conmigo, no venir otra
vez a vosotros con tristeza. 2Porque si yo
os contristo, ¿quién será luego el que me alegrará, sino aquel a quien yo
contristare? 3Y esto mismo os escribí, para que cuando viniere no
tenga tristeza de aquellos de quienes me debiera alegrar; confiando en vosotros
todos que mi gozo es el de todos vosotros.4Porque por la
mucha tribulación y angustia del corazón os escribí con muchas lágrimas; no
para que fueseis contristados, sino para que supieseis cuán grande amor tengo
para con vosotros. 5Que si alguno ha causado tristeza, no me ha
entristecido a mí sino en parte; para no sobrecargaros a todos vosotros. 6Bástele al
tal el castigo que le fue impuesto por muchos; 7así que, al
contrario, vosotros más bien debierais perdonarle y consolarle, para que el tal
no sea consumido de demasiada tristeza. 8Por lo cual
os ruego que confirméis vuestro amor para con él. 9Porque
también por este fin os escribí, para saber la prueba de si vosotros sois
obedientes en todo. 10Y al que vosotros perdonareis algo, yo también;
porque si algo he perdonado, a quien lo he perdonado, por vosotros lo he hecho
en la persona de Cristo; 11para que no nos gane Satanás; pues no ignoramos sus
maquinaciones. 12Y cuando vine a Troas para predicar el evangelio de
Cristo, y una puerta me fue abierta en el Señor, 13no tuve
reposo en mi espíritu, por no haber hallado a Tito mi hermano; mas
despidiéndome de ellos, partí para Macedonia. 14Mas a Dios
gracias, el cual hace que siempre triunfemos en Cristo, y manifiesta la
fragancia de su conocimiento por nosotros en todo lugar.15Porque para
Dios somos de Cristo grata fragancia en los que son salvos, y en los que se
pierden; 16a éstos ciertamente olor de muerte para muerte; y a
aquéllos fragancia de vida para vida. Y para estas cosas, ¿quién es
suficiente? 17Porque no somos como muchos que adulteran la
palabra de Dios; antes con sinceridad, como de parte de Dios, delante de Dios
hablamos en Cristo.
2 CORINTIOS 3
1¿Comenzamos otra vez a recomendarnos a nosotros
mismos? ¿O tenemos necesidad como algunos, de cartas de recomendación para
vosotros, o de recomendación de vosotros? 2Nuestra carta
sois vosotros, escrita en nuestros corazones, sabida y leída de todos los
hombres; 3siendo manifiesto que sois carta de Cristo
ministrada por nosotros, escrita no con tinta, sino con el Espíritu del Dios
vivo; no en tablas de piedra, sino en tablas de carne del corazón.4Y tal
confianza tenemos mediante Cristo para con Dios; 5no que seamos
suficientes de nosotros mismos para pensar algo como de nosotros mismos, sino
que nuestra suficiencia viene de Dios; 6el cual
también nos ha hecho ministros suficientes del nuevo testamento; no de la
letra, sino del espíritu; porque la letra mata, mas el espíritu vivifica. 7Y si el
ministerio de muerte escrito y grabado en piedras fue glorioso, tanto que los
hijos de Israel no podían fijar los ojos en el rostro de Moisés a causa de la
gloria de su parecer, la cual había de fenecer, 8¿cómo no será
más glorioso el ministerio del espíritu? 9Porque si el
ministerio de condenación fue glorioso, mucho más abundará en gloria el
ministerio de la justificación.10Porque aun lo que fue glorioso, no es glorioso en
este respecto, en comparación a la gloria más excelente. 11Porque si lo
que perece fue glorioso, mucho más glorioso será lo que permanece. 12Así que,
teniendo tal esperanza, hablamos con mucha confianza; 13y no como
Moisés, que ponía un velo sobre su rostro, para que los hijos de Israel no
pusiesen los ojos en el fin de aquello que había de ser abolido. 14Pero sus
mentes fueron cegadas; porque hasta el día de hoy cuando leen el antiguo
testamento, permanece sin ser quitado el mismo velo, el cual Cristo
abolió. 15Y aun hasta el día de hoy, cuando Moisés es leído,
el velo está puesto sobre el corazón de ellos.16Pero cuando
se conviertan al Señor, el velo será quitado. 17Porque el
Señor es el Espíritu; y donde está el Espíritu del Señor, allí hay
libertad. 18Por tanto, nosotros todos, mirando con cara
descubierta como en un espejo la gloria del Señor, somos transformados en la
misma imagen, de gloria en gloria, como por el Espíritu del Señor.
2 CORINTIOS 4
1Por tanto, teniendo nosotros este ministerio según
la misericordia que hemos recibido, no desmayamos;2antes bien
hemos renunciado a lo oculto y deshonesto, no andando con astucia, ni usando la
palabra de Dios con engaño, sino que por la manifestación de la verdad, nos
recomendamos a la conciencia de todo hombre delante de Dios. 3Que si
nuestro evangelio está aún encubierto, para los que se pierden está
encubierto; 4en los cuales el dios de este mundo cegó la mente
de los incrédulos, para que no les resplandezca la luz del glorioso evangelio
de Cristo, el cual es la imagen de Dios. 5Porque no nos
predicamos a nosotros mismos, sino a Jesucristo el Señor; y nosotros vuestros
siervos por Jesús.6Porque Dios, que mandó que de las tinieblas
resplandeciese la luz, es el que resplandeció en nuestros corazones, para
iluminación del conocimiento de la gloria de Dios en la faz de
Jesucristo. 7Pero tenemos este tesoro en vasos de barro, para
que la excelencia del poder sea de Dios, y no de nosotros;8Que estamos
atribulados en todo, pero no angustiados; en apuros, pero no desesperados;9perseguidos,
pero no desamparados; derribados, pero no destruidos; 10llevando
siempre por todas partes en el cuerpo la muerte del Señor Jesús, para que
también la vida de Jesús se manifieste en nuestros cuerpos. 11Porque
nosotros que vivimos, siempre estamos entregados a muerte por Jesús, para que
también la vida de Jesús sea manifestada en nuestra carne mortal. 12De manera que
la muerte obra en nosotros, y en vosotros la vida. 13Pero teniendo
el mismo espíritu de fe, conforme a lo que está escrito: Creí, por lo cual
también hablé; nosotros también creemos, por lo cual también hablamos; 14sabiendo que
el que resucitó al Señor Jesús, a nosotros también nos resucitará por Jesús, y
nos presentará con vosotros. 15Porque todas
las cosas son hechas por amor a vosotros, para que la abundante gracia,
mediante la acción de gracias de muchos, redunde para la gloria de Dios. 16Por tanto, no
desmayamos; antes aunque este nuestro hombre exterior se va desgastando, el
interior no obstante se renueva de día en día. 17Porque
nuestra leve aflicción, la cual es momentánea, produce en nosotros un
inmensurable y eterno peso de gloria; 18no mirando
nosotros a las cosas que se ven, sino a las que no se ven; porque las cosas que
se ven son temporales, mas las que no se ven son eternas.
2 CORINTIOS 5
1Porque sabemos que si nuestra casa terrenal, este
tabernáculo, se deshiciere, tenemos de Dios un edificio, una casa no hecha de
manos, eterna, en el cielo. 2Y por esto
también gemimos, deseando ser revestidos de aquella nuestra habitación
celestial; 3y si así estamos vestidos, no seremos hallados
desnudos. 4Porque nosotros que estamos en este tabernáculo
gemimos con angustia; porque no quisiéramos ser desnudados, sino revestidos,
para que lo mortal sea absorbido por la vida. 5Mas el que
nos hizo para esto mismo es Dios, el cual también nos ha dado las arras del
Espíritu. 6Por tanto vivimos confiados siempre, sabiendo que
entre tanto que estamos en el cuerpo, ausentes estamos del Señor7porque por fe
andamos, no por vista: 8Estamos confiados, y más quisiéramos estar ausentes
del cuerpo, y presentes con el Señor. 9Por tanto
procuramos también, o presentes, o ausentes, serle agradables. 10Porque es
menester que todos nosotros comparezcamos ante el tribunal de Cristo, para que
cada uno reciba según lo que haya hecho mientras estaba en el cuerpo, ya sea
bueno o sea malo. 11Conociendo, pues, el temor del Señor, persuadimos a
los hombres, mas a Dios somos manifiestos; y espero que también en vuestras
conciencias seamos manifiestos. 12Pues no nos
recomendamos otra vez a vosotros, sino os damos ocasión de gloriaros por nosotros,
para que tengáis qué responder a los que se glorían en la apariencia y no en el
corazón. 13Porque si estamos locos, es para Dios; y si somos
cuerdos, es para vosotros.14Porque el amor de Cristo nos constriñe, pensando
esto: Que si uno murió por todos, luego todos murieron; 15y por todos
murió, para que los que viven, ya no vivan para sí, sino para Aquél que murió y
resucitó por ellos. 16De manera que nosotros de aquí en adelante a nadie
conocemos según la carne; y aun si a Cristo conocimos según la carne, ahora ya
no le conocemos así. 17De modo que si alguno está en Cristo, nueva
criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas. 18Y todo esto
proviene de Dios, quien nos reconcilió consigo mismo por Jesucristo; y nos dio
el ministerio de la reconciliación. 19De manera que
Dios estaba en Cristo reconciliando consigo al mundo, no imputándole sus
pecados, y nos encomendó a nosotros la palabra de la reconciliación. 20Así que,
somos embajadores de Cristo, como si Dios rogase por medio de nosotros; os
rogamos en nombre de Cristo: Reconciliaos con Dios. 21Al que no
conoció pecado, lo hizo pecado por nosotros, para que nosotros fuésemos hechos
justicia de Dios en Él.
2 CORINTIOS 6
1Así, pues, nosotros, como sus colaboradores, os
exhortamos también a que no recibáis en vano la gracia de Dios. 2Porque dice:
En tiempo aceptable te he oído, y en día de salvación te he socorrido. He aquí
ahora el tiempo aceptable, he aquí ahora el día de salvación. 3No dando a
nadie ninguna ocasión de tropiezo, para que el ministerio no sea vituperado;4antes,
aprobándonos en todo como ministros de Dios, en mucha paciencia, en
tribulaciones, en necesidades, en angustias; 5en azotes, en
cárceles, en tumultos, en trabajos, en vigilias, en ayunos; 6en pureza, en
ciencia, en longanimidad, en bondad, en el Espíritu Santo, en amor no
fingido; 7en palabra de verdad, en poder de Dios, con armas
de justicia a derecha e izquierda; 8por honra y
por deshonra, por mala fama, y por buena fama; como engañadores, pero
veraces; 9como desconocidos, pero bien conocidos; como
moribundos, mas he aquí vivimos; como castigados, mas no muertos; 10como
entristecidos, mas siempre gozosos; como pobres, mas enriqueciendo a muchos;
como no teniendo nada, mas poseyéndolo todo. 11Nuestra boca
está abierta a vosotros, oh corintios; nuestro corazón se ha ensanchado. 12No estáis
estrechos en nosotros, mas estáis estrechos en vuestras propias entrañas.13Pues, para
corresponder del mismo modo como a hijos hablo, ensanchaos también
vosotros. 14No os unáis en yugo desigual con los incrédulos;
porque ¿qué compañerismo tiene la justicia con la injusticia? ¿Y qué comunión
la luz con las tinieblas? 15¿Y qué concordia Cristo con Belial? ¿O qué parte el
creyente con el incrédulo? 16¿Y qué
concierto tiene el templo de Dios con los ídolos? Porque vosotros sois el
templo del Dios viviente, como Dios dijo: Habitaré y andaré entre ellos; y seré
su Dios, y ellos serán mi pueblo. 17Por lo cual
salid de en medio de ellos, y apartaos, dice el Señor, y no toquéis lo inmundo;
y yo os recibiré, 18y seré Padre a vosotros, y vosotros me seréis hijos
e hijas, dice el Señor Todopoderoso.
2 CORINTIOS 7
1Así que, amados, teniendo tales promesas,
limpiémonos de toda inmundicia de la carne y del espíritu, perfeccionando la
santidad en el temor de Dios. 2Admitidnos; a
nadie hemos dañado, a nadie hemos corrompido, a nadie hemos defraudado. 3No lo digo
para condenaros; porque ya he dicho antes, que estáis en nuestros corazones,
para morir y para vivir juntamente. 4Grande es mi
franqueza para con vosotros; grande es mi gloria de vosotros; lleno estoy de
consolación, sobreabundo de gozo en todas nuestras tribulaciones. 5Porque cuando
vinimos a Macedonia, ningún reposo tuvo nuestra carne; antes en todo fuimos
atribulados; de fuera, contiendas; de dentro, temores. 6Mas Dios, que
consuela a los abatidos, nos consoló con la venida de Tito; 7y no sólo con
su venida, sino también con la consolación con que él fue consolado de
vosotros, haciéndonos saber vuestro gran deseo, vuestro llanto, vuestro celo
por mí, para que así yo más me regocijara. 8Porque aunque
os contristé con la carta, no me arrepiento, bien que me arrepentí; porque veo
que aquella carta, aunque por un poco de tiempo, os contristó. 9Ahora me
gozo, no porque hayáis sido contristados, sino porque fuisteis contristados
para arrepentimiento; porque habéis sido contristados según Dios, para que
ninguna pérdida padecieseis por nosotros. 10Porque la
tristeza que es según Dios produce arrepentimiento para salvación, de que no
hay que arrepentirse; mas la tristeza del mundo produce muerte. 11Porque he
aquí, esto mismo que os contristó según Dios; ¡cuánta solicitud ha obrado en
vosotros, y qué defensa, y qué indignación, y qué temor, y qué gran deseo, y
qué celo, y aun vindicación! En todo os habéis mostrado limpios en este
asunto. 12Así que, aunque os escribí, no fue por causa del
que hizo la injuria, ni por causa del que padeció la injuria, sino para que os
fuese manifiesta nuestra solicitud que tenemos por vosotros delante de
Dios. 13Por tanto, tomamos consolación de vuestra
consolación; pero mucho más nos gozamos por el gozo de Tito, de que haya sido
recreado su espíritu por todos vosotros. 14Que si de
algo me he gloriado con él acerca de vosotros, no me avergüenzo; pues como os
hemos hablado todo con verdad, así también nuestra gloria delante de Tito fue
hallada verdadera.15Y su entrañable afecto es más abundante para con
vosotros, cuando se acuerda de la obediencia de todos vosotros, de cómo lo
recibisteis con temor y temblor. 16Me gozo de
que en todo tengo confianza en vosotros.
2 CORINTIOS 8
1Asimismo, hermanos, os hacemos saber la gracia de
Dios que ha sido dada a las iglesias de Macedonia;2que en grande
prueba de tribulación, la abundancia de su gozo y su profunda pobreza abundaron
en riquezas de su generosidad. 3Porque de su
voluntad han dado conforme a sus fuerzas, yo testifico, y aun más allá de sus
fuerzas; 4pidiéndonos con muchos ruegos que aceptásemos la
ofrenda y la comunicación del servicio para los santos. 5Y esto
hicieron, no como lo esperábamos, sino que primero se dieron a sí mismos al
Señor, y a nosotros por la voluntad de Dios.6De manera que
exhortamos a Tito, que como comenzó, así también acabe esta gracia entre
vosotros también. 7Por tanto, como en todo abundáis, en fe, y en
palabra, y en ciencia, y en toda solicitud, y en vuestro amor para con
nosotros, mirad que también abundéis en esta gracia. 8No hablo como
quien manda, sino por causa de la diligencia de otros, y para probar la
sinceridad de vuestro amor.9Porque ya sabéis la gracia de nuestro Señor
Jesucristo, que por amor de vosotros, siendo rico se hizo pobre; para que
vosotros con su pobreza fueseis enriquecidos. 10Y en esto doy
mi consejo; porque esto os conviene a vosotros, que comenzasteis antes, no sólo
a hacerlo, sino también a quererlo, desde el año pasado. 11Ahora, pues,
llevad también a cabo el hecho, para que como estuvisteis prestos a querer, así
también lo estéis en cumplir conforme a lo que tenéis.12Porque si
primero hay la disposición, será acepta según lo que uno tiene, no según lo que
no tiene.13Pero no digo esto para que haya abundancia para
otros, y para vosotros escasez; 14sino para que
con igualdad, ahora en este tiempo, vuestra abundancia supla lo que a ellos
falta, para que también la abundancia de ellos supla lo que a vosotros falta,
de modo que haya igualdad; 15como está
escrito: El que recogió mucho, no tuvo más; y el que poco, no tuvo menos. 16Mas gracias
sean dadas a Dios, que puso en el corazón de Tito la misma solicitud por
vosotros. 17Pues a la verdad aceptó la exhortación; y estando
también muy solícito, de su voluntad partió para ir a vosotros. 18Y enviamos
juntamente con él al hermano cuya alabanza en el evangelio es por todas las
iglesias; 19y no sólo esto, sino también fue escogido por las
iglesias para viajar con nosotros con esta gracia, que es administrada por
nosotros para gloria del Señor mismo, y para demostrar vuestra buena
disposición; 20evitando que nadie nos difame en esta abundancia
que administramos;21procurando hacer lo honesto, no sólo delante del
Señor, sino también delante de los hombres. 22Y enviamos
con ellos a nuestro hermano, la diligencia del cual hemos comprobado muchas
veces en muchas cosas, y ahora mucho más diligente por la mucha confianza que
tengo en vosotros. 23Si alguno preguntare acerca de Tito, él es mi
compañero y colaborador para con vosotros; o acerca de nuestros hermanos; ellos
son mensajeros de las iglesias, y la gloria de Cristo. 24Mostrad,
pues, para con ellos y ante las iglesias la prueba de vuestro amor, y de
nuestro gloriarnos acerca de vosotros.
2 CORINTIOS 9
1Pero en cuanto a la suministración para los santos,
por demás me es escribiros; 2pues conozco
vuestra buena disposición, de la cual me glorío entre los de Macedonia, que
Acaya está preparada desde el año pasado; y vuestro celo ha estimulado a
muchos.3Mas he enviado a los hermanos, para que nuestra
gloria de vosotros no sea vana en esta parte; para que, como lo he dicho,
estéis preparados; 4no sea que si vinieren conmigo los de Macedonia, y
os hallaren desprevenidos, nos avergoncemos nosotros, por no decir vosotros, de
este firme gloriar. 5Por tanto, consideré necesario exhortar a los
hermanos a que fuesen antes a vosotros, y preparasen primero vuestra bendición
antes prometida para que esté preparada como de bendición, y no como de
mezquindad. 6Pero esto digo: El que siembra escasamente, también
segará escasamente; y el que siembra abundantemente, abundantemente también
segará. 7Cada uno dé como propuso en su corazón; no con
tristeza, o por necesidad, porque Dios ama al dador alegre. 8Y poderoso es
Dios para hacer que abunde en vosotros toda gracia; a fin de que, teniendo
siempre toda suficiencia en todas las cosas, abundéis para toda buena
obra; 9como está escrito: Esparció, dio a los pobres: Su justicia
permanece para siempre.10Y el que da semilla al que siembra, también dará
pan para comer, y multiplicará vuestra sementera, y aumentará los frutos de
vuestra justicia; 11para que enriquecidos en todo abundéis en toda
liberalidad, la cual produce por medio de nosotros agradecimiento a Dios. 12Porque la
suministración de este servicio, suple no sólo lo que a los santos falta, sino
también abunda en muchas acciones de gracias a Dios;13Pues por la
experiencia de esta suministración glorifican a Dios por la obediencia que
profesáis al evangelio de Cristo, y por vuestra liberal contribución para ellos
y para todos; 14y por la oración de ellos a favor vuestro, los
cuales os quieren a causa de la supereminente gracia de Dios en vosotros.15Gracias a
Dios por su don inefable.
2 CORINTIOS 10
1Y yo, Pablo mismo, os ruego por la mansedumbre y
bondad de Cristo; yo que estando presente soy humilde entre vosotros, mas
ausente soy osado para con vosotros; 2ruego, pues,
que cuando estuviere presente, no tenga que ser atrevido con la confianza con
que pienso ser osado contra algunos, que nos tienen como si anduviésemos según
la carne. 3Pues aunque andamos en la carne, no militamos según
la carne; 4porque las armas de nuestra milicia no son
carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas; 5derribando
argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, y
trayendo cautivo todo pensamiento a la obediencia de Cristo; 6y estando
prestos para castigar toda desobediencia, cuando vuestra obediencia fuere
perfecta. 7¿Miráis las cosas según la apariencia? Si alguno
está confiado en sí mismo que es de Cristo, esto también piense por sí mismo,
que como él es de Cristo, así también nosotros somos de Cristo.8Porque aunque
me gloríe algo más de nuestra autoridad, la cual el Señor nos dio para
edificación y no para vuestra destrucción, no me avergonzaré;9para que no
parezca como que os quiero amedrentar por cartas. 10Porque a la
verdad, dicen: Sus cartas son gravosas y fuertes; mas su presencia corporal es
débil, y su palabra es menospreciable.11Esto piense
el tal, que como somos en la palabra por carta estando ausentes, tales seremos
también de hecho estando presentes. 12Porque no
osamos contarnos, o compararnos con algunos que se alaban a sí mismos; mas
ellos, midiéndose a sí mismos por sí mismos, y comparándose consigo mismos, no
son sabios. 13Mas nosotros, no nos gloriaremos desmedidamente,
sino conforme a la medida de la regla que Dios nos dio por medida, para llegar
aun hasta vosotros. 14Porque no nos extendemos más de nuestra medida,
como si no alcanzásemos hasta vosotros; porque también hasta vosotros hemos
llegado con el evangelio de Cristo. 15No
gloriándonos desmedidamente en trabajos ajenos; mas teniendo esperanza de que
cuando vuestra fe crezca, seremos mucho más engrandecidos entre vosotros,
conforme a nuestra regla. 16Para predicar el evangelio en las regiones más allá
de vosotros, sin entrar en el campo de otro para gloriarnos en lo que ya estaba
preparado. 17Mas el que se gloría, gloríese en el Señor. 18Porque no el
que se alaba a sí mismo, es aprobado; sino el que el Señor alaba.
2 CORINTIOS 11
1¡Quiera Dios que toleraseis un poco mi locura! En
verdad, toleradme. 2Porque os celo con celo de Dios; porque os he
desposado a un esposo, para presentaros como una virgen pura a Cristo. 3Mas temo que
en alguna manera, como la serpiente engañó a Eva con su astucia, así sean
corrompidas vuestras mentes, de la simplicidad que es en Cristo. 4Porque si
alguno viene y predica otro Jesús que el que os hemos predicado, o recibís otro
espíritu del que habéis recibido, u otro evangelio del que habéis aceptado,
bien lo toleráis. 5Mas yo pienso que en nada he sido inferior a
aquellos grandes apóstoles. 6Porque aunque
soy rudo en la palabra, no así en el conocimiento; y en todo hemos sido
enteramente manifiestos entre vosotros. 7¿Acaso pequé
humillándome a mí mismo para que vosotros fueseis ensalzados, porque os he
predicado el evangelio de Dios de balde? 8He despojado
a otras iglesias, tomando salario de ellas, para serviros a vosotros.9Y estando con
vosotros y teniendo necesidad, a ninguno fui carga; porque lo que me faltaba,
lo suplieron los hermanos que vinieron de Macedonia; y en todo me guardé de seros
carga, y me guardaré.10Como la verdad de Cristo está en mí; nadie me
impedirá esta gloria en las regiones de Acaya.11¿Por qué?
¿Porque no os amo? Dios lo sabe.12Mas lo que
hago, haré aún, para cortar la ocasión de aquellos que la desean, a fin de que
en aquello que se glorían, sean hallados semejantes a nosotros.13Porque éstos
son falsos apóstoles, obreros fraudulentos, disfrazándose como apóstoles de
Cristo.14Y no es de maravillarse, porque el mismo Satanás se
disfraza como ángel de luz. 15Así que, no
es gran cosa si también sus ministros se disfrazan como ministros de justicia;
cuyo fin será conforme a sus obras. 16Otra vez
digo: Que nadie me tenga por loco; de otra manera, recibidme aun como a loco,
para que me gloríe yo un poquito. 17Lo que hablo,
no lo hablo según el Señor, sino como en locura, con esta confianza de
gloria. 18Puesto que muchos se glorían según la carne,
también yo me gloriaré. 19Porque de buena gana toleráis a los necios, siendo
vosotros sabios: 20Porque toleráis si alguno os pone en servidumbre,
si alguno os devora, si alguno toma de vosotros, si alguno se ensalza, si
alguno os hiere en la cara. 21Lo digo en
cuanto a la afrenta, como si nosotros hubiésemos sido débiles. Pero en lo que
otro tuviere osadía hablo con locura, también yo tengo osadía. 22¿Son hebreos?
Yo también. ¿Son israelitas? Yo también. ¿Son simiente de Abraham? También
yo. 23¿Son ministros de Cristo? como poco sabio hablo Yo
más; en trabajos más abundante; en azotes sin medida; en cárceles más; en
peligros de muerte muchas veces. 24De los judíos
cinco veces he recibido cuarenta azotes menos uno. 25Tres veces
fui azotado con varas; una vez apedreado; tres veces padecí naufragio; una
noche y un día estuve en las profundidades; 26en jornadas
muchas veces; peligros de ríos, peligros de ladrones, peligros de los de mi
nación, peligros entre los gentiles, peligros en la ciudad, peligros en el
desierto, peligros en el mar, peligros entre falsos hermanos; 27en trabajo y
fatiga, en muchas vigilias, en hambre y sed, en muchos ayunos, en frío y en
desnudez. 28Además de esto, lo que sobre mí se agolpa cada día,
la carga de todas las iglesias. 29¿Quién
enferma, y yo no enfermo? ¿A quién se le hace caer, y yo no me enfurezco? 30Si es
necesario gloriarme, me gloriaré en mis flaquezas.31El Dios y
Padre de nuestro Señor Jesucristo, que es bendito por siempre, sabe que no
miento. 32En Damasco, el gobernador bajo el rey Aretas
guardaba la ciudad de los damascenos para prenderme; 33y fui
descolgado del muro en un canasto por una ventana, y escapé de sus manos.
2 CORINTIOS 12
1Ciertamente no me conviene gloriarme; mas vendré a
las visiones y a las revelaciones del Señor.2Conozco a un
hombre en Cristo, que hace catorce años si en el cuerpo, no lo sé; si fuera del
cuerpo, no lo sé: Dios lo sabe fue arrebatado hasta el tercer cielo.3Y conozco al
tal hombre si en el cuerpo, o fuera del cuerpo, no lo sé; Dios lo sabe, 4que fue
arrebatado al paraíso, donde oyó palabras inefables, que al hombre no le es
lícito expresar. 5De tal hombre me gloriaré, mas de mí mismo no me
gloriaré, sino en mis debilidades. 6Por lo cual
si quisiera gloriarme, no sería insensato; porque diría verdad; pero lo dejo,
para que nadie piense de mí más de lo que en mí ve, u oye de mí. 7Y para que no
me enaltezca desmedidamente por la grandeza de las revelaciones, me es dado un
aguijón en mi carne, un mensajero de Satanás que me abofetee, para que no me
enaltezca sobremanera. 8Por lo cual tres veces he rogado al Señor, que lo
quite de mí; 9y me ha dicho: Bástate mi gracia; porque mi poder
se perfecciona en la debilidad. Por tanto, de buena gana me gloriaré más bien
en mis debilidades, para que habite en mí el poder de Cristo.10Por lo cual
me gozo en las debilidades, en afrentas, en necesidades, en persecuciones, en
angustias por amor a Cristo; porque cuando soy débil, entonces soy
poderoso. 11Me he hecho un necio al gloriarme; vosotros me
obligasteis; pues yo debía de ser alabado por vosotros; porque en nada soy
menos que aquellos grandes apóstoles, aunque nada soy. 12Ciertamente
las señales de apóstol han sido hechas entre vosotros en toda paciencia, en
señales, y en maravillas y prodigios. 13Porque ¿qué
hay en que hayáis sido menos que las otras iglesias, sino en que yo mismo no os
he sido carga? Perdonadme este agravio. 14He aquí estoy
preparado para ir a vosotros la tercera vez, y no os seré gravoso; porque no
busco lo vuestro, sino a vosotros: porque no han de atesorar los hijos para los
padres, sino los padres para los hijos. 15Y yo de buena
gana gastaré y seré desgastado por vuestras almas, aunque amándoos más, sea
amado menos,16mas sea así: Yo no fui carga a vosotros; sino que,
como soy astuto, os he tomado con engaño.17¿Acaso os he
engañado por alguno de los que os he enviado? 18Rogué a Tito,
y envié con él un hermano. ¿Os engañó quizá Tito? ¿No hemos procedido con el
mismo espíritu, y en las mismas pisadas? 19¿Pensáis aún
que nos excusamos con vosotros? Delante de Dios en Cristo hablamos; mas todo lo
hacemos, muy amados, para vuestra edificación. 20Pues temo que
cuando llegare, no os halle tales como quiero, y yo sea hallado de vosotros
cual no queréis; que haya entre vosotros contiendas, envidias, iras,
disensiones, insidias, murmuraciones, presunciones, desórdenes. 21No sea que
cuando volviere, mi Dios me humille entre vosotros, y haya de llorar por muchos
de los que antes han pecado, y no se han arrepentido de la inmundicia y
fornicación, y la lascivia que han cometido
2 CORINTIOS 13
1Ésta es la tercera vez que voy a vosotros. Por boca
de dos o de tres testigos toda palabra será establecida. 2Os he dicho
antes, y ahora os digo otra vez como si estuviera presente, y ahora ausente lo
escribo a los que antes pecaron, y a todos los demás, que si vengo otra vez, no
seré indulgente; 3pues que buscáis una prueba de que Cristo habla en
mí, el cual no es débil para con vosotros, antes es poderoso en vosotros. 4Porque aunque
fue crucificado en flaqueza, sin embargo vive por el poder de Dios. Pues
también nosotros somos débiles en Él, mas viviremos con Él por el poder de Dios
para con vosotros.5Examinaos a vosotros mismos si estáis en la fe;
probaos a vosotros mismos. ¿No os conocéis a vosotros mismos, que Jesucristo
está en vosotros, a menos que seáis reprobados? 6Pero confío
que sabréis que nosotros no somos reprobados. 7Y oro a Dios
que ninguna cosa mala hagáis; no para que nosotros aparezcamos aprobados, sino
para que vosotros hagáis lo que es bueno, aunque nosotros seamos como
reprobados. 8Porque nada podemos contra la verdad, sino por la
verdad. 9Por lo cual nos gozamos en que seamos débiles, y
que vosotros seáis fuertes; y aun deseamos vuestra perfección. 10Por tanto os
escribo esto estando ausente, no sea que estando presente os trate con dureza,
conforme a la potestad que el Señor me ha dado para edificación, y no para
destrucción. 11Finalmente, hermanos, gozaos, sed perfectos, tened
consolación, sed de una misma mente, tened paz; y el Dios de amor y paz será
con vosotros. 12Saludaos los unos a los otros con ósculo
santo. 13Todos los santos os saludan. 14La gracia del
Señor Jesucristo, y el amor de Dios, y la comunión del Espíritu Santo sea con
todos vosotros. Amén.
Nenhum comentário:
Postar um comentário